Local BDSM Barcelona inesperado

Siempre me atrajo lo oscuro, lo negro, lo siniestro, lo desconocido, estas películas de BDSM con mazmorras y castillos. Princesas sometidas, caballeros dominantes, oscuridad, látigos a media tarde, y bofetón inesperado.
Entrada en años, con todas las fantasías hechas realidad, de Barcelona y provinente de buena familia, solo me queda por probar, la sumisión. Y fue en BDSM Barcelona, un lugar, inhóspito e intrigante donde vi la luz.
La dominación verla de lejos, es decir, dominantes que juegan con sus sumisas, eso deseo, verlo pero no serlo. No quiero dominar, solo quiero experimentar obedecer. Lo veo a diario, en videos donde mujeres que inocentemente entran en lugares desconocidos, donde un Señor las va a inclinar como él quiera, las 24 horas, D/S, dominación y sumisión sin remedio, sin parar y ellas aceptan, por raro que parezca.

Leer más

Una ansiedad de sentir latigazos

Soy una chica realmente experta en suministrar placer y dolor a quien me lo solicite; hoy recibía a una pareja que venia por primera vez. Cintia mi asistente los hizo pasar, se llamaban Ana María y Andrés, eran unos jóvenes profesionales de unos treinta y cinco años de edad; ella era una joven muy bonita, de 1.70 m de altura, vestida con una remera y una minifalda de gamuza marrón y calzando mocasines indios haciendo juego.

Leer más

Sexo fuerte con matrimonio perverso

Tengo diecinueve, soy una joven algo perversa, me gusta lo fuerte, esa noche, en mi relato: me hicieron probar de mi mejor amiga, de una señora mayor, tuve que dar por culo al marido, y tenía putitas para mí sola. A veces, sí, me siento rara con mis amigas porque me gusta el sexo duro y dudo que ellas soporten la mitad de lo que yo. Me dicen que soy muy apetecible, de carne maciza y buenas curvas, llevo además el cabello lacio y suelto hasta los hombros, de color castaño café como mis ojos.

Leer más