Un día tal como hoy, en febrero, disfrutamos de un día de amantes: en el coche, en el cine, en casa. Amantes desde hacía tiempo, pero últimamente no nos veíamos. Después de muchos intentos frustrados al final logramos organizarnos para pasar juntos un día completo, tu pareja estaba de viaje y la mía no volvería hasta dos días después, el plan era sencillo: por la mañana playa y bocadillos y por la tarde unas copas y cine. Lo justo para narrar este, mi primer testimonio del sexo casero que vivimos aquella tarde, en casa, los dos juntos después del agotador día de playa.
Sin tetas no hay paraíso en el piso
El piso frío y abandonado no es el mismo. Y pasadas las cinco de la tarde, cuando él regresa de trabajar, no encuentra las tetas de su esposa: porque esa tarde son de otro. No hay paraíso sin dos buenas tetas; ellas, las mujeres, todas enseñaron sus atributos, se hicieron sus fotos: morenas en el … Leer más