Me quedo solo con mi suegra en casa

Pasaban las 12 del mediodía y estábamos solos en casa. Mi mujer había salido y me he quedado solo con mi suegra. Nos conocemos hace tiempo y nuestra relación es la misma que puedes tener con el dependiente de una farmacia de guardia, a la que acudes por primera vez.
Una relación escasa pero un conocimiento y reconocimiento profundo el uno del otro. Indudablemente advertiríamos de nuestra presencia en cualquiera de los más insólitos escenarios. Y esta mañana ahora sabemos y sé cómo gime cuando le dan por detrás.
Solos y sin más obstáculo que nosotros dos, ella está sentada en un sillón viendo la tele, mi mujer como digo se ha marchado y le pregunto qué es lo que va a hacer, si no va a pasear un rato. Ella vive con nosotros hace mucho tiempo, tenemos hijos pero en este momento no hay nadie, y hoy la veo atractiva ahí sentada y una de las tetas casi se le sale por la bata.
Ella ni me responde, es mayor y no oye muy bien, pero mi deseo ya no es saber su respuesta, si no es ver con una inmediatez manifiesta su teta que se deduce y se intuye del canalillo abierto. Y me acerco a ella.

Tetazas tras la bata de mi suegra sentada

Ni le pregunto otra vez porque es inútil mantener una conversación razonable con ella. Está mirando la tele sin ningún propósito como si fuera un robot y me acerco para poder ver esta teta que tanto me intriga, una teta grande que aparece en su mínima expresión y abro un poco su bata sin que ella muestre un rechazo. Y puedo abrirla y ver el tetón, sin sujetador, colgante y grande. Madre mía, está para chuparla. Ella me mira pero no dice nada. E inmediatamente veo que puedo seguir, así que abro la otra parte de la bata, para verle las dos tetazas en su sillón preferido. Una suegra caliente para mí entero como las que a veces observo en vídeos de Poringa o Toroporno. Madre mía, menudas tetas tiene mi suegra y yo que nunca pensé en eso. Pero hoy sí. Abro más y puedo apreciar su barriga, grande y carnosa, dan ganas de tocar pero aún hago nada. Ella me sigue mirando como asombrada y gustosa por la anómala situación. Ella me deja hacer y me hace un ademán como si quisiera mostrarme más de su anatomía, haciendo un leve gesto de ampliar a las piernas y levantar la el culo para facilitarme abrir toda la bata que la cubre. Así que despliego por completo la bata y la puedo ver frontalmente y sentada, ya retumbada por su movimiento receptivo, mirándome como una niña que quiere la merienda y madre mía, menuda concha tiene mi suegra. Un coño grande y parece hinchado, peludo y con un aspecto irresistible. Parece una colegiala desnuda ante mí. Tetas grandes y raja bien peluda, mirándome, asombrada por mi descaro pero sin pronunciar ni una sola palabra. Y sigo haciendo. Dejo un par de fotos. Porque seguí hasta verla por completo. Si comentan y quieren seguiré cómo fue la montada anal a mi primera suegra.

Deja un comentario