Así que esa madura dogging que me había encontrado por Lloret en la primera parte AQUÍ me dijo de ir a su casa. Su casa, más bien un piso estaba en Blanes, que está muy cerca. Y con ella estuve en su coche. Lo puedo asegurar que fue todo un morbazo irme a casa de una madura que me proponía ir a follar con ella, así, sin conocerla. Durante el trayecto me dijo que era puta, que era escorts Blanes, que era donde vivía. También me dijo que estaba harta de este trabajo.
Total que la empecé a conocer a pasos agigantados en su nuevo pero barato coche. No recuerdo la marca porque en esos momentos no miras ni qué coche es. Solo recuerdo un olor a nuevo y todo un sexo potente a mi lado. Tenía grandes bultos en el pecho, lo cual reprensentaba los tetones o tetas caidas que hace un rato había visto. Y las vi porque me las enseño entre arbustos, yo solo pensaba en una buena follada a cuatro patas.
Del bosque madura dogging a su piso Blanes
De esta manera es cómo transcurrió el trayecto hablando y hablando, mojando y mojando. Se me estaba pringando la polla que era un gustazo. Antes me había enseñado sus tetas gigantes y me había corrido en ellas. Pero ahora ella quería follar por gusto, sin pagar, gratis, porque yo le había gustado. Ya no era esa putas Blanes que me decía que era su trabajo, ahora era una madura dogging con ganas de un buen polvo.
Mi polla gorda por momentos, sus ganas de sexo con sentimientos y en su piso que entramos. Ella no tardó en desnudarse, se puso sobre su cama con una lencería negra de gordas maduras que me volvía loco. Yo empalmé al momento, y así, esa sentada le metí sin miramientos mi pollon en su boca. No dijo que no porque no podia hablar.
Me la estuvo chupando durante un buen rato, me hizo un masaje bueno. Supongo que en su piso y con sus «amigos» que pagan esos masajes eroticos Blanes, los hace como churros. Pero el mío era ¡gratis!
Después la tumbé en la cama, le quité todo y pude ver sus tetas mecerse en la cama grande, sus ganas de polla. La mía, ¡ni más ni menos! que además estaba chorreando y así, se la volví a meter en la boca. Le estaba follando la boca como un descosido a esta madura gorda… seguirá.
Barcelona destaca no solo por sus monumentos sino también por las escorts de lujo en Barcelona. Que igual que en Madrid si la has visitado aquí también hay atractivos turísticos, y vida nocturna. Por esta razón, es el lugar perfecto para conquistar y ligar, salir de copas con tu pareja o, simplemente, disfrutar de la compañía de una mujer. Incluso aunque
estés solo, puedes contratar escorts de lujo en BCN y encontrar el acompañamiento perfecto para pasar una noche única. Si buscas un local para pasar toda la noche con una mujer, nuestras recomendaciones te ayudarán a encontrar los lugares más íntimos y aquellos que ofrecen los mejores servicios.
Bares de copas para tener intimidad
Los bares de copas son la mejor alternativa para relajarse en un espacio ambientado y disfrutar de una noche mágica con tu pareja o acompañante. Barcelona tiene una amplia selección de pubs y locales relajados que, por su música y sus espacios íntimos, le darán un toque especial a vuestra cita.
Le Standard
Le Standard es, irónicamente, algo fuera de lo común. Su decoración y ambientación lo han convertido en un lugar muy relajado donde disfrutar de unas copas resulta una experiencia inolvidable. Si buscas sentirte como en casa, sus sillones son perfectos para acomodarse en pareja y conversar toda la noche. El ambiente íntimo se completa con proyecciones en la pared que juegan con la iluminación del lugar y convierten su entorno en un espacio reservado. Los cócteles son la especialidad de la casa e, incluso, puedes elaborar un trago eligiendo tus
propias combinaciones.
¿Dónde? Carrer del Topazi, 24, Gracia
Escorts de lujo en Barcelona lo mejor y más cerca de mi
Mau Mau Underground
Mau Mau Underground es uno de los bares de copas más íntimos para disfrutar una velada en buena compañía. Las mesas, iluminadas por velas, son el escenario perfecto para entablar una conversación agradable que dure toda la noche. Mau Mau se especializa en cañas y copas con más de 20 variedades de vodka y ginebra. Los amantes de los ambientes relajados con escorts de lujo en Barcelona, encontrarán aquí el lugar perfecto para desconectarse del mundo y regocijarse del placer de estar bien acompañado.
¿Dónde? Carrer En Fontrodona, 35, Pueblo Seco
Big Bang Bar
Una cita íntima no estará completa sin buena música. Por eso, Big Bang Bar ofrece música en vivo y programas de jazz que deleitarán a quienes busquen un momento agradable. Además, el bar cuenta con otras actividades que pueden disfrutarse en pareja, como lecturas de poesía y representaciones teatrales. Buena conversación y un buen entretenimiento resultarán en una cita mágica.
¿Dónde? Carrer d'En Botella, 7, El Raval
Miradores románticos
Si lo que buscas es un espacio romántico donde terminar la cita después de tomar unas copas, los miradores de Barcelona son el lugar ideal para cortejar a una mujer. Tan solo prepara una botella de vino, dos copas y sorprende a tu pareja con las vistas a la ciudad. Los búnkeres del
Carmel o los jardines Montjuic son sitios encantadores que enamorarán a cualquiera y le darán un toque final único a tu cita.
Este relato no tenía pensado escribirlo sobre una escort en Madrid pero me he animado dado la cantidad de erotismo que he encontrado en esta web. Y además, mi historia es una más, una vivencia que está llena de fantasía y realidad.
Me encuentro un sábado otra vez solo en casa, como el de la película pero con algunos años más; mi novia de toda la vida me dejó hace cuatro meses por otro, que ni lo conozco. Vaya tela marinera. Al parecer mejor que yo, porque si no, no entiendo su cambio.
Mis amigos ya no son tantos, dicen que se pueden contar con los dedos de una mano, pero ni eso. Antes salía mucho con ellos pero ahora prefiero estar en casa, o como solía hacer antes, estar con mi novia. Mi amada novia, mi lejano recuerdo y mi cercana nostalgia.
Hasta hace poco no sabía lo que era una escort, pero ese sábado, el día en el que me liberé, no lo dudé ni un segundo. ¿Prefería estar en casa solo o estar con una chica bella, sensual, morbosa, simpática y muchas más cosas más?.
Pues lo segundo. Así que llamé a Bárbara, una escort en Madrid era su título de bienvenida, me pareció exacto para mí; la pude localizar y seleccionar entre una multitud de bellezas por internet. Se presentaba sensual, agradable, delgada, brasileña y culona. He dicho culona!, sí, lo he dicho, porque solo decirlo me acuerdo de su precioso, enigmático y encantador culo. Era y es toda una belleza.
Bárbara, toda una escort en Madrid que nunca olvidaré
Nos citamos a las 10 de la noche, enfrente de la Puerta del Sol, era como comer las uvas, pero otro día y no uvas, sino peras. Menudas peras, dulces y acarameladas. La verdad, no soy de decir vulgaridades, y menos aquí, y en mi primer relato, pero tenía y poseía una peras que ni Afrodita en sus mejores días.
Su nombre ya denotaba algo feroz, salvaje, fiero, asalvajado, natural, enorme, y alocado; justamente fue como la noche: alocada. Bárbara retumbaba en todo el restaurante, en toda la habitación, en toda la Puerta del Sol.
Fuimos a cenar, yo llevaba dinero, no me importó pagar la cena y pagar lo demás. Era nuestra noche, Bárbara tenía una voz sensual y misteriosa, lejana y cercana, sublime y erótica. Dicen que a una chica no la conoces hasta que no estás con ella en la cama, en la intimidad; he estado con miles de amigas de la Universidad y no sé ni cómo duermen, ni cómo comen, ni cómo imaginan, ni cómo nada.
Solo las he visto tomando pesados apuntes, hablando y hablando de sus cosas, de sus novios, de sus deseos, de sus tonterías, de esto y lo otro, y no les he visto ni una teta. Toda una frustración. Una pena de años universitarios perdidos, de tetas no vistas.
A mi nueva amiga escort de la noche madrileña, encima de agradable y complaciente, le vi los pezones resplandecientes, nada más empezar la noche. Y no tuve que esperar ni un trimestre, ni un mes, ni un día: fue cuestión de horas.
La cena fue tranquila y no fue puro trámite, se vivió con intensidad y moderación, porque ahí la pude conocer, escuchar y observar.
Cena y hotel con Bárbara una escort discreta
Una vez cenamos a gusto y en proximidad, nos fuimos al hotel que yo había reservado. Habitación de lujo, en la última planta, con todo tipo de comodidades: jacuzzi, cava, pantalla grande de cine, cama de agua y cama normal, lo cual, nada era banal.
Ella, nada más entrar se descalzó, y su delicado y fino vestido de noche, lo hizo caer, deslizándolo por su suave piel. En menos que pude decir, ¿te gusta la habitación?, ella ya estaba preparada. Fue la sorpresa más agradable de la noche, cómo se nota que tiene experiencia, y no mis pesadas compañeras de pupitre que solo sabían hablar de axiomas, de senos y de cosenos. Estudié matemáticas, que se me había olvidado decirlo.
Un masaje erótico con una escort en Madrid relajante
¿He dicho senos? Coseno y senos los de mi amiga sensitiva, perfectos para mis manos, encima de ser respetuosa y educada, era sensual y delgada. La educación me excita en una mujer, odio a las mujeres vulgares y que se creen que por tener dos tetas y un coño lo tienen todo hecho y dicho. Conmigo no es así.
– Mis masajes eróticos son excelentes, tengo un culo que te hará ver las nubes y mi final feliz es más alegre que una tarde en Porta Ventura.
Esas palabras me dejaron fuera de servicio, qué inocente y qué atrevida a la vez, una escort en Madrid y solo para mí y no sabía qué hacer; pero la verdad que su trasero me excitaba más que a un toro de campo abierto.
– Te puedo ver por detrás, el culo me refiero.
Ella no lo dudó ni un instante, se giró y con una ligereza de un gato asustado, pasmosa se cogió las nalgas e hizo la abertura u obertura correspondiente. Vi a la perfección el ojete de una escort en Madrid, lo que yo quería. Además aprecié con qué profundidad estaba hecha la brasileña Bárbara.
– ¿Te gusta amorcito?
– ¿Que si me gusta?… que sí, me gusta- afirmé con rotundidad.
Y seguirá, porque hubo tela marinera…
PD. Las fotos eroticas son ya en mi casa, hace un mes, con Bárbara desinhibida. Ya tenemos confianza. Si queréis más relato solo tenéis que comentarlo de una escort en Madrid.
Hace tiempo que quería escribir algo sobre escorts en Barcelona, pero no me decidía, he creído que éste es un lugar apropiado y lo voy a hacer. Soy, o eso dicen, guapa, atractiva, y aunque parezca lo contrario, nada presumida. Lo que ocurre es que escucharlo todo el día lo mona que eres, al final lo asimilas, lo retienes y lo haces tuyo. Desde hace tiempo me dedico al porno, soy una de las actrices porno más cotizadas en España, soy de Barcelona; entré en este mundo por pura casualidad. Una amiga me dijo que hacían un casting para una película porno que se iba a rodar aquí, en Barcelona, me presenté, y entre muchas chicas me escogieron a mí. Fue la protagonista porno novata.
Hoy día, a mis veinticinco años continúo trabajando en la industria de la pornografía, no me va mal, así que no hay por qué rechazarlo. El otro día, una amigo me comentó algo que hasta ahora nadie me había dicho: me propuso trabajar de chica de compañía, es decir, como escorts en Barcelona. El mundo del porno y el de las chicas de compañía están algo relacionados pero sin ser lo mismo. El erotismo en la vinculación directa entre ambos. Algo que a mí, me enloquece.
Escorts en Barcelona y actriz al mismo tiempo
Resido en Barcelona, y trabajo aquí, la propuesta para pertenecer a este grupo selecto de escorts en Barcelona, he de reconocer que al principio la recibí con cierta sorpresa y estupefacción. Pero inmediatamente supe que aceptaría, no había por qué dudar. Y lo supe porque sería cerrar el círculo. Una actriz porno, actúa, interpreta, al final somos actrices que actuamos delante de las cámaras. Ser escort era más real, leal conmigo misma, más natural.
Quería combinar realidad con ficción, el mundo del día con el de la noche. Símbolos con caras, pantallas de cine con citas cercanas. Me dio la referencia de una de las agencias más importantes y de alto standing de la Ciudad Condal, de lujo, con chicas bellas, discretas y cariñosas, así que no me lo pensé mucho.
Chicas de compañía y escorts: un tabú irresistible
Soy de las que se mueven por impulsos, por eso de las escorts en Barcelona que hay, soy de las más calientes o eso cre yo. Porque me muevo por primeras sensaciones. Creo que si lo piensas mucho estás adulterando y modificando la primera reacción. Mi actual trabajo de chica de compañía en Barcelona, hace que pueda ver la realidad que tantas veces se nos niega ante las cámaras. El espectador que observa una película porno no piensa, o eso creo yo, que nosotras estamos actuando y nos regimos bajo unas directrices muy estrictas.
No tenemos mucha libertad de movimientos aunque nos mostremos por completo. Eso es lo que crea la duda, nuestra visible y notoria desnudez, y es eso justo lo que provoca la dualidad realidad y ficción. Pero yo aseguro, que hay más ficción que realismo.
No cambiaría mi actual trabajo por nada: ellos lo agradecen
Cada día veo caras de satisfacción, acompañar a alguien, hacerlo feliz, estar cerca de él, poder sentir y ver, pensar y meditar, gozar y hacer gozar; todo eso son detalles que cuando actúo no encuentro. Actuar ya lo dice la palabra es interpretar, es ser otra persona. Ante el objetivo soy otra mujer, una actriz porno, una de las mejores, sí, pero otra; pero cuando me cito, no digo excito, o me requiere algún señor o cliente, ahí soy yo. Por mucho que sea un trabajo, ahí no actúo, no finjo, no me desdoblo. Solo tengo una versión y es la real y más leal: cuando trabajo de escorts en Barcelona.