Analizada en profundidad

Mi primera fantasía fue en el instituto. Sentía curiosidad por el sexo anal. Ya había tenido experiencias sexuales pero no por detrás.
Ya había cumplido los dieciocho, repetidora por segunda vez, iba a salir del insti, para nunca volver.
Siempre me habían atraído los hombres mayores, aunque en ese momento salía con Ricardo, un compañero de la otra clase. Ricardo y yo follábamos a menudo cuando sus padres no estaban, y que era muchas veces.

Salíamos de estudiar e íbamos a su casa. La primera vez que lo hice fue con él, la verdad que era bueno follando me daba bastante gusto, pero no lo suficiente. Debo ser casi ninfómana porque soy insaciable. Rubita, buenas tetas, coño apetecible y una pasión por las pollas que pocas cosas la pueden hacer desaparecer. Bueno sí, una buena polla.
Llegó un profesor nuevo, uno de Química que se llamaba Pedro. No era muy guapo pero tenía su morbo. Yo siempre me quedaba en su clase, no había novillos, solo para escucharle, para verle. Me atraía su forma de explicar, su forma de moverse, y por qué no, su bulto entre las piernas. Me fijaba constantemente. A otros profes no les abulta tanto, pero a él sí.
Un día me lo encontré en una de esas grandes superficies que llaman. Él estaba comprando unos dvd´s y yo estaba por allí con unas amigas. Les dije que él era mi profesor de Química, por quien estaba más bien loca de cachonda. Ellas me animaron a saludarlo, y me dijeron que se retirarían y que fuera a por él.
Así que con un poco de vergüenza pero fui para allí. La verdad no me dio mucho corte, porque él estaba avergonzado y eso me animó, me vine arriba. Yo llevaba un buen escote, marcando tetas, él no paraba de mirarme, le dije que qué hacía por ahí, que solo me lo imaginaba en clase. Se reía porque las preguntas le parecían infantiles, normal. Me estaba excitando a no poder más, me imaginaba su bulto, pero esta vez desnudo, colgando o excitado, me daba igual, pero me imaginaba la polla de mi profe al descubierto.

relato anal rubia