Gorda y tetona suegra caliente y fea

Gorda y tetona suegra cachonda y fea, con sus tetazas caídas, morena pelo corto, cara de no se qué, pero para disfrutar al máximo, sesentona: esta mujer era la suegra de la prima. Una mujer de unos 60 años o más, con bastantes kilos de más, pienso fácilmente unos 120 kilos, pero junto con esto unas tetas enormes y un culo gigantesco. Obviamente tenía un estómago muy notorio, pero no me importaba si me dejaba saciar con ellas mi apetito sexual, es más, esa voluminosidad de su cuerpo, al estar con alguien tan espectacular como mi novia, era algo distinto, diferente y a la vez muy atrayente, aparte de su edad que también tenía un morbo distinto.

Su mirada me lo decía todo, era obvio que yo no lo era indiferente, muy osada, muy sugerente, la verdad me tubo muy caliente todo el rato que compartimos. Por mi parte también coqueteé con ella, claro sin que nadie se diera cuenta.

La noche avanzó, llego la hora en que teníamos que irnos, a pesar de estar pasándolo muy bien, por lo que no me quedó más remedio que comenzar a despedirnos de todos.

Gorda y tetona suegra con pepino por donde no suena

Cuando comenzamos hacerlo, la mujer se paró y fue al baño, moviendo su enorme culo de lado a lado, que no perdí de vista, y derrepente, dándome una sugestiva mirada que no me cabía duda que quisiera despedirse de mí en privado. Como adolecente excitado, me hice el tonto y me fui al baño tras ella. No esperé ni un minuto, cuando la suegra de la prima sale de este y me pregunta disimuladamente para qué sector de la ciudad vivía. Le di mi paradero y me dijo que estaba algo aburrida de la reunión social y que se quería ir, sí no me molestaba acercarla a su casa. De inmediato le dije que no tenía ni un problema y comenzó a despedirse, a pesar que su hijo le dijo que se quedara un poco más, ella insistió que estaba cansada y que aprovecharía que yo pasaba por su calle y que se iría con nosotros.

 

En ningún momento mi novia levantó alguna sospecha al respecto, era solo un gesto de atención de mi parte hacia la veterana y supongo que nadie más se percató de lo que había estado pasando toda la noche.

Leer más

No sabía lo que escondía mi suegra

La primera vez que conocí a mi suegra, no me gustó para nada y no me refiero al físico, sino a su forma de ser, demasiado vulgar para mi gusto. De mal vestir, siempre fumando, con bromas en doble sentido todo el rato y malas palabras en toda su conversación, pero en fin, se dice … Leer más