Hoy escribo porque tengo ganas de decir lo que muchas quizá por miedo, o por cualquier otra circunstancia no lo dicen. Ya soy abuela desde hace tiempo, supero los 60 años y hoy, con todos los avances que internet, con todas las fotos de abuelas XXX me pongo cachonda. Lo veo a diario, puedo mostrarme a todos y puedo decir, que me encuentro más joven que nunca.
La razón es muy sencilla, en mi época no había ni teléfono, la comunicación entre las personas se reducía a las pequeñas tertulias fuera de casa. O bien, en el rellano de la escalera o el portal de la casa de pueblo. Ahora con los móviles, una se puede comunicar desde cualquier sitio, y ahora, con internet y todo lo que ofrece, una abuela puede hacer cosas como las fotos que ven. Esto es, quedar con jovencitos pollones.
Fuimos sometidas en matrimonio, ahora somos abuelas XXX calientes
Sí me encanta el exhibicionismo natural, porque no tengo nada que ocultar ya, tantos años reprimida con un marido posesivo y celoso, que ya el pobrecito, ya no puede. Ahora ya no está. Y yo, habiendo pasado una madurez recluida y presa de mis deseos más íntimos, ahora creo que es el momento de decirlos.
No creo que esté tan mal como para no poder gozar de la vida, y sobre todo del sexo, que aunque parezca una superficialidad, no lo he disfrutado en absoluto. A nosotras las mujeres mayores también nos gustan los más jóvenes, cansada de ver cómo los actores de primera fila setentones van con niñas.
Por eso,¿ por qué nosotras no podemos estar con jovencitos? Pues sí, sí que podemos estar.
Abuelas XXX calientes recuperamos la juventud perdida
Por lo tanto, sí, me gustan, y me atraen los jovencitos, fuertes, musculosos y atractivos; qué lo voy a hacer. Mis tetas aprisionadas en el sujetador exigen sexo, ya no es que lo pidan, es que lo exigen; y mi culo ya no digamos. La parte de abajo desde hace ya un tiempo, la tengo siempre bien encendida, bien emperrada que dirían ahora. Soy de las abuelas calientes mejor conservadas. Así que aquí les dejo mi selfie particular, mis fotos con mi amigo nuevo. De madurita, abuelita y sin muchos reparos a estas alturas. Me encanta que me la meta a lo perrito.
