Las tetas de mamá caliente

Pilar salió de la habitación de su hijo y se fue al cuarto de baño, se miró en el espejo y lo que vio le horrorizó, tenía las tetas llenas del semen de su hijo. ¡Dios mío que he hecho!, Pensó.
Se desnudó y se metió en la ducha, se restregó bien el motivo de sus problemas, las tetas, como si quisiera que desaparecieran.


Se puso un albornoz y salió del baño.
En la puerta estaba Miguel con su sonrisa descarada.
– ¿Te has limpiado bien mamá?, Ten cuidado no se vaya a dar cuenta papá de lo que has hecho.
Pilar no dijo nada y su fue a su cuarto a vestirse. Miguel la siguió y se quedó en la puerta.
– Vete, Miguel ¿No ves que voy a vestirme?
– Si mamá y yo quiero verte.
– Eso no puede ser, soy tu madre, lo de antes no se va a repetir.
+¿Estás segura mamá, que pensará papá de lo que me has hecho?
-¿Y tú a mí que?, Dijo Pilar.
– ¿Yo?,no he hecho nada, me he masturbado, cosa normal en un chico de mi edad. Pero tú me has enseñado las tetas, me has hecho una paja y te has echado mi corrida encima ¿Tú crees que eso es lo que hacen las madres con sus hijos?

Pilar la mamá que se desnuda para su hijo

Pilar no dijo nada.
– Venga, mamá desnúdate. En ese momento Miguel se bajó los pantalones y los calzoncillos, quedándose desnudo de cintura para abajo.
Su madre estaba roja de vergüenza, pero no veía otra salida que hacerle caso, tiró del cinturón de su albornoz y se lo quitó, se quedó desnuda delante de su hijo.
Miguel se fue acercando a ella, su polla estaba ya tiesa de ver a su madre desnuda.
– No, Miguel, no, por favor, soy tu madre.
– Ya lo se, mamá, por eso te voy a chupar las tetas como cuando era un bebé.
Se acercó a so madre, le cogió una teta y se la metió en la boca comenzando a chuparla con desesperación.
– ¡Que tetorras tienes, mamá, me encantan!
– No hijo, no déjame.
Miguel empezó a acariciarle el coño con la otra mano.
Pilar no quería, pero empezó a suspirar, su hijo era un demonio, la tenía completamente dominada.
Miguel dejó ese pecho y se metió el otro en la boca pasando su lengua sobre todo por el pezón, a su vez aumentó el ritmo con el que le tocaba el coño a su madre, está no lo pudo soportar más y se corrió.
– Vaya, madre, ya veo que tú también disfrutas, dijo Miguel al sentir sus dedos húmedos.
– No hijo, no, ha sido algo reflejo.
– Ya mamá, ya.
Miguel dejó las tetas de su madre y se separó de ella un poco.
– Venga, mamá túmbate.
– No hijo, en esta cama no.
– Si mamá, si, en esta cama.
Pilar se tumbó, su hijo se echó al lado y le sobó un poco más las tetas.
– Me encantan madre, me encantan.
Dirigió su polla hacia su coño, rozó su entrada.
-¡ No eso no, no me falles!
– No mamá, tranquila, cuando te quiera follar por el coño te lo diré y te follaré, ahora me voy a follar tus tetas.
Puso el rabo entre los pechos de su madre y se los apretó contra ella, haciendo una vagina con sus tetas, empezó a moverse arriba y abajo.
– Me estoy follando tus tetas, mamá ¿Te ha follando papá alguna vez así?
– No hijo, no, es la primera vez que me lo hacen.
– Y no va ser la última, de eso estate segura.
Miguel se iba a correr, apretó aún más los pechos de su madre contra su polla y le echó todo encima, en la cara.
Cogió el albornoz que estaba en el suelo y se limpió el semen de su polla, luego se lo dio a su madre.
– Toma limpiaré la cara.
Su madre le hizo caso y se quedó tumbada en la cama.
– Venga mamá que va a llegar papá y no querrás que te vea así.
– Tu hijo te va a preparar la ropa, para que te vistas.
Miguel empezó a buscar entre su ropa interior y sacó un sujetador rosa y unas braguitas del mismo color.
– Toma mamá.
Pilar se levantó como una zombi, metió sus tetas en el sujetador y se puso las braguitas.
Miguel fue al armario y sacó una camisa de cuadros y una falda plisada también de cuadros. Toma ponte esto y no te abroches todos los botones de la camisa, me gusta verte la separación de los pechos y a partir de ahora me gustaría que en casa te dejases de batas y llevases siempre falda, ¿Me has entendido?
– Si hijo, si
– Pues ya sabes mamá lo que tienes que hacer?

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