Un cumpleaños muy especial

Hola, soy Jenny y mi historia esta basada en algo real, y una fantasia.Mi esposo y yo nunca hemos sido «abiertos» pero siempre hemos tenido bastante comunicacion y muy buenas sesiones de sexo. Me ha comprado varios juguetes que he gozado enormemente, pero hace un tiempo se me ocurrio usar esos juguetes en el mismo. Ya me habia fijado que tocando su ano con mi dedo lo hacia estremecerse, y verias veces en la ducha, me enjabonaba el dedo para meterlo lo mas adentro posible de el al mismo tiempo que le besaba las tetillas. Su cara siempre fue un poema y a mi me exictaba mucho verlo gozando con aquellos juegos.

Un dia mientras haciamos el amor lo empece a tocar como otros dias, y el practicamente se entrego al momento. Le pregunte que se me permitiria introducirle uno de mis juguetes, y el unicamente asintio con la cabeza mirandome ansiosamente. Le pedi que lo trajera y el lubricante que usamos. Fue increible meterle el dildo mientras le mordisqueaba la oreja y le besaba el pecho con mi lengua. Desde entonces varias veces el mismo me ha pedido que lo penetre, lo cual hago fascinada. Muchas veces me he corrido simplemente por meterle mi dildo en su trasero y ver su reaccion.

Tambien hemos jugado «soft BDSM», el me ata las manos y despues me azota el trasero con sus fuertes manos. Tambien le pedi que me dejara hacer lo mismo, pero sus musculos gluteos son tan duros que me lastime la mano, asi que le pedi me dejara usar el cinturon y el accedio. Cuando tenemos la casa para nosotros solos, siempre incluimos una sesion asi. Si estando haciendo el amor parados, el se voltea, es mi señal para ir por el cinturon. Lo azoto bastante fuerte y el lo soporta y lo excita mucho, despues le pongo lubricante en su ano y lo penetro con un dildo, no muy grande, de 15 centimetros y aceptablemente grueso. Una vez me pidio que me acostara boca arriba, el me puso el dildo entre las piernas y se «monto en mi. Me estuvo «cabalgando» casi 10 minutes. Encendi el vibrador del dildo y al tenerlo entre mis piernas me corri de una manera salvaje solamente al verlo entregado asi.

Ya he visto la pelicula «Las edades del Lulu», en la que la protagonista paga por ver a dos hombres haciendo el amor. Esa idea me estuvo rondando mucho la cabeza pero aparte queria algo mas, asi que decidi darle un regalo muy especial a mi esposo. Prepare todo para el dia de su cumpleaños. Le dije que queria ir a un motel con el para hacer todo lo que quisieramos. Supongo que sabia parte de mi idea pero no toda. Me lleve una pequeña maleta sin mostrarle el contenido.

Llegamos al hotel y nos bañamos, desdunos le pedi que se hiciera un enema y el entendio. Cuando salio del baño, yo me habia puesto un «strapon» que habia comprado para la ocasion. Cuando lo vio se le ilumino la mirada y se acerco a mi, pero le dije que si queria jugar con eso iba a haver unas condiciones. El accedio y entonces empece a sacar cosas de la maleta. Yo calculaba el tiempo por que sabia que algo iba a pasar en 20 minutos mas.

El empezo a ver lo que habia en la maleta, y por su mirada estuve segura que acerte en mi idea. Era ropa intima de mujer, un vestido, zapatos de tacon, una peluca y maquillaje. Lo vesti sin oposicion con unas media negras muy finas, que se ataban a un liguero que era a la vez una faja que contorneaba su figura. Le puse un brassier con una tetas falsas que compre en la misma tienda que adquiri el strap-on. Sabia sus tallas de zapatos y vestido, asi que se los puse y vaya que lucia bien. Lo maquille lo mejor que pude, y le puse la peluca. Parecia un verdadero trasvesti profesional.

Orgullasa de mi trabajo le dije que la ultima condicion es que no se negara a nada de lo que iba a pasar a continuacion. Yo podia sentir su pulso agitado cuando me decia que si. Le dije que si queria este juguete adentro de el (que era bastante mas largo y grueso que el dildo que soliamos usar) lo iba a tener que lubricar con su lengua. Fue increible verlo obedecerme. Le pedi que se parara y se empinara en lugar de ponerse en cuclillas, para poder tocarle su precioso ano y untarlo con lubricante. Cuand senti que era suficiente le pedi que se volteara y pusiera ambas manos en la cama. Me acerque a el, le baje las panties y le subi el vestido hasta la cintura y lo fui penetrando muy despacio, el mismo me indicaba cuanto aguantaba, pero una vez vencida la resistencia inicial lo estuve «bombeando» bastanter rapidoy el solo se limito a gemir de gozo. En eso sono la puerta de la habitacion, mi esposo se asusto pero yo solo le dije, «perfecto, justo a tiempo».

Fue a abrir la puerta desnuda, y entro un joven africano americano de 1.85 de alto con los musculos bastante desarrollados. Mi esposo no sabia que hacer, pero le recorde que una de sus fantasia fue siempre verme con otro hombre. Esto lo tranquilizo un poco. Sin presntarnos siquiera, le pedi al joven que se desnudara, al ver su herramienta me quede impresionada por que era mas grande que mi juguete. Le dije a mi marido que se acercara para que me viera jugar con ese hermoso pene. Le di un beso en la boca a mi esposo ye entonces e meti en la boca lo que me cupo de la herramienta del negro, lamiendo alrededor del glande, mis esposo estaba cerca asi que deje de chuparla un rato para besarlo nuevamente en la boca. Repeti la operacion un par de veces yendo del pene del muchacho a la boca de mi esposo haciendo la distancia cada vez mas corta, hasta que estando lo suficientemente cerca, despues de besarlo a el, empuje su cara para que se metiera ese pene en su boca. El no se nego, lo hacia timidamente primero pero muy pronto acelero sus movimientos haciendo sentir muy exictada. Me puse detras de mi esposo y lo empece a penetrar mientras el seguia con el sexo oral. Le pedi que invirtieramos los papeles, el dudando solo por un segundo se saco el pene de la boca, pero entendio cuando yo lo puse de espaldas al negro y le baje la boca hasta mi pene de goma. Cuando el negro penetro a mi esposo emitio un grito de dolor, pero con el mi juguete en la boca se ahogaron sus gritos hasta que cambiaron a gemidos de gozo.

Fueron 10 minutos de penetrarlo violentamente, a veces mi esposo se sacaba el pene de goma de la boca y me besaba los senos. Le pedi que volvieramos a invertir los papeles. El negro se quito el condon y mi esposo regreso a chupar su herramienta mientras yo lo volvia a penetrar. Por la cara del negro note cuando se estaba corriendo en la boca de mi esposo. Despues de unos segundos, el negro saco su pene, yo tome a mi marido y desesperadamente lo bese en la boca queriendo compartir con el ese bocado. Fue el beso mas ardiente que jamas nos hemos dado.

Me acoste con mi esposo en la cama mientras em muchacho se despedia de nosotros. Lo abrace tan fuerte como pude y le dije al oido «feliz cumpleaños mi amor, espero que lo hayas disfrutado».

Sin responder se acerco mas a mi y nos quedamos descansando satisfechos….

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