Chantajeada por mi profesor y mi hermano 2. Parte

Por querer poner cachondo al bombón de mi profesor ahora me veía chantajea da por él… y para el colmo, por mi propio hermano. No, no iba a caer en un chantaje tan ruin, podía dormir tranquila, mi hermano no se atrevería a mandar todos aquellos mensajes y fotos que había mandado a mi profesor y que a traición había robado de mi móvil, menos aún se atrevería a mandar el video en el que me masturbaba pensando en Manu.
Me tumbe en la cama y me convencí de ello, durmiéndome con mis gemidos en la televisión de mi hermano, el muy capullo se regodeaba en su hazaña. Intenté olvidar, puse música y me dormí.
Cuando desperté por la mañana mi móvil echaba humo
“buenos días putita, espero que vengas a clase bien sexy con alguna camiseta o si tienes mejor top bien pegadito y alguna faldita corta”
Sin duda el profesor empezaba a usar su poder más de lo que esperaba. El siguiente que pude leer era de mi hermano.
“buenos días hermanita, espero que tengas un buen día y que no se te olvide mandarme copia de todos los archivos que mandes a tu profesor… no seas tonta… no quieres tenerme de enemigo… cuanto menos Le mandes a él menos tendrás que mandarme a mi… tu decides”
Oh cielos, acababa de despertar y ya me dolía la cabeza y aún había más mensajes por leer…
“Se me olvidaba decirte que hace un poco de frío, pero a pesar de ello es obligatorio que no te pongas ropa interior, te aseguro que si la llevas me daré cuenta. De camino a clase no te pongas abrigo, el frío hace resaltar tu belleza natural. Ah y llega un par de minutos tarde, no te pondré falta”
Capullo, capullo, capullo…. Pensé en mi cabeza. ¿Quería que me congelará? Hacía viento y frío y a ratos lluvia. A pesar de vivir cerca… era un suicidio ir sin abrigo.
Un último mensaje me sobresalto
“dormilona, como no te levantes ya de la cama no llegas ni para mañana… tienes el desayuno hecho, venga date prisa”
Escuche la ducha, mire la hora y… ¡oh dios! Mi hermano tenia razón, una cosa era llegar un poco tarde y otra llegar a final de la primera clase. Salte de la cama y fui directa a desayunar mientras mi hermano se duchaba. Cuando salió me miro sentada en la mesa, a pesar de estar como todos los días en camiseta y braguita, su mirada me pareció diferente. Me sentí incómoda. Aprobé he para decirle que se adelantara que yo iría en una carrera porque era tarde y me fui a la ducha. Para cuando salí mi hermano ya no estaba en casa. Mire en mi armario, nerviosa, en busca de ropa que pudiera parecerse a lo que el profesor pedía.
Me puse un camiseta de licra blanca, una minifalda de tubo color beige (porque casi todas mis minifaldas son de vuelo y con el viento y sin ropa interior no pensaba ponerme una de esas) unos botines y se me ocurrió ponerme una chaqueta beige por encima para evitar un poco el frío y q se marcarán mucho los pezones.
Llovía a cántaros, ¿cómo iba a llegar a clase así? Respire hondo, cogí un paraguas y el bolso donde llevaba los libros y salí de casa en una carrera. La lluvia por efecto del viento me mojaba por todos los lados, en apenas dos minutos me había quedado sin paraguas y para cuando llegué a la puerta de clase notaba la ropa pegarse mucho a mi cuerpo. Respiré un poco para no entrar ahogándome en clase y sin querer pensarlo mucho toque la puerta y entré. Era consciente de que la falda se pegaba mucho a mí culo y dejaba ver perfectamente mis glúteos y su movimiento. Aunque tenía frío, la gran parte de la lluvia me había caído en la espalda por lo que era consciente que se marcaban algo mis pezones pero la chaqueta al ser algo ancha disimulaba mucho ese problema.
Fui a sentarme a mi pupitre pero… no tuve ocasión.
-Iris, deja la chaqueta colgada para que se seque y ven a la pizarra, justo iba a pedir un voluntario para hacer un ejercicio en la pizarra.
Sabía que si me quitaba la chaqueta se me verían los pezones… los notaba como piedras y no quería quitarme la chaqueta y q toda la clase me mirara. Debí de quedarme pensativa porque la voz del profesor me sobresaltó.
-Iris ¿Qué estás esperando a ver si te enfría para faltar unos días a clase? No tengo tiempo para perder. ¡Venga!
Fui hasta el final de la clase, colgué la chaqueta para que se secara en los colgadores y respiré hondo. Sabía que estaba roja como un tomate asique intenté ir con una sonrisa en la cara y con paso firme y seguro, como si no me importará que todos los demás estuvieran cuchicheando sobre mis pezones y mis glúteos. Cuando llegue a donde Manu me di cuenta que me miraba de arriba abajo y de abajo arriba. Me ponía muy nerviosa, quería acabar con aquello cuanto antes y sentarme en mi sitio.
-Dime profe, ¿Qué debo hacer?
-Hoy vamos a resolver los deberes que mandamos ayer, sin mirar los apuntes. Aquí tienes para q puedas hacerlos y mientras nos vas explicando los pasos que das.
Suspire. Eran muchos ejercicios, eso daba casi para toda la clase, ese tipo de correcciones solían suponer preguntas de compañeros, preguntas del profesor, explicaciones extensas… Poco a poco fue avanzando la clase, me fui relajando y sintiendo más cómoda porque se fue secando un poco mi ropa y mis compañeros empezaron a coger apuntes y dejaron de mirarme tanto. Cuando por fin acabé todos los ejercicios pude sentarme en mi pupitre saque los libros y miré el móvil, el mensaje que vi me enfado tanto que contesté casi sin pensar, empezando así un intercambio de mensajes que no esperaba.
“¿Qué pasa hermanita que hoy no has venido a clase o intentas escaquearse de mandarme las cosas?”
“¡eres un pesado! Estoy en clase y no te debo nada. Déjame en paz”
“no deberías hablarme así hermanita… ¿que pensarían papa y mama si saben que Le mansas esas cosas a tu profesor? Soy tu hermano y solo quiero verificar que no te metas en lios”
“¿verificar que no me meta en líos? Soy tu hermana mayor y tengo mi vida privada, es mía y no te incumbe.”
“Hermanita… yo no me meto en tu vida privada… pero si que debo avisar a papá y mama lo que haces… como buen hermano que soy… quiero lo mejor para ti. Tu decides que es lo que quieres tu para ti misma. No pido que sea al momento pero… lo quiero al día. Piénsalo bien. “
No conteste, el muy cabrón iba de bueno y lo único que quería era ¿reírse de mi? ¿Qué clase de hermano chantajea a su hermana para ver fotos sensual es suyas?
Justo iba a dejar el móvil cuando recibí dos mensajes nuevos del profesor
“ahora cuando acabe la clase quiero que vayas al baño y mojes tu camiseta otra vez. Pero no unas gotita por encima… no. Te la quitas, la metes bajo el grifo y que se empape bien, sin apenas escurrirla te la pones y vas así a la siguiente clase, seguro que tus compañeros agradecen el gesto”
“por cierto, como la siguiente clase no es conmigo y no te veré, quiero que hagas un video demostrando como mojas bien la camiseta y que me mandes unas fotos para que vea lo bien que te queda”
Cuando toca el timbre salgo corriendo al baño esperando que no haya nadie… pero imposible… ya hay chicas de otras clases y así… no puedo cumplir. Decido esperar a que no haya nadie. Cuando creo que ya se ha ido todo el mundo vuelvo y triiiiiiiiin suena el timbre. ¡Mierda! Espero que ya no venga nadie más… a ver como explico que estoy en tetas en el baño… sin perder más tiempo me quito la camiseta y empiezo a grabar el grifo con el móvil. Sumerjo la camiseta en el chorro y cuando ya esta bien calada apago la cámara y la escurro a pesar de que el profesor haya dicho que no lo haga. Me la pongo y me saco dos fotos estirando mi brazo hacia arriba y enfocando con el para q se me vea entera. Le mando el video y las fotos al profesor. Me fijo que con la camiseta tan calada se me transparenta casi completamente asique decidí pasar por clase y ponerme la chaqueta. Llego a clase con la lengua fuera. Por suerte la profesora no me dice nada y puedo sentarme y estar tranquila en clase. Noto que todos los chicos miran de vez en cuando aunque hay una mirada que me pone nerviosa. Lorena no hace más que mirarme. Le miro y le sonrio, sin entender muy bien porque me mira tanto.
Lorena es una de las chicas más deseadas, morena teñida con un color rojo cobrizo que sin ser exageradamente llamativo, le da un toque muy bonito a su melena cuando Le da la luz. No es un 90-60-90 pero poco le faltará. Sus ojos azules, tiernos y siempre brillantes dejan a cualquiera ko en medio segundo. No Le falta de nada, es de las más listas del curso.
Al final decido centrarme en los apuntes y olvidar quién me mira y quién no, será mejor así. La hora pasa lenta. ¿Me estoy convirtiendo en la guarra de clase? No pienses iris, no pienses… triiiiin ¡por fin el timbre!. Salgo de clase como alma que se lleva el diablo, por fin recreo y algo de oxígeno. Pero me vibra el bolso.
“ve a clase de música ahora en el recreo, te he dejado ropa para que no cojas un constipado, recuerda sacar una foto y mandármela”
Por fin podré quitarme esta ropa mojada. Me dirijo a clase de música esquivando las preguntas de mis amigas de porque no voy con ellas y porque estoy tan rara. Cuando dejo de ver a mis amigas me pongo a correr. No me fio nada del profesor y quiero ver esa ropa y tener tiempo de reacción por si acaso. Voy tan absorta en mis pensamientos que ¡zas! Me choco contra alguien. ¡Ouch! Me quejo aunque se me quita todo dolor cuando escucho la voz que dice
-¿vaya hermanita a donde vas con tanta prisa?
– al baño, cuando uno no aguanta más…. Bueno me voy eh
-espera, espera… ¿Cómo que al baño? ¿Qué ropa es esa?¡Pero si estas calada!
-ya bueno que me tengo q ir a secar…
-¿Qué te ha pasado?
-nada, que me he caído viniendo a clase en un charco porque llegaba tarde… bueno ya que se me pasa el tiempo, me voy a secar.
-claro… y no te manchas al caerte ni nada… ¿no?
No espero más, me pongo a correr y me escaqueo de mi hermano. Parece q no se ha fijado en mis pezones marcados… o quizá se lo ha callado… espero que no me diga nada al respecto. Llego a la clase de música y en aquel rincón que ayer me hice las fotos veo ropa. ¡Pero que ropa! Un top de esos que se usan para tapar los sujetadores bajo camisetas translúcidas color rojo carmín , una minifalda de vuelo negra muy corta, tanto que cuando me la pongo noto que al mínimo movimiento se me ve la parte baja de los glúteos, en cuanto me siente se me verá todo…
“profesor, esta ropa me queda pequeña, no puedo ir así a clase“
“claro que no te queda pequeña, según veo en las fotos te queda perfecto y sin duda no puedes pasar más tiempo con esa ropa mojada, no queremos que te enfríes, ¿verdad? “
No me queda otra que quedarme con la ropa puesta, el profesor tiene razón en una cosa, no puedo llevar más tiempo aquella ropa mojada si no quiero enfermarme. Recojo la ropa y la meto en la bolsa que he encontrado la nueva y salgo de la clase de música. Muchas miradas se posan en mi en el pasillo, escucho algún comentario lascivo pero hago caso omiso. Me cruzo con varios amigos de mi hermano que no dudan en soltar unos cuantos piropos y mirar mis tetas de forma descarada. Estoy segura de que no han perdido detalle de mi trasero, pero no pienso girarme a comprobarlo. Entro en case esta vez antes de la hora y me siento en mi pupitre poniendo la chaqueta en el respaldo de la silla para que no se me vea el trasero. Pronto van llegando mis compañeros y sentándose en sus pupitres. Lorena se sienta a mi lado y le miro confundida porque ella siempre se sienta con su prima.
-No te importa, ¿verdad? He pensado que como Helena lleva muchos días sin venir te sentirás algo sola. En biología nos toca hacer un trabajo por parejas y mi prima ya ha buscado con quien hacerlo asique… ¿te parece que lo hagamos juntas?
-claro
Lorena siempre se ha preocupado por ayudar a todo el mundo, en el fondo solo me miraba porque no quería que estuviera sola, quizá no se había fijado antes ni en mis pezones. Que tonta ¡y yo poniéndome nerviosa por nada!. La verdad es que la conversación con Lorena sobre el trabajo me hace olvidarme por completo de mi atuendo y del móvil. Acaba la clase y Le digo que puede quedarse también en la siguiente sin tan siquiera pensarlo. Es agradable tener con quien hablar y distraerse en clase. Ella acepta al instante y comenta que su idea es quedarse el resto de las clases del día si me parece bien por lo que quedamos en eso. Nos ponemos ha hablar de música y la verdad es que me siento tan a gusto que me sobresaltos la voz de Manu.
-Prestar atención por favor, ya estoy aquí, se acabó la cháchara.
No puedo evitar cruzar una mirada con el y al instante siento como mis pezones, que ya habían vuelto a su ser natural, se endurecen de nuevo, es que el profesor… ufff. Miro a Lorena para intentar relajarme y me doy cuenta que estar a su lado me reconforta. Si bien siempre ha sido una buena compañera y una amiga leal, nunca hemos sido de la misma cuadrilla. No he estado más relajada en todo el día, no se si es porque ya no todas las miradas se posan en mi o si a pesar de que se posen en mi, pensar que le miran a ella me relaja.
El profesor manda unos cuantos ejercicios para hacer y se sienta en su pupitre. Saca el móvil y por supuesto se lo que eso puede significar asique saco también el mio. Lorena me mira confundida y me susurra que guarde eso que si el profesor me ve me lo quitará. Difícilmente puedo explicarle que es exactamente al revés, que si no lo miro se enfadara. Le digo que este tranquila que no suele fijarse en esas cosas y nada más acabar la frase vibra.
“no sabes lo bien que te queda esa ropa, estas divina. ¿Porqué no me enseñas como era eso que hacías ayer con el lápiz?”
“Ayer estaba sola, hoy esta Lorena, no es lo mismo profesor”
“no te quejes tanto, ¿ayer eras atrevida y hoy eres una cobarde? Arréglatelas y pronto”
No me lo pienso demasiado y empiezo a juguetear con el lápiz en la boca, mordiéndolo un poco, deslizándolo por mis labios suavemente, mordiéndolo otra vez… Miro a Lorena y parece concentrada en los ejercicios. Paso el lápiz hacia mis pezones, que aunque ya están duros con las suaves caricias del lápiz se hacen notar aún más. Miro al profesor, no me quita ojo. Con algo de nervios miro a mi alrededor, por suerte todos mis compañeros están concentrados en sus ejercicios. Yo sigo pasando el lápiz por encima de mi top. Dibujo pequeñas líneas primero por el pezón derecho notando como cada vez el monte es más grande y después en el pezón izquierdo. Cuando ya no pueden endurecer más empiezo a hacer círculos con el lápiz en ellos y empiezo a notar me un poco caliente. Me parece notar que Lorena me mira de reojo y me paro quieta, empezando a hacer los ejercicios apenas unos segundos.
“no creerás que me voy a contentar con eso, te falta la otra mitad del trabajo, empieza a abrir las piernas y a jugar con ese lápiz pronto putita mía”
Miro al profesor preocupada. ¿Sin tanga, al lado de Lorena, masturbarme con el lápiz?, el señala su reloj y entiendo que se está impacientando. Miro de nuevo Lorena que parece estar concentradísima en sus ejercicios. En un movimiento rápido pongo el lápiz entre mis labios vaginales, para mi sorpresa estoy mojadita y no me cuesta mucho color el lápiz en la recta del clítoris. Abro las piernas un poco y con mi mano bajo la mesa empiezo a mover el lápiz arriba y abajo, haciendo que roce una y otra vez mi clítoris. El profesor me mira atentamente y me parece raro que ninguna de sus manos esté encima de la mesa. Le miro, sin parar de mover el lápiz arriba y abajo una y otra y otra vez. Definitivamente ninguna de sus manos aparece por la mesa. ¿Se estará masturbando mirándome?. Me fijo mejor a ver si puedo ver algo, pero la gran mesa de profesor le tapa y no hay ningún movimiento brusco de brazo aparentemente. Empiezo a sentirme bastante caliente y el lápiz empieza a hacer ruidos sutiles debido a mi flujo. Mi respiración empieza a acelerarse, intento no hacer ruido pero no se si lo consigo. Muerdo mi labio y miro al profesor fijamente, pidiendo con mi mirada que me deje parar, que no quiero ser descubierta.
“te ves tan linda indefensa… Sigue solo quedan 5 minutos de clase, cuando acabe la clase yo saldré el primero y cuando recojas tus cosas recuerda olvidar ese lápiz en tu pupitre”
Sigo tocándole aunque bien despacio, de forma sutil. Me parece notar que Lorena me mira de nuevo, pero cada vez que le miro esta haciendo los ejercicios. Paranoias. Miro la hora y solo queda un minuto para que finalice la clase asique saco el lápiz de ahí abajo y lo dejo encima de la mesa, poniéndome a recoger como todos los demás. En cuanto suena el timbre el profesor sale como una bala.
-si que tiene prisa hoy (comenta Lorena)
-si, eso parece, ¿ha dicho si hay que acabar los ejercicios en casa?
-no, no ha dicho nada, pero es lo habitual asique yo por si acaso los acabaré. Mira por ahí viene tu hermano.
-hola chicas, ¿Qué pasa que no tenéis hambre o que? (dice mi hermano acercándose hasta nuestros pupitres)
-si claro que si, bueno Lorena te veo a la tarde.
Miro a mi hermano que no se mueve asique empiezo a caminar yo. En cuanto salimos del recinto empieza a despotricar de mi ropa y de mi actitud. Prefiero no seguirle la corriente y todo el camino hacia casa voy callada. Se que eso le molesta y aún se queja más, pero paso de él. Llegamos a casa y como siempre nos toca comer solos. Sigo caliente de la clase asique como hoy Le toca a mi hermano hacer la comida aprovecho para darme una ducha. Sin decirle nada al pesado de mi hermano, me desisto, cojo una toalla y me voy al baño y cierro la puerta. Tengo que aclarar que en nuestra casa no hay pestillos porque cuando éramos pequeños nos quedábamos atascados y nuestros padres decidieron quitarlos, la única puerta que tiene pestillo es la de mi hermano porque lo puso el hace un par de años.
Entro en la ducha y pongo el agua más bien fría, me meto bajo el chorro de agua y mis pezones se endurecen al instante. Respiro. Intento relajarme. Pero nada me quita de la mente como me he más turbado en clase con el lápiz, al lado de Lorena y como el profesor ha salido corriendo. ¿Se habrá tocado?. La posibilidad que hay de que haya sido así me pone más caliente aún. El agua fría ya no parece tan fría… no me relaja. Me enjabono el pelo y después empiezo con el cuerpo, pero al rozar mis pezones me doy cuenta de que no quiero dejar de tocarlos. Estoy caliente y me gusta lo rico que se siente. No puedo más, una de mis manos llena de jabón se queda jugando en mis pechos, pellizcándolos y acariciándolos mientras la otra mano baja suavemente por mi abdomen y llega a mi vagina para empezar a tocar mi clítoris. Ummm. El agua corre por mi cuerpo pero no me importa, no me molesta, quiero más y aceleró el movimiento de mis manos notándome más y más caliente. Sin pensarlo demasiado y absorta en mi calentura pongo la ducha en modo chorro a presión y lo coloco en mi vagina. Ummm siii eso si es la gloría. Siempre me ha enloquecido el chorro a presión de la ducha. Como otras muchas veces me pongo de rodillas en la ducha, coloco la alcachofa entre mis dos piernas dirigiendo el chorro directamente al clítoris, quedando a pocos centímetros de él y notando la presión del chorro bien intensamente. Me pongo a cabalgar, como si me estuviera follando a ese delicioso chorro de agua. Manoseo mis pechos, loca de placer. Ummm. Se siente tan tan rico. Cabalgo más y más rápido ese chorro de agua que me está llevando a las estrellas. Pienso en cómo me he masturbado en clase y en cómo me miraba el profesor. Me pongo a cuatro patas, coloco el chorro para que esté bien centrado y me meto dos dedos en la vagina, quedando apoyada solo en una mano y en las dos piernas. Sigo moviéndome, sintiendo el chorro a presión en mi clítoris y como entran y salen duro mis dedos de mi vagina. Ummm me gusta. Ummm me gusta mucho y estoy muy muy caliente. Sigo así unos minutos más, muy cachonda follandome bien fuerte con los dedos. Aaahhhh ahhh ummm. Siiii ahhhh ahhh aaaah aaaahhh ahhhh oooohhhh siii así aaaahhh ahhh ahh. Rompo en un orgasmo increíble. Acabo de ducharme y cuando salgo de la ducha veo que la puerta está abierta. ¡Mierda mi hermano!, ¡se me ha olvidado por completo que no estaba sola! ¿Habrá visto algo?.
Salgo del baño algo sobresaltada, en toalla. De camino a mi habitación veo a mi hermano en la suya, en el ordenador.
-¿Por qué has abierto la puerta del baño?
-Llevas 20 minutos duchándote. Sólo te he avisado de que se te va a hacer tarde. ¿No me has oído?
-No, con el agua no te he oído.
-Anda date prisa, que aún te falta comer. Yo ya he comido, me moría de hambre y tu tardabas mucho.
-ok, tranquilo.
Me pongo camiseta y braguita para estar en casa, porque siempre visto así y me voy a comer. La verdad es que la comida está deliciosa, mi hermano hoy se ha lucido. Cuando acabo de comer miro el reloj y apenas queda tiempo para tener q ir a clase. La comida está tan rica que me he inflado a comer y me he quedado más tiempo de la cuenta. Vuelvo a mi cuarto y miro el móvil por si acaso. Efectivamente, ya me parecía raro no saber nada del profesor.
“ponte un modelito sexy pero esta vez que sea más… niña buena. A ver con que me sorprendes ya que te has olvidado de dejar el lápiz como te dije, espero que luego me lo des”
“profe el lápiz lo he dejado encima de la mesa antes de irme estoy segura, como que no está?”
“simplemente no está encima de tu mesa ni en el suelo, si de verdad lo has dejado, alguien lo ha cogido, ya pensaré como puedes compensar la falta del lápiz “
Me quedo pensativa, yo lo he dejado. ¿Quién se lo ha podido llevar? ¿Quizá Lorena que al estar a mi lado se lo ha metido en el estuche? ¿Mi hermano en un despiste?¿Algún compañero que lo ha visto olvidado? Sea quien sea… ese lápiz huele a mis flujos… intento no pensar más en ello.
Busco en mi armario y me pongo un conjunto de ropa interior, una camiseta blanca con tirantes a los costados de los hombros que llega justo a la parte superior del short negro que he elegido. Es corto, pero no en exceso. Me pongo unas deportivas, el abrigo y salgo a ver si mi hermano esta preparado. Efectivamente me está esperando en la puerta. Mi abrigo tapa perfectamente mi modelito asique estoy tranquila, esta vez no me dirá nada. Aunque en mi opinión es un modelito normal, mi hermano es capaz de decirme cualquier cosa. No hablamos nada por el camino y eso rara vez pasa. Estoy preocupada por si me ha visto o incluso me ha oído en la ducha, pero no ha dicho nada. El va a paso rápido como si quisiera llegar a clase lo antes posible. Estoy muy confundida y no se de que hablarle, asique le sigo el paso como si fuera el paso habitual que solemos llevar. Llegamos al edifico y cada uno vamos a un lado, despidiéndonos nada más con un “hasta luego”.
Cuando giro la esquina, allí veo al profesor que va a clase de mi hermano porque yo hoy a la tarde no tengo clase con el. Me mira, pone cara de pocos amigos… abro el abrigo y me lo quito. No deja de mirarme, pero no dice nada. Sigue caminando y veo que saca el móvil y se exactamente lo que eso significa. Saco el mío y entro en mi aula. Ahora tengo dos horas de clase de artes asique debo dejar las cosas aquí e ir al aula de arte, porque a la profesora no le gusta que llenemos de bolsos, mochilas y abrigos el aula, ya que no tiene percheros.
“he dicho sexy, no como cualquier chavalita. Antes de ir a clase de arte ya puedes quitarte ese sujetador, seguro que esa camiseta sin el luce mas”
¡Que pesadilla! Ahora siempre me va ha obligar a ir marcando pezones todo el día. Suena el timbre. Miro que no haya nadie en clase y me lo quito, nada más guardarlo en mi bolso entra Lorena corriendo a clase a dejar las cosas. Me sobresalto y me giro a mirar quien es. Ella deja las cosas sin dejar de mirarme. Me mira tan fijamente que se me hace extraño.
-¿pasa algo Lorena?
-no, nada. Vamos a clase. (contesta algo sonrojada)
Cuando llegamos a clase veo al profesor Manu con la profesora. La clase está colocada distinta, hay un lienzo grande y una silla al lado. Mis compañeros están sentados en parejas, pero… espera, no sólo está mi clase. ¡Han juntado mi clase con la de mi hermano! Apenas entramos Lorena y yo en clase el profesor se dirige a nosotras.
-Lorena te pondrás con Diego y tu Iris aquí en primera fila.
Miro a ver quien es mi pareja y… ¡el cabrón de mi profe me ha puesto con mi hermano!
-vaya vaya hermanita… ¿y ese modelito? ¿No tendrá nada que ver tu querido profesor en el verdad?
Suspiro y pienso. Esta clase va a ser muy larga.
Continuará…

(si os gusta dejad comentarios y seguiré subiendo. Pido perdón por la tardanza pero no me funcionaba la web. Un saludo)

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