Mis confesiones calientes de inocente y blanquecina, cachonda y pervertida, con mi culo al aire libre, no tengo quien lo remedie, pues pienso y repienso, lo que me gusta una polla indeleble. Firmado: una inocente campesina.
Hoy os voy a contar como fui descubriendo el sexo. Fue cuando era una chica joven e inocente. Como en otras muchas ocasiones fue durante la adolescencia y de forma progresiva.