Madrastra joven sorprende a su hijo

Por mañana y aún con la bata puesta, la madrastra joven ha desayunado hace apenas diez minutos. Ella se ha juntado con su padre que ahora no está en casa, y observa cómo lee el periódico su joven hijastro. No les une mucho, tan solo el parentesco lejano que el ausente ahora trabajando, ha hecho posible.
Ella joven, gordita, de tetas generosas, caídas por el tiempo y apetecibles para los amantes de madres gorditas y BBW, lo observa con la misma templanza que haría una joven enamorada.
Él, ajeno a la situación que le puede sobrevenir, lee la prensa como cada mañana pausadamente, y detrás, su madrasta comienza a abrirse la bata.
Muy pronto, ambos se percatan de que el calor, en esa pequeña salita de estar va aumentar. Cara de golosa, ansiosa de buena mañana, comienza a besar incestuosamente al hijastro. Los labios de ella son carnosos y su mirada carece de frialdad y lejanía, con la que supuestamente debería comportarse. Ella, es fuego puro, y él, se presta sin preguntar.

Madrastra se abre la bata para su hijastro

Ambos se besan, las tetas de ella son grandes y son chupadas, mamadas y succionadas. Pero la joven enganchada quiere más y se agarra a la polla del hijo, que la pajea y la masturba, pero que la quiere dentro. En esa pequeña sala de estar, de buena mañana y con el padre fuera de casa, quieren los dos follar.
Su culo femenino grande y caliente se posa sobre las piernas y se sienta en la verga endurecida del moreno hijo. Ella siente cómo la penetra, cómo se folla al hijastro en ausencia de su amante marido, pero hoy está con el hijo. Y follan.

Ambos saben lo mucho que están disfrutando, madura con joven, madrastra con mozo vergón que ha conocido a través del padre, y le gusta. Es sexualmente atractivo y la pone a cuatro patas.
Un doggystyle de una MILF preciosa justo para montarla y cubrirla de la manera necesita y justo como ella espera. Es abordada por detrás y hundida mientras su cara muestra gusto y complacencia. Ella disfruta, sus caderas se mecen y mueven mientras recibe las embestidas y arremetidas. La polla del hijo se moja en el interior de la vagina agradecida e hinchada. El glande se engorda y nota las paredes interiores de su madrasta. El simple morbo le endurece más su polla y lo único que quiere, es follarla. Le magrea las tetas mientras la penetra.
Es un gustazo tener la polla metida en esta madrastra joven tetona, al final, no puede más y tiene que correrse encima de su espalda y culo, por fuera. Su padre no se ha enterado de nada. Pero quién sabe si le hubiera gustado verla así, toda penetrada y cogiendo con en familia.