Vivo en una ciudad en la carretera nacional dos, entre BARCELONA y la frontera no soy puta amateur ni nada parecido. Pero cuando voy de compras, siempre me fijo en un puticlub de carretera que está al lado de la gasolinera que suelo utilizar para repostar. No importa a qué hora pase, en el aparcamiento del puticlub siempre hay muchos coches y camiones.
Leyendo un folleto de propaganda que había en un diario , encontré un anuncio del puticlub. El anuncio estaba dedicado, lógicamente a los usuarios, pero al pie del anuncio, en un pequeño recuadro, decía que buscaban chicas y mujeres ,para el oficio mas antiguo del mundo , PUTA , daba un número de teléfono. Tuve un impulso de llamar, pues sentía curiosidad por saber lo que ganaban las chicas, pero casi inmediatamente deseché la idea y dejé el folleto junto con los demás papeles que tenía que tirar.
Llamé al teléfono y, casi cuando iba a colgar pues no atendían el teléfono, una voz de hombre dijo:
– Diga.
– Llamo por el anuncio. – le dije.
– Ah, sí, dime. – respondió un hombre demostrando, en el tono de su voz, interés.
– Quería saber las condiciones del trabajo.
– Verás, por teléfono no puedo informarte, tiene que ser en persona.
No me esperaba aquella respuesta y no supe qué decir, pero hombre me preguntó:
– ¿Cómo has conseguido el teléfono?
Le dije cómo lo había conseguido, que un amigo que era magnifico cliente me lo había dado, era GROSS mucho, entonces ella me dijo:
-, preguntas por mí y te explico todo lo que quieras saber.
La conversación no duró mucho más. Le comente al hombre y dijo que así se ganaría un dinero extra
Durante toda la semana estuve muy excitados y no dejaba de pensar en el tema, dudando si irnos a la entrevista a no.
Nunca había estado en aquél PUTICLUB pero sabía dónde estaba, ya antes había llamado por teléfono.
Llegó la noche y me preparé para salir. Me puse una micro falda que casi dejaba ver mis braguitas y zapatos de tacón alto , una camisa que aunque holgada con gran escote dejaba intuir mi pechos; y una chaqueta beige. Me duche me pele coño y me pinte las uñas de los pies y de las manos de rojo me hice una permanente mi pelo rubio…me maquille con exceso mis ojos y la los labios carnosos de rojo comepollas ,estaba provocativa Ya lista salí en busca del primer burdel que había encontrado en internet cerca de mi ciudad Barcelona.
Puta amateur buscando sitio en el local
Está a las afueras de la ciudad, es grande y lleno de luces tenues de tonos morados y rojos, había varios coches aparcados en el parking privado.
Entré por la puerta y me encontré de frente con la recepción, una mujer rubia madura de unos 50 años me atendió:
-Buenas noches ¿que desea?.
-Buenas noches, ¿podría hablar con el dueño o director del club?.
-¿Con que motivo?.
-Soy periodista y me gustaría hacer un reportaje en su local.
-Espere un momento.
La señora salio por una puerta trasera cuya puerta no era más que la típica túnica-cortina morada de este tipo de clubes en las películas. Al minuto volvió.
-Acompáñeme.
Traspasamos la cortina.
-La última puerta a la derecha, allí le atendera el dueño.-me dijo-
– Hola. – me dijo José un hombre que se esforzaba en aparentar que tenía treinta y tantos años pero que sin duda tenía diez más, con una sonrisa de cortesía.
– Hola, hablé contigo hace unos días. Vengo por el anuncio. – le dije.
– Ah, sí. – respondió sin mucho convencimiento. Estás casada?
– NO .mi esposo se largo a Suramérica con otro hombre ,ha salido del armario a los cuarenta años , y me dejado con la hipoteca y las deudas, tengo dos hijos… y me han dicho que eres una persona legal
El torció el gesto y dijo que preferían chicas solteras o divorciadas y entonces, instintivamente, le dije:
– Mi marido me ha dejado en la miseria ni siquiera tengo dinero para sepárame ,por favor necesito dinero extra aparte de mi trabajo de dependienta , es que la familia necesitamos el dinero. -No hay problema.
-Y una única condición más…- me dijo mientras se levantaba y se sentaba en la esquina del escritorio frente a mi.
-Dígame.
-No hace falta que le diga que es preciosa y por lo que intuyo posee un cuerpo de escándalo…además vistes y estas mucho mejor que muchas putas que tengo aquí…tienes unas piernas magnificas separa las piernas ..las separe y mostré mis bragas, además eres un poco guarrilla y eres magnifica. -Bueno, gracias.- dije con sonrojo y asustada por lo que me podría proponer.
-¿Qué le parece participar en un show la noche viernes?-dijo con condescendencia.
-He venido a eso.- dije firme.
-Además le daría un gran incentivo, antes de que diga nada le diré que más de 300€ por sola noche , de un par horas , voy corto de personal .
-Es mucho dinero pero es lo que más me interesa. Creo que si.
.
La sonrisa volvió al rostro de José
– Tengo que verte desnuda. Ahí puedes dejar la ropa. – me dijo señalando un sillón.
Me desnudé delante de José, que me miraba sin perder detalle. Cuando terminé, ella se acercó y me miró con más detalle, tocó mi pecho y apretó mi culo.
– ¿Cuántos años tienes? – me preguntó.-tenía 43 pero le dije le dije – que tenía 39 años.
– Ya puedes vestirte. – me dijo.
Lo hice y cuando terminé José me preguntó.
– ¿Has hecho esto antes?
– No.
– ¿Y estás decidida?
– Sí.
– Si estás decidida a hacerlo no hay problema, pero es imprescindible que sepas que, aunque tu eliges los clientes que llevas a la habitación y decides lo que haces y lo que no, te puedes encontrar con algo que no esperabas. Algunos hombres que parecen amables y educados, son borrachos , se vuelven violentos y maleducados, cuando están en la cama con una mujer.
Lo que me decía José vez de desanimarme, me impulsaba a dar el paso, pues quería ser follada en plan salvaje.
GROSS me dijo que tenían par clubes, uno el que conocía y otro un poco más lejos de mi casa. Que ellos se limitaban a alquilar las habitaciones, a las chicas, que cobraban en función del día de la semana y del tramo horario. Las habitaciones las alquilaban por tramos de 4 horas. Que todas las habitaciones tenían JACUZZI completo. También yo elegía a los clientes y lo que hacía con ellos y el precio. Que los clubes estaban abiertos las 24 horas, que tenían vigilantes de seguridad las 24 horas y el aparcamiento estaba vallado para que no se viesen los coches desde la carretera. Además, yo tenía que entrar al club por la puerta del motel, no por la del bar, que mientras no me conociesen los recepcionistas dijese que iba de su parte y que quería una habitación.
También me dio algún consejo: Respecto a la ropa me dijo que utilizase ropa de calle para llegar al hotel y que en la habitación, antes de bajar al bar, me pusiese la ‘ropa de trabajo’, me recomendó la minifalda y camisetas de pantera o blusas escotadas sin sujetador, con medias de red , gusta mucho a los clientes, una pelo rubio, me quedaría muy bien y bien maquillada . Me dijo que no buscase los clientes, que fuesen ellos los que me buscasen a mi, que me sentase en una mesa o en la barra y que esperase a que alguien se acercase. Que, si no conocía al cliente, hablase un rato con él, antes de subir a la habitación y que acordase allí el precio y lo que íbamos a hacer. Que si tenía algún problema en la habitación con un cliente que no pudiese controlar yo, que llamase a recepción y que dijese que necesitaba ayuda y que enseguida subiría el chico de seguridad. Me dijo cuáles eran los mejores días y horas, el tipo de clientes habituales y los precios que solían cobrar las chicas, aunque cada una podía cobrar lo que quisiese.
Los últimos consejos que me dio fueron que utilizase siempre el preservativo, que antes de que me la metiesen me fijase en la polla del tío para ver si tenía alguna infección y que después de hacerlo me lavase el sexo, con un desinfectante vaginal y si se la había chupado con un desinfectante bucal y fuese al ginecólogo cada dos o tres meses y en cuanto notase algo raro en la vagina.
Durante toda la tarde estuve pensando en lo que me había dicho José: . Ese horario no era el mejor pero, según me había dicho José, tampoco era malo porque a esa hora no había muchas chicas. No estaba decidida a hacerlo pero cuando llegó mi hijo , le dije que saldría con nueva pareja, el fin de semana ,que no me esperada …una mentida piadosa . Aquella noche apenas dormí: me imaginaba haciéndolo con un negro de brazos fuertes, me sentía toda una puta amateur, novata. Además, él me llamaba puta mientras me follaba con fuerza.
El puticlub estaba en un gran polígono industrial. Me importaba el dinero, pues para mi era pagar deudas . Pensé también en la ropa de trabajo: una minifalda que sólo me ponía cuando estaba de vacaciones en la playa, porque era bastante corta, y una blusa, sin de ropa interior ,más sexy que tenía. Pero después fui a comprar A UN SEX SHOP , un minivestido rojo con cremalleras en los pechos y de arriba abajo y un gran escote en la espalda ,con medias rojas abiertas en centro. También tanga rojo ,y botas altas con y tacones de 15 centímetros además de una bonito collar negro .También fui a la peluquería con un baño rubia platino .
El viernes , cuando se fueron mis hijos, hice las tareas de la casa todo lo rápido que pude, después me duché y me vestí como para salir de compras, guardé en una bolsa de compras la ‘ropa de trabajo’ y una caja de preservativos que había comprado en el supermercado y me fui.
Puticlub lleno de chicas extranjeras
Llegué al puticlub a las 11:45, busqué un aparcamiento lo más discreto posible y cercano a la puerta de entrada al puticlub y antes de salir del coche, miré si había alguien que pudiese verme. No vi a nadie y salí del coche. Caminé decidida hacia la puerta, sin apenas mirar a mi alrededor, entré y me acerqué a un pequeño mostrador donde había un chico.
– Hola, vengo de parte de José, soy la nueva Paqui. – le dije.
– Son 50 euros por 4 horas. Por adelantado.
Saqué el dinero del bolso, le pagué y entonces me dio una llave, la ropa de la cama y una toalla y me dijo:
– Cuando te vayas metes la ropa de la cama y la toalla en esta bolsa y me la devuelves. Tienes que dejar la habitación recogida.
Después y me señaló la escalera que conducía a la habitación.
Subí las escaleras y llegué a la habitación. Después de dejar el bolso y la bolsa sobre la cama de matrimonio redonda que ocupaba prácticamente toda la habitación , con espejos delante detrás en techo ,y con tv ,con películas porno de todos los temas ,, miré el cuarto de baño, pues es lo primero que hago cuando llego a un hotel, tenía un plato de ducha y un bidet y todo estaba muy limpio. Al rato comencé a desnudarme, me puse nerviosa y dudé si continuar, pero estaba muy excitada y eso me empujó a continuar. Cuando me puse las medias de red , mi corazón latía a tope. Terminé de vestirme y me arreglé el pelo, me puse la pelo una cola de caballo de rubia platino ,me maquille muy exageradamente ,me pinte los ojos y con un lápiz de labios de color rojo me pinte mis grandes labios de comepollas y puta amateur. Luego, el coño me lo depile de una forma peculiar es como la marca del puticlub en forma de w la parte de la raja era parte central del la w con cabello muy fino y significaba la w de whore en ingles en español puta . Me miré en el espejo y me dije es una locura pero tengo que hacerlo, para olvidar esto es trabajo .Me hice varias fotos con el móvil tanto desnuda como vestida de puta…
Antes de bajar tuve que sentarme en la cama, antes de bajar tuve que sentarme en la cama pues las largas piernas me temblaban. Tardé diez minutos en tranquilizarme, después me levanté y salí decidida de la habitación.
Cuando bajaba por las escaleras me encontré a una pareja que subía y tuve que apartarme para dejarlos pasar. Ella era extranjera era brasileña y era muy atractiva. El recepcionista me miró con descaro cuando pasé por delante de él en dirección al bar, pero no me importó, pues estoy acostumbrada a que me miren los hombres de esa forma.
El bar estaba bastante oscuro, iluminado con luces tenues y de color rojo pero se veía bastante bien. Era bastante grande, con una gran barra en forma de ele en una esquina y mesas pegadas a las paredes. En el centro había una pequeña pista de baile, con luces giratorias, pero a aquella hora no había nadie bailando.
En las mesas no había nadie, en la barra había dos grupos, bastante cerca uno del otro, hablando bastante alto. Me alejé cuanto pude y me senté de espaldas a ellos en un taburete. El camarero se acercó, le pedí una vodka con coca-cola y antes de que me la trajese se me acercó un hombre.
– Hola, ¿cómo te llamas? – me dijo le dije que era África, un nombre inventado, es el nombre que me dijo que utilizada GROSS .
Lo miré sorprendida: era un hombre bastante guapo, de raza negra , de poco más de cuarenta años, no era muy corpulento, trabajaba en el campo , pero tenía unos brazos muy fuertes, y vestía con pantalón y camisa de zara.
él me miró de arriba abajo, especialmente abajo, pues la falda apenas me tapaba el pubis . Cuando dejé el vaso en la barra él puso su mano en mi muslo ,después me medio los dedos en la raja y después cogió la blusa de pantera y la bajo dejando mi pechos a la vista metió la mano dentro del vestido acariciando los pezones y adamas pellizcando los pezones erguidos, ,,y me preguntó:
– ¿Cuánto el polvo?
Tardé unos segundos en reaccionar, él repitió la pregunta porque supuso que no le había entendido.
– CIEN. Lo valgo – le dije y entonces él me hizo un gesto para que me levantase. Antes de levantarme le mostré mi palma de la mano para que me pagase, y él sacó su cartera del bolsillo del pantalón y me pagó. Guardé el dinero en el bolso, le di otro trago a la coca-cola y nos fuimos.
En cuanto entramos en la habitación y dejé el bolso, él me agarró por la cintura con uno de sus brazos y me apretó contra su cuerpo, mientras con la otra mano apretaba mi culo, primero por encima de la falda y después por debajo. Quiso besarme en la boca. Enseguida sentí sus dedos en mi raja. En uno de los movimientos me hizo daño en la vagina, y grité de dolor e intenté separarme, él aflojó sus brazos y conseguí separarme. Aproveché entonces para quitarme la ropa , la micro falda negra ,el top de pantera ,solo con medias de puta amateur y tacones altos . Él hizo lo mismo. Terminé de desnudarme antes que él, y aproveché para sacar el preservativo del bolso, y cuando terminó de desnudarse, hice lo que me había dicho José, me agaché como si quisiera chupársela y le miré el pene. Lo que más me llamó la atención era muy grande, el más grande que había chupado era un palo negro tieso, con poco vello Era más largo que el de mi ex -marido pero me asusté por el tamaño. Le acaricié el pene, y él me agarró la cabeza con una mano y me puso la boca delante del glande. Comencé a chupársela y él empezó a estrujarme las tetas con sus manos. Poco después me levantó, y entonces le entregué el preservativo que tenía en la mano y le dije que le tenia de poner me puse en la boca y mientras entraba la polla en mi boca me puse el condón entre los labios y mientras le comía la polla desplegaba el condón . Lo hizo y entonces, abrí la cama y me tumbé, él se subió en la cama, se puso entre mis piernas, me las abrió más de lo que ya estaban, metió su cabeza en mi coño y empezó a comerme el coño y a jugar con sus dedos en mi vagina.
No me gusta especialmente que me hagan sexo oral, pero aquella vez, fuese porque estaba muy excitada o por el poco cuidado que lo hacía, estuve a punto de correrme. Le dije que me follase, no sé si me entendió pero poco después se incorporó y me la metió.
Sentí entrar su polla hasta lo más hondo de mi vagina, me abracé a él, me dio una embestida fuerte, cerré los ojos y me abracé con más fuerza. Cuando comenzó el mete-saca pensé que se correría enseguida porque lo hacía bastante rápido. Le dije que no lo hiciese tan rápido pero no debió de entenderme porque siguió moviéndose al mismo ritmo. Le puse las manos en el culo para, con mis manos, marcarle el ritmo con el que quería que lo hiciese, y esto pareció entenderlo porque empezó a moverse al ritmo y con el empuje que yo quería.
Las sensaciones que tenía eran completamente diferentes a cuando lo hacía con mi ex -marido. Empecé a sentir los primeros síntomas del orgasmo y me preparé abrazándome con fuerza a él. Un minuto más tarde comenzó el orgasmo, solté un fuerte gemido, me retorcí, mi vagina convulsionó con fuerza, y entonces le hombre empezó a moverse con mucha fuerza y rapidez. Mi orgasmo, que suele ser muy rápido, no decaía, por el contrario, continuo y cuando el hombre me daba sus últimas embestidas, tuve un pico de placer muy intenso. Nunca antes había sentido nada parecido.
el cliente jadeaba inmóvil encima de mí, mi vagina palpitaba, yo no tenía fuerzas para hablar. Un poco después conseguí que el hombre se retirase.
el hombre negro , se levantó se quitó el preservativo y me lo entregó, como diciéndome qué hacía con él. Agarré el preservativo, me levanté y lo tiré en el bolso . Me sentía un poco mareada. Volví a la habitación. se estaba vistiendo. Me senté en la cama y lo miré como quien quiere recordarlo para siempre. Cuando terminó de vestirse me levanté para despedirme, él me tocó las tetas, me dio unas palmaditas en el culo , ME DIJO :ERES LA MEJOR PUTA QUE HE ESTADO Y ESO QUE ERES PUTA AMATEUR y se fue si antes hacerme una foto de móvil que os mando .
Me sentí como la primera vez de una puta amateur
Tuve que tumbarme en la cama porque me sentía un poco mareada. Pensé en lo que había ocurrido, me dije que había sido una locura pero que había disfrutado muchísimo.
Diez minutos después, ya recuperada, me levanté de la cama, me lavé , me vestí, recogí la habitación y me fui.
volví al puticlub hasta una hora más tarde .
–
Había pocos clientes. Vi a un par de hombres con dos chicas sentadas en una mesa y una chica, sola, en la barra, sentada en un taburete. Continué hasta la barra y me senté en el mismo sitio que la primera vez. Pedí una coca-cola al camarero y entonces se me acercó la chica que estaba en la barra.
– Hola, ¿eres nueva? Nunca te he visto por aquí.
Le dije que sí que era la segunda vez que venía.
Me dijo que se alegraba de encontrar a una puta amateur española pues la mayoría de las chicas eran extranjeras. Me preguntó de dónde era y dónde había trabajado antes. Le respondí con medias verdades porque no quería darle mucha información. Como me reconocí nueva en el oficio, me estuvo dando consejos que yo escuchaba con atención y le agradecía. Los consejos eran muy variados, desde cómo distinguir a los que sólo vienen a mirar o calentarse y los que vienen a follar, hasta cómo fingir el orgasmo.
La conversación la interrumpió un grupo de ALBAÑILES que entraron en el bar y se nos acercaron. Eran cuatro .Dos eran jóvenes, uno era árabe y alto y unos treinta años y los otros dos pasaban de cuarenta. No era necesario animarlos porque ya venían animados, pero mi compañera, los provocó de palabra —preguntándoles si nos iban a echar un polvo— y con hechos —pues, como llevaba una minifalda de vértigo y un vestido escandaloso y estaba sentada en el taburete, todos se nos veían coño desnudo recién rasurado ,con labios vaginales abiertos , y a uno de los hombres, el que se veía más lanzado, le tocó el paquete. Yo apenas hablaba y el más descarado de los cuatro me preguntó si el gato me había comido la lengua, mi compañera salió en mi defensa y dijo que era tímida, y entonces el hombre se acercó a mí y metió su mano entre mis piernas. Cerré las piernas pero sentí el roce de sus dedos en mi coño.
– Abre las piernas. – me dijo el hombre en tono casi amenazador. Abrí un poco las piernas, lo suficiente para que pudiese tocar un poco y cuando lo hizo le dije:
– Si quieres continuar tienes que pagar.
Le quité la mano y cerré las piernas.
– ¿Cuánto cobráis? – preguntó uno de ellos.
– Cien el polvo, 50 la mamada. – respondió mi amiga.
– Que somos cuatro, tenéis que hacernos descuento. – dijo otro de los hombres.
– Es lo mínimo.- respondió mi amiga.
– ¿Quiénes serán los primeros? – les preguntó. Ellos se miraron y enseguida se pusieron de acuerdo: serían los mayores los que irían primero.
El hombre que me había metido mano me agarró del brazo levantándome del taburete y me dijo:
– Vamos.
– Cuando regresen subís vosotros. Os esperamos con las piernas abiertas. – les dijo Pepi los otros dos.
Subimos los cuatro juntos. La habitación Pepi estaba casi al comienzo del pasillo y la mía estaba casi al final.
Cuando entramos en la habitación le pedí el dinero al albañil, lo guardé en el bolso, y saqué el preservativo.
– Tienes que ponértelo puta amateur.
Me dijo que prefería hacerlo sin preservativo, le dije que no, insistió, diciendo que no había problema, le dije que no de nuevo, me ofreció 20 euros más, volví a decirle que no y le dije que si no quería hacerlo con preservativo le devolvía el dinero, entonces aceptó.
Comencé a desnudarme y entonces él se acercó, me agarró por la cintura y metió su mano entre mis piernas con fuerza y me apretó el coño por encima de la braga. Separé mi cabeza todo lo que pude pues no quería que me besase, pero él tampoco tenía interés en hacerlo. Unos segundos más tarde, apartó mis bragas de toda una puta amateur sin experiencia y tocó mi coño con rudeza y dijo:
– Me gustan los coños engrasados.
– Ve con cuidado, vas a hacerme daño. – le dije.
Seguí uno de los consejos que me había dado Pepi, le desabroché el pantalón, metí la mano dentro y comencé a masturbarlo. El truco surtió efecto porque enseguida el hombre me soltó y me dijo que me desnudase.
Lo hice, esperé a que él terminase de desnudarse y entonces me tumbé en la cama, no sin antes obligarle a que se pusiese el preservativo.
Tenía un pene pequeño y casi ni me enteré cuando me la metió. A al rato me puse a cuatro patas, el me cogió por las caderas. Sentí los escupitajos calientes dentro de mi ano de puta amateur . El albañil que me tenía su pequeña polla toda dentro de mi culo , el culo estaba feliz. Me la sacaba totalmente y chocaba sus genitales con mis nalgas. Luego me la metía sin contemplación, me daba chuzo un rato. De pronto se quedó quieto y me dijo: «voy a darte un regalito ricura», se fue quedando concentrado, y al momento supe lo que iba a hacerme. El desgraciado estaba corriéndose en mi culo … dentro de mi culo, dentro del condón lleno leche caliente . Fingí unos gemidos y cuando el hombre estaba a punto de correrse fingí un orgasmo y cuando terminó le dije que había estado muy bien. Eran consejos que me había dado Pepi.
El albañil antes de irse me dijo:
– Ahora subirá el compañero.
Me lavé en el bidet y esperé la llegada del otro cliente, que no sabía cuál de los dos sería pero que tampoco me importaba demasiado.
Me lavé en el bidet esperando otro cliente
Cuando llamaron a la puerta la abrí. El hombre se quedó un poco sorprendido al verme desnuda y tuve que decirle que pasase. El cliente era el albañil arabel de complexión , alto y fuerte .
Le pedí el dinero y le dije que tenía que usar preservativo. Este no opuso resistencia. Me pagó y comenzó a desabrocharse la camisa. A medida que descubría su pecho mi excitación aumentaba: tenía un pecho precioso, fuerte, plano y velludo. Se sentó en el borde de la cama para quitarse los zapatos y yo seguí mirándolo todo el rato. No me había fijado antes en él y ahora que lo hacía, me gustaba. Cuando estaba terminando de quitarse los calcetines me acerqué a él, me puse de rodillas, le desabroché el pantalón y tirando del pantalón y de los calzoncillos simultáneamente, descubrí su sexo.
El chico se recostó en la cama y yo comencé a acariciarle la polla monstruosa , al menos 35 centímetros y muy gorda, con las manos y la boca para que se le levantase. A medida que su polla aumentaba de volumen mi excitación también lo hacía. Los testículos eran enormes y no dejé de tocarlos y de lamerlos hasta que el pene se puso a tope. No era un pene muy largo pero era tan grueso que mi mano no lo abarcaba y casi no me cabía en la boca.
– Ponte el preservativo. – le dije.
Él se incorporó, acabó de quitarse los pantalones, se levantó y se puso el preservativo, yo me tumbé en la cama y abrí las piernas pero él me dijo:
– Ponte tú encima , lo harás sin condón ,puta.
Lo hice era una polla como nunca había visto.. Me puse de rodillas, con mi sexo sobre su pene, agarré el pene, lo apunté en mi raja y me lo metí dentro. Al sentir mi raja dilatarse para dejar entrar el pene me estremecí: nunca había sentido nada igual. Apoyé mis manos sobre su pecho, el me agarró las tetas con fuerza. Comencé a moverme hincándomela con fuerza y sacándola lentamente. Cada vez que el pene entraba dentro de mi me estremecía. Tenía los ojos cerrados pero sabía que el hombre me estaba mirando y esto me excitaba aún más. Seguí moviéndome del mismo modo y él siguió apretándome las tetas con fuerza. Poco después, empecé a gemir, era el primer síntoma de la llegada del orgasmo, seguí follándolo del mismo modo pero más rápidamente hasta que me corrí.
Me dejé caer sobre su pecho. Mi vagina palpitaba y yo estaba algo mareada.
– No te pares, todavía no me he corrido. – me dijo, continuando él los movimientos.
Volví a levantarme y continué los movimientos pero ya no podía hacerlo del mismo modo, entonces me dijo:
– Ponte tú debajo.
Lo hice y él me la clavó con fuerza. Comenzó muy rápido y un minuto más tarde yo tuve otro orgasmo muy grande, después reanudó los movimientos pero ahora, lentamente y continuó así durante no menos de quince minutos, yo empecé a gemir y él a jadear, entonces él empezó a moverse rápido y fuerte y poco después nos corrimos los dos simultáneamente.
Como la vez anterior, cuando llegué a mi casa, me di un baño. Estaba relajada y satisfecha pero seguía excitada: tenía ganas de más y decidí regresar al día siguiente. Si os gusto mándame correos que busco trabajo….de puta amateur .
Yo conozco una señora abuela de 48 años que trabaja de puta alquilando un lugar cerca de mi casa– cobra caro para mi presupuesto y a veces me cuenta su vida. una mujer que no delinque y tiene familia.
un cuento muy raro — el único q he leído de este tipo pero EXCELENTE — gracias
Muy buen relato. Muy realista. Cualquier mujer puede necesitar dinero y hay que ganarlo honestamente y como puta es legal y es buen dinero por día. Ojalá a ella pudiera yo conocerla y follarla. Gracias un beso