Por casualidad y esperando el bus, me encuentro con esta madura española de tetas grandes, toda una colosal mujer sola que cogía el autobús. Pronto comenzó a mirarme y observarme. No tardé en acercarme y en decirle algo, porque la vi sola y los dos íbamos para la zona de Castelldefels en Barcelona. Así que durante el trayecto estuvimos hablando.
Ella es española y vive con la familia en Castefa (así lo llamamos aquí algunos), pero yo me estaba poniendo malo viéndola, mirando sus dos tetazas bajo la blusa. Se me estaba poniendo dura ahí mismo, en el asiento. Yo la verdad es que soy un salido perdido, y que lo que suelo hacer es fantasear, y hablar con tías. Pero no en directo, si no por líneas eróticas, de pago y rascándome el bolsillo con Bizum o tarjeta, Visa si es preciso. Así que esta era mi oportunidad para tocar unas tetas sin tener que pagar. Al natural y por su voluntad. Parece que le gusté.
Morbazo en madura española de tetas grandes
Hablamos durante todo el rato en el bus y cuando bajamos en una parada no muy concurrida de Castelldefels playa, ahí estábamos los dos solos. Le dije que si tenía algo que hacer, yo me moría por tocarle las tetazas, seguro caídas de lo grandes que se presumían para la blusa. Y me dijo tal cual: “Si quieres y puedes, paga una habitación de hotel, y vamos a follar”. Uf, eso era algo más de lo que yo imaginaba.
No masajes eroticos ni escorts ni putas pagando como rara vez había hecho, si no gratis, toda para mí. Pues lo tuve claro, A PAGAR UNA HABITACIÓN como está mandao, para poder estar con esta madura española de tetas grandes. Y además casada y con hijos, para aumentar el morbazo padre.
Nos metimos en un hotel de primera linea de playa, afortunadamente tenía cash en la tarjeta. Y pude verla en directo. Con su camisón negro de madre española casada y su sonrisa de fóllame ahora mismo, me puse manos a la obra al gotelé. Le dije que se sacara una teta primero y la dejara fuera, un capricho mío, un fetiche de teta al aire, …bueno teta, ¡TETAZA!
Menuda hembra, a ese tetón le siguió el otro, y las dos tetas caídas, las 2 para mí enteritas. Luego se puso a cuatro patas, la pude ver en toda su exposición. Y sacó algún juguete, y luego cuento algo más. Tengo más de ella.
PD. Lo cierto es que me gustó verla sonreír, era como si dentro de su vida rutinaria, algo le hubiera gustado tanto como para sonreírme mientras la fotografiaba.