Mis confesiones calientes de inocente y blanquecina, cachonda y pervertida, con mi culo al aire libre, no tengo quien lo remedie, pues pienso y repienso, lo que me gusta una polla indeleble. Firmado: una inocente campesina.
Hoy os voy a contar como fui descubriendo el sexo. Fue cuando era una chica joven e inocente. Como en otras muchas ocasiones fue durante la adolescencia y de forma progresiva.
Mi tia cachonda Marta
Mi madre se había ido a comprar y mi tia cachonda Marta se había venido a pasar unos días con nosotros. Digo cachonda porque es la solterona de la familia, cincuentona y de buen ver. Siempre me ha gustado verla por casa como una más de la familia. Ya que con mi madre se lleva … Leer más