Somos dos matures o dos maduras españolas de buen ver y atractivas. Y ayer en medio el APAGÓN, nos vimos metidas una orgia porno español. Asustadas o más bien, impactadas por no poder estar en casa, no poder encender la tele ni nada, decidimos bajar a la calle. Para dar una vuelta por nuestro barrio madrileño. Y cómo no, ante no poder hacer nada en casa y con este sol de justicia, salimos por los madriles más callejeros. Como gatas en celo. Buscando el calor humano. Descubriendo lo que no tenemos. Porque las dos ya superamos los cuarenta años y como estamos en paro, decidimos tomarnos unas cañas para celebrarlo. Ni más ni menos.
Parece mentira pero en estos casos terminales de emergencias nacionales, la unión y la tolerancia entre los humanos está más por la mano. Primero acudimos a un bar a tomarnos dos cañas. El camarero no cesó en reírme y sin venir a cuento, me sobeteó mi mano, aprovechando el pago. No quise hacer nada con él, pero su toqueteo sensual de dedos, me alertó de un calor por dentro.
Así que luego más tarde nos dimos una vuelta, porque ayer el día del gran apagón, el lunes al sol 28 de abril de 2025 a las 12.33 h, no tuvimos otra opción. Y el día se presentaba bien, al menos para nosotras dos.
Desconcierto y calor en orgia porno español
Por alguna razón además de esta caída a 0 (cero) de la red eléctrica, nosotras nos sentíamos especialmente cachondas ayer. Así que después de esta mano caliente decidí escribir este microrrelato porno al instante. Lo necesitaba después de lo que aconteció, mmmm.
Porque después de dar ese paseíto por ahí, y de hablar un rato y de no poder conectar con nuestros amigos, en nuestras lineas eroticas que tenemos. Debido a esta emergencia, nos sentamos a tomarnos un tinto de verano.
Ahí fue cuando encontramos a cuatro chicos, uno de ellos era negro que es mi fantasía desde siempre. Y no tardaron en acercarse todos a decirnos que éramos muy guapas y que si se podían sentar con nosotras. Les dejamos y empezamos a conocernos.
Nosotras ya estábamos un poco piripis con las cañas, el vinito y el sol. Y mira por donde, yo le eché el ojo al negrito sabrosón, y mi amiga al resto de chicos. Bueno chicos… más bien hombres ya y operarios de fábrica casi por jubilar, porque superaban los cuarenta años o cincuenta años. Maduros y calientes por dos tías más buenas que ellos. Pero… les dejamos que hicieran.
Acabamos en el piso de uno de ellos., haciendo lo que en sueños imaginé tantas veces: una orgía porno español con obreros de medio pelo como en «Los lunes al sol». Porque yo es que ayer, lo veía todo negro. Especialmente yo, timorata y retraida en actitud, pero loca y sin arrepentimientos en mi pensamiento.
El agradecido Bonganí, el negro explorador anal que conocí
Porque estuve con Bonganí (el agradecido), joven negro, fuerte y decidido, trabajador de campo de la fresa y un chupador de ano que no cesa. Acabamos mi amiga y yo, con ellos cuatro, en un gangbang sobrevenido, en una orgia porno español que a cualquier chica le hubiera enloquecido.
Me hicieron de todo, especialmente Bonganí que me tenía bien enfilada. Lo tenía pegado a mi ano como el tanga más ajustado de este verano. Su lengua es grande y voluminosa, que rivaliza con cualquier polla de blanco ansiosa.
Finalmente, así con un gusto impresionante nos usaron en su piso, a estas dos cachondas madrileñas lesbianas. Se corrieron con condón y me dejaron la lefada en mi pantalón. Algunas fotos para ver el alcance este negro juguetón: el día del apagón. Para que no me olvide de estos cuatro sementales del porno español.