Raquel, la más inocente e ingenua de nuestras amiguitas ya conocidas como las universitarias, seguía curiosa por saber a la perfección todo este mundo de la masturbación. Perpleja y expectante, aturdida y empanada, atontada y agilipollada, Raquel aguardaba como el guepardo espera su presa, mirando silenciosa y con mucha hambre, pero que mucha hambre de sexo.
Selfie después de una noche de sábado
Ayer sábado, tuve que salir con mi amiga Vanesa, no es que sea de mis mejores amigas pero no había nadie más. Ella es más recatada que yo, menos alocada. Yo, una apasionada de todo lo que me haga sentir. Por aquí veo que muchas mujeres maduras escriben y me gusta leerlas. Mi inclinación sexual … Leer más