Muy sensual la he tenido que ver, a la madre madura de mi amigo con su vestido de leopardo y luego uno negro en la ducha. Una rubia española madurita para follar con ella en la cocina, ahí se me empina. Ha sido una pasada follármela mientras mi colega no estaba en casa. Nos ha dejado solos y mira lo que ha pasado, me he beneficiado a su madre.
Pero ya comiendo con ella me estaba poniendo malo y mirándola cuando estaba lavando los platos. Porque es al final la he visto desnuda y con las tetas todo salidas y grandes, pero ya en el lavabo.
Sus grandes tetas, su tanga negro, su vestido de leopardo me ha puesto a mil por hora. Su movimiento circular de su culo en la cocina, me decía, ¿quieres mi culo? Soy una mamá caliente, madre madura de tu amigo pero, ¿y qué, hacemos algo?
Madre madura cincuentona del todo follable hot
Me ha puesto a reventar, fantasía o realidad. Uf, demasiado para saberlo con certeza. Pero su coño era toda una realeza, una pieza justo para mi grande polla que sin parar la he tenido que follar y coger. Ahí, en la bañera nos hemos puesto como dos locos enamorados a follar. Además me ha gustado ver sus tetas caídas mientras me estaba limpiando la polla. De esta manera ya me dijo ella: «Si quieres puedes tocar.»
Claro que la he tocado, ella era rubia, con un gran culo y grandes tetas, y era la madre madura que me estaba duchando, algo inusual. Su hijo no estaba. Pero su calidez y ternura filial, me la ha puesto dura al final. Un amor maternal sin igual. Ya que en la cocina ya se me había puesto dura, pero nada comparable con metérsela en la bañera. Ella me limpió, enjabonó y me masturbó.
En definitiva, me la he follado fuerte porque a ella le ha encantado cuando la tenía bien abierta boca arriba. Se la he clavado hasta los huevos, sin importarme lo que dijera su hijo aunque lo supiera.
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