Pepe vivía, en una gran ciudad, en un barrio, en un piso como tantos otros con varios vecinos, tenía 14 años y su vida sexual se reducía a las pajas, como cualquier chico de su edad, la única diferencia es que él no basaba sus fantasías en gente famosa ni en modelos, para él tenía más morbo imaginarse follando con cualquier mujer que viese por la calle y le gustase o con alguna vecina, la verdad es que había varias que en su imaginación estaban dispuestas a hacer cualquier cosa que él ideara, últimamente había empezado a masturbarse pensando en su vecina de al lado, Isabel.
Fetichismo
Relatos fetichismo XXX con las fantasías eróticas más morbosas y personales. Cuero, bondage, pies, lujuria, cuentos verdes e historias eróticas fetichistas.
ELLA III
No necesitó descansar.
-¿Me follas tú o te follo yo, tío ?
-Te follo yo.
Se puso a cuatro sobre la alfombra de la sala. Tenia un culito redondo y duro como ninguno. Mi lengua comenzó a jugar con su ano, después le metí un dedo y le follé el culo con él, con la otra mano le acariciaba el clítoris… Al poco se lo folle con dos dedos… y más tarde con tres. Quería ponerla tan cachonda que acabara pidiéndomelo, y me lo pidió:
Empapé en semen sus bragas usadas
Este verano es y ha sido, y será, exultante y eufórico y triufante para mí. Sus bragas usadas semen, me repetía mi mente, mojadas y sucias de mi prima, todas para mí. No me lo pude imaginar, pero que le pregunten a mi polla si conoce su caliente tanguita.
Fetichismo por lesbianas negritas
Hola a todos amigos de este lugar tan bueno, para fantasías y confesiones, ya que no hay muchos sitios para poner expresarse sin parar. Una de mis fantasías, a ver si alguno la comparte, es la de las lesbianas de color, negritas o negras, me da lo mismo jovencitas (dentro de la mayoría de edad) … Leer más
Un cornudo para cumplir mi fetichismo
La historia real y que dejo aquí en Universo Erótico fue que una señora embarazada me ofreció a su cornudo marido baboso como esclavo. En una noche repleta de fetiches me volví más viciosa; y lo mejor: ¡tendría a mi primer madurito a mis pies, casi nada!