Mamá estaba en casa como todos los días cuando regresé del instituto. Últimamente ya había notado que con papá ni se hablaban. Entonces me surgió un relato muy pornoxxx, de maduras como mi madre.
Yo ya había llegado y estaba en mi habitación, eran las seis de la tarde, papá no había llegado todavía del trabajo. Y mi madre me dijo que salía a hacer unas compras de última hora. Dijo que se le había olvidado algo para la cena.
Ella mintió. Nunca fue a comprar. Se dirigió a un cine cercano a casa, para más atrevimiento, y compró una entrada para la sala 4 en la sesión de seis y media. Ella había quedado con un extraño con el que últimamente hablaba por chat, y también ya había hablado al teléfono. Ésa era una cita exclusivamente sexual. Yo que pensaba en esa idea idílica y hasta romántica sin caer en el incesto maternal, de mi madre, creía algo así como que no usaba el coño, pese a que yo había salido por ahí. Pues, esa tarde, justo esa tarde, mamá porno, le iba a dar uso, gusto y zumo a su chocho insaciable y ansioso.
Una madre muy porno y muy caliente
Se adentró en el cine, se puso en la última fila como había acordado con el extraño del chat, era propio de una madura caliente, una madre muy zorra, una de esas porno gratis maduras, encima gratis, porque a ese tío le salió gratis, xxxgratis, sin pagar ni un euro.
La película comenzó, el título era lo de menos, mi madre iba caliente como una perra, él llegó empezada la película. Vestía vaqueros y camiseta blanca informal, nada parejo a mi madre, toda cuidada y bien vestida. Él iba con unos vaqueros algo sueltos, ya pensando en dar facilidades, mi madre en cuanto se sentó el extraño a su lado supo que era él.
No dudó ni un momento ella, los dos solos, las luces apagadas y la película empezada. Sin calzoncillos con la polla libre y suelta se la sacó, y le dio todo tipo de facilidad, mi madre la muy puta la cogió, no era una polla grande como todas las de los relatos, era normal tirando a pequeña, pero qué importaba, la golfa de mi madre iba cachonda como nunca, quería nabo, y quería tocar el tacto de una polla endurecida.
Al tío se le puso dura, lo justo para terminar de excitar a mi madre. Mi mamá toda ansiosa de polla, la cogió como el que coge un plátano con ganas, la empezó a menear, a mover, a subir y bajar. Enseguida notó bastante piel en la polla cosa que pronto hizo desaparecer con unas buenas sacudidas, la polla se estiró, y mi madre así la noto en la mano. Ahora ya notaba el capullo, la piel había bajado, y ella estaba caliente perdida.
Mi madre caliente y pajeando en el cine al extraño
Aquella polla dura, la punta caliente y ella pajeando a aquel extraño a media tarde, en un cine a nada de casa, la ponía mas cachonda todavía. Pajeaba sin cesar y de pronto, ella se giró a él, a su oído, ya que casi ni le había mirado, y le dijo en bajo: ¿puedo chuparla?. Él ni se lo creería, una tía tan golfa, y chupando su polla que seguro casi nadie chupaba, pero había tenido la buena suerte de dar con una madre desatendida por mi padre, a falta de nabo y de follar, la puta de mi madre.
Él ni la respondió, ya que con un gesto de coger su cabeza ligeramente y llevarla para abajo, ella lo entendió. No hizo falta que acompañara su mano a la cabeza de mi madre. Ella sola bajó hasta su polla caliente. En ese momento, él supo que se la iba a chupar de verdad, una buena zorra ardiente, así que empinó algo el culo para terminar de bajar el pantalón y dejar al aire la polla subida de dureza y descapullada. Los huevos se le hincharon del calentón. Mi madre chupaba como una descosida, chupaba polla, el tronco, el glande, y bajó hasta los huevos. Se metió esas dos pelotas gordas de ese desconocido en la boca la muy puta, nunca pensé que haría algo así. Mamaba y mamaba como cuando yo era pequeña de sus tetas gordas y calientes, pero esta vez, era ella, y de esa pequeña polla endurecida. Ella estaba ardiendo.
Más relatos de sexo de mi madre ardiente
Tengo más para relatar, relatos de incesto, así que no acaba ahí, es un relato omnisciente, así que si a alguien le interesa solo tiene que decírmelo, seguiré, para relatar todo lo que allí aconteció, y sobre todo, el sentir de una madre desamparada y muy a falta de sexo, caliente perdida. BsS