Una tia follando con sobrino así, con tetas de una vaca casi, impresionante, para dar y tomar, eso es lo que tenía yo, fue la primera que puede montar, ella me lo enseñó todo, hasta los pezones, era como pequeñas pollas, algo así como la rubia tetona, no me digáis que no está bien, digo yo….
En fín unas fotos y a ver qué paso entre mi tía y yo, la muy zorra.
Mi tía Pilar, que a pesar de estar muy bien, tenemos aquí tias en pelotas, que solo hay que verlas, y en acción y directo,… mucho más…
Nunca antes nadie me había hecho nada de sexo, ni una mamada, ella fue la primera, la que me inció: ¿nunca te la habían chupado?- me dijo mi tía… mamado?…si sólo decirme eso ya me ponía cachondo. Lo relataré porque es digno de escucharlo, no sabía que era una perra de cuidado, yo que la había visto como familia, y resulta que me enseño a pajearme en el baño.
Yo era muy jovencito cuando perdí mi virginidad a mano de una de mis tías. Soy hijo único y por motivos familiares me criaron mis abuelos maternos. Quizás por ello nada más empezar las vacaciones estivales salía pitando para el pueblo a pasar con ellos los 3 meses de vacaciones.
En el pueblo además de mis abuelos vivía una de mis tías, Pilar, la hermana mayor de mi madre, por aquellos entonces debía rondar los 50 años, en la familia la llamábamos la señorita Rontenmeyer, aunque estuviera casada, había que temerla, era peor que una vara verde. Muy estricta y severa. Todos los primos intentábamos esquivarla en cuanto la veíamos. Era una mujer chapada a la antigua, siempre vestía de negro, aunque no hubiera nadie de luto en la familia, eran vestidos abotonados delante, largos, anchos, que no favorecían para nada su figura, siempre con un moño, el pelo negro, con gafas negras, que no le favorecían para nada, aunque fuera verano e hiciera calor, siempre con medias, y nunca imaginé que debajo de esos vestidos hubiera unos pechos talla XXL. Y un cuerpo como el suyo.
En el verano en cuestión, además de Pili, hija de Pilar, de 19 años y que pasaba bastante de mi y de mis otras primas, que eran menores, estaban Ana y Toñi, las mellizas, hija de otra hermana de mi madre, estas dos eran dos años menores que yo, y habían venido a pasar unas semanas con mis abuelos, no las veía desde hacía varios años, y a sus años sus cuerpos ya presentaban unos pechos y unos traseros mas que apetecibles.
Yo ya había entrado en esa época en la que me mataba a pajas y en cuanto me refregaba por alguna de ellas, mi polla se empinaba hasta dolerme. A esas edades todos los juegos iban encaminados a conseguir refregar mi polla por cualquier lugar de sus duras carnes. Supongo que como todo chaval yo me sentía orgulloso de mi instrumento, y con las consabidas comparaciones de amigos, ganaba a todas luces, por lo que cuando se me empinaba del todo, me costaba conseguir que no se me notara demasiado.
La casa de mis abuelos era grande, una casa de un pueblo de la sierra de Huelva. Paredes anchas, muy fresquita en verano, con muchos cuartos y un “soberao”, la parte de arriba de la casa, suelo de baldosas antiguas que sonaban al pisar y techos de madera. Ese era mi santuario, me gustaba porque era imposible que nadie llegara hasta mi dormitorio sin que lo escuchara caminar por muy de puntilla que viniera, sobre todo porque no sabía donde pisar, yo ya bajaba y subía sin que nadie me escuchara. Además había un patio inmenso, con árboles frutales y un pequeño aseo en un rincón.
Todo ocurrió una siesta, el momento donde los mayores si iban a dormir, y nos dejaban a los críos jugando, sin hacer ruido. Casi siempre viendo la tele, o jugando a las cartas, medios adormilados también. Me había quedado con Ana y Toñi. Mi abuelo había salido a jugar a las cartas al bar del pueblo y mi abuela se había ido a la cama, había visto a mi tía Pilar recoger la mesa y fregando en la cocina, pero hacía rato que no la veía, supuse que se habría ido a su casa o estaría acostada en un cuarto que tenía para ella en la casa. Estuvimos jugando a las cartas, hasta que una de mis primas hizo trampa y comenzó la bronca. Primero manotazos y terminé peleando con mi prima Ana en el sofá. Me gustaba dejarme ganar, ya que casi siempre terminaba sentada sobre mi polla y refregándose por ella, hasta ponérmela dura como una piedra. Luego terminaba en mi dormitorio o en el cuarto de baño del patio cascándomela como un mono. Me gustaba el aseo del patio, porque casi nadie lo usaba y el otro de la casa no tenía pestillo en la puerta y cualquiera podía entrar y pillarme. Esa tarde me sentía bien lleno, no había tenido mi desahogo matutino y sentía que estaba bien cargado de leche, no hizo falta mucha pelea para sentir como se me ponía dura, hasta mi prima lo noto y antes de que se fuera a liar ya que no sabía como iba a reaccionar, preferí dejarla ganar y marcharme para desahogarme yo solo. No me apetecía subir escaleras así que me dirigí al patio, antes de entrar ya me la había sacado y me la meneaba despacio. El aseo tiene el inodoro justo detrás de la puerta, hay que abrirla del todo para entrar, abrí sin mirar y al hacerlo me encontré con mi tía Pilar sentada en él. Estaba a menos de medio metro de ella, debía estar haciendo sus necesidades ya que estaba echada hacía delante, mi polla quedó a la altura de su cara. Me quedé de piedra, sin poder reaccionar, ella tampoco reaccionó al momento, solo se echó un poco para atrás para verme mejor. Después de varios segundos que me resultaron eternos, intenté taparme y darme la vuelta. Ella volvió a echar su cuerpo hacía delante y con su mano derecha cogió mi mano izquierda y con su mano izquierda empujó la puerta cerrándola detrás mía, a pesar del miedo al verme pillado, mi polla como si tuviera vida propia no dejaba de palpitar y estirarse hacía arriba.
Y las únicas palabras que salieron de la boca de mi tía fueron.
-acércate y no te muevas!!
Di un paso al frente y quedé justo delante de ella, agachó la cabeza y sentí como su lengua relamía mi prepucio, me seguía sujetando con su mano, me soltó y sentí su mano caliente agarrar mi tronco y su lengua moviéndose alrededor de mi capullo, no tardé en sentir sus labios y como casi la mitad de mi polla se hundía en su boca caliente y húmeda, era la primera vez que sentía algo así, le bastaron varias subidas y bajadas de su boca para que comenzara a correrme como un poseso, nunca había sentido algo así, y me daba la impresión que ella tampoco esperaba tanta cantidad de leche, tuvo que sacársela y un chorro aun con fuerza fue a parar a su cara, un cristal de su gafas y su nariz quedaron llena y un par de chorros más fueron a parar a su vestido sobre sus tetas. No recordaba una corrida como esa, era la primera vez que me hacían algo así e incluso me temblaban las piernas. Se llevo a la boca la última gota que había quedado justo en la punta y me soltó. Di un paso atrás y me quedé mirándola, intentando recobrar el aliento, estaba como si acabara de correr una maratón. Se quitó las gafas y las limpio con papel higiénico, actuaba como si todo aquello fuera muy normal para ella, aunque no me miraba a la cara. Se levantó del inodoro y por un momento pude ver como se subía una braga de color negro, el vestido no me había dejado ver nada de su cuerpo, solo los muslos cubiertos por unas medias igualmente negras que solo le llegaban hasta ellos.
.- es la primera vez que te hacen una mamada??
No reconocía a mi tía, ¿mamada? Me acababa de decir ¿mamada?
.-si
Solo atiné a decir un si agachando la cabeza esperando que cayera la tormenta
.- y te ha gustado?
La miré a la cara, algo había cambiado, no era mi tía, la señorita Rotenmeyer, era simpática.
.- si tita, mucho!! Tita tienes unas gotas en tu vestido!!
No me atreví a decirle que tenía leche en las tetas. Solo le indiqué con un dedo.
.-vaya hombre!! Así no puedo entrar en casa, que iba a decir tu tío!!
Me apartó de una forma cariñosa y me instó a que me sentara en el inodoro, la tenía de frente a mí y se estaba desabrochando los botones del vestido. No me lo podía creer, y mucho menos cuando se lo abrió y se lo sacó. Quedó ante mí en braga y sujetador, era un conjunto negro, de encaje, un conjunto que jamás hubiera pensando que ella pudiera usar, totalmente transparente, me había dejado ver la abundante mata de vellos que tenía en su bajo vientre, podía ver como sus vellos sobresalían por los bordes, y por encima pero lo que más me impresionó fueron sus mamas, eran inmensas, nunca había visto nada igual, mi madre las tenía grandes, pero las de mi tía eran el doble de grande, y lo que más me impresionó fueron sus aureolas y sus pezones, estaban en medio de ellas, arriba, apuntando al frente, y eran de un color tan oscuras que incluso se notaban perfectamente debajo de la prenda negra. Era tan blanca que parecía de leche. Se fue al lavabo para limpiar con agua las gotas, me dejó una visión de su culazo, tampoco tenía nada que despreciar. Mi polla había vuelto a palpitar y tuvo el tiempo suficiente para que cuando se dio la vuelta estuviera de nuevo casi dura.
En cuanto se dio cuenta sonrió, se había vuelto a colocar el vestido y se lo estaba abrochando.
.- te gusta tu tía?
Asentí con la cabeza.
Ella dijo: Todavía eres virgen??
Iba a decirle que no, pero preferí decirle la verdad.
.- si tita!!
.- guárdate eso!! Y esta noche no dejes que las primas se queden arriba contigo en el soberao y no cierres la puerta de tu cuarto.
Me guiño un ojo con una sonrisa maliciosa que nunca había visto en su cara y me dejó con la polla en la mano sentado en el inodoro. Iba a comenzar a hacerme una paja cuando la puerta se abrió de nuevo, me asustó y me tapé como pude, pensando que era cualquiera de mis primas. Era mi tía de nuevo, asomó la cabeza y me dijo.
.- y no te hagas más pajas, guárdate las fuerzas para la noche!!
Me había asustado y aunque quisiera no podría hacer nada, mi erección había bajado de forma radical.
Pasé toda la tarde como en una nube, no quise jugar con mis primas, les dije que no me encontraba bien, veía por la casa a mi tía diferente, reía con mi abuela, incluso bromeaba con mis primas y de vez en cuando me lanzaba una mirada que me hacía temblar de los pies a la cabeza, y hacía que sintiera un cosquilleo en mis huevos.
Era normal que mi tía se quedara a dormir en la casa, mis abuelos ya estaban mayores y necesitaban ayuda por las noches, esa noche había tormenta y no nos quedamos en la puerta tomando el fresquito como era costumbre, mis primas tenían miedo y se fueron a dormir a casa de mi tía, iban a dormir con mi prima Pili, yo les había dicho que no me encontraba bien y que no quería que se quedaran. No sabía que iba a ocurrir, pero mi polla estaba tomando vida por si sola, de solo pensar en lo que se podía avecinar.
Esa noche no tardé en despedirme para subir a mi cuarto. Mis abuelos también se fueron rápido a la cama y la casa no tardó en quedar en silencio. Mi dormitorio quedaba en un rincón de la casa, y por suerte era el opuesto de donde estaba el dormitorio de mis abuelos, el de mi tía tampoco estaba cerca del de mis abuelos, tenía un aparatito de esos que se usan con los niños pequeños para escuchar si había ruidos en su dormitorio. Apenas habían pasado media hora cuando sentí que alguien subía las escaleras, se escuchaba perfectamente el crujir de la madera, cuanto más despacio subías, mas ruido hacía, ya lo tenía comprobado. Me senté en la cama y esperé, conocía los ruidos, mi tía no tardó en aparecer en la puerta. Traía puesto un camisón blanco, largo, de tela fina, casi le llegaba a los pies. Podía ver el contorno de la braga y del sujetador, eso me decepcionó un poco, esperaba que subiera empelotas, pero no era así.
.- te has hecho alguna paja esta tarde, sobrino??
.-no tita!!
.- quieres que tu tía te haga otra como la de la siesta??
.- si!! claro que quiero!!
.- pues vente conmigo a mi cama!!
Se giró y con la mano me hizo señas para que la siguiera, bajamos despacio, me dijo que esperase un momento en la escalera, se acercó a ver a los abuelos y volvió al momento, me cogió de la mano y anduvimos hasta su dormitorio, me llevaba deprisa, sonriendo, como si fuera una chiquilla que fuera a hacer algo prohibido.
Pocas veces había entrado en su dormitorio. Era grande, espacioso, antiguo. Tenía una cama de respaldares grandes, una mesita de noche en un lado y un armario de madera, de los de pueblo, una pequeña mesa con una silla y un pequeño sillón de los de relax, me senté en el sillón, para ver que hacía. Se quedó mirándome apoyada en los pies de la cama, como si sopesara lo que iba a hacer. Se acercó a la mesita de noche y encendió la lamparita, apagó la luz del techo y encendió el aparato de escucha de los abuelos, era gracioso escuchar roncar a mi abuelo. Anduvo hasta mi, se soltó el moño, no esperaba que tuviera tanto pelo y tan largo, era negro con algunas canas, le daban un aire incluso más misteriosa, me cogió de la mano y me levantó del sillón, me abrazó y me dio un beso en los labios, yo estaba rígido, su beso tampoco había sido como de una experta, simplemente había pegado sus labios a los míos. Lo impresionante era el tamaño de sus tetas, las sentía en mi pecho, eso hizo que mi polla se pusiera dura en cuestión de segundos y ella lo notó.
.-te gustan mis tetas, verdad sobrino??
.- si tita!!, me gustan mucho!!
Se levantó el camisón hasta sacárselo por la cabeza, no podía dejar de mirar esas cantaras, la miré a la cara y me miraba sonriendo, con los ojos me hizo señas de que podía tocar, metí una de mis manos por el filo del sujetador, lo tenía apretado, el tacto de su piel era suave, me gustaba y a ella parecía que le excitaba la situación. Tuve que agarrar con la otra mano el filo para meter mi mano y tirar de esa mole hacía arriba para sacarla fuera de la tela del sujetador, era impresionante, nunca había visto nada igual, quise hacer lo mismo con la otra, y cuando la tenía fuera me dijo.
.-y no es más fácil si me quitas el sujetador??
Entonces ella, se giró dándome la espalda para que le desabrochara la prenda, lo hice y ella se lo sacó de los brazos, me apreté a ella, a su culo. Por primera vez me atreví a acariciar su vientre y subir con mis manos hacía arriba hasta alcanzar esas moles. Sería incapaz de describir la sensación, eran como dos globos llenos de agua, dos globos inmensos, los podía apretar y volvían a su posición natural, sentía sus pezones grandes y duros, el tacto rugoso de sus grandes aureolas. Ella movía su culo, intentando acoplarse a mi polla, la tenía dura, grande y dura, me dolía. Bajé mis manos por su vientre y busqué el filo de su braga, metí mis dedos y sentí el tacto de sus vellos, tenía un bosque, era espeso y rizado, abultaba entre mis dedos, pasé mis manos por su cadera y bajé la parte de atrás, su culazo blanco y flácido quedó ante mi vista, podía ser tan rico como sus tetas. me saqué la polla y sin pensarlo mucho la metí entre sus muslos, sentí como abría las piernas para dejar que me acoplara a ella y que su braga cayera al suelo. Soltó un gemido sin dejar de moverse un poco para sentir el tamaño de mi polla y su dureza.
.- uhhh!! El niño tiene gana de meter su polla en el chochito de la tita?? Que grande y que dura la tienes niño!!
Esa no era mi tía, me la habían cambiado, nunca la había escuchado decir nada por el estilo en toda mi vida y menos sentir como se movía con mi polla entre las piernas.
.- que cosa más rica tengo entre las piernas!!! Uhhh!!! Como voy a disfrutar contigo esta noche!!
Antes os dejo la tetona de mi tía, pues lo mismo, en el minuto 18 se abre como una verdadera perra, y sobre todo, esa cara, …. esa cara de gusto y guarra al mismo tiempo
Mi polla había alcanzado sus labios, los podía sentir sobre mi polla y como se iba mojando, el roce se estaba haciendo mucho más fácil y bastante más placentero. De pronto se apartó y se dirigió a la cama, se tendió boca arriba.
.-ven cariño!! Quiero que te corras dentro de mi y que me des todo lo fuerte que puedas y aguantes!!! Quiero sentir como estalla tu polla dentro de mi!!
Me acababa de dar cuenta que las sábanas eran de color negras, resaltaban con el cuerpo de mi tía encima. Nunca había sentido mi polla tan dura como en ese momento, su melena caía sobre la almohada, se había levantado las piernas con las manos, seguían enfundadas en unas medias negras a medio muslo, sus grandes tetas quedaban entre sus brazos que las sostenían y podía ver por primera vez toda su raja bien abierta. Era impresionante, sus vellos llegaban hasta casi la entrada de su estriado culo, era un agujero perfecto, pequeño casi negro, resaltaban con su piel tan blanca, lo mismo que sus labios grandes y carnosos.
.- ven fóllame!! Métemela hasta los huevos cariño!! Dale a la tita todo lo fuerte que puedas, como en las películas!!
Me seguía alucinando la manera de hablar de mi tía, pero me estaba poniendo como una moto.
Me monté todo lo rápido que pude en la cama, me coloqué entre sus piernas y con mi mano guié mi polla a la entrada, apreté con fuerza y mi polla entró con algo de dificultad, pero una vez pasado el capullo lo demás entró como si fuera mantequilla, estaba caliente, ardía su coño por dentro. Ella estiró la cabeza hacia atrás.
.- siiii!!! Que polla tienes niño!!! Dale a la tita!! Dale fuerte cariño!! Siii!! Como me gusta!!! Que de tiempo hacía que no podía disfrutar asi´!!! Siiiii!!! Dame polla!!! Dame!!! Fóllame!!! Fóllame cariño!!! Dame fuerte!!
Me estaba costando encontrar un ritmo, estaba alucinado, me estaba follando a mi tía, era mi primer coño y nunca hubiera podido pedir nada mejor. Nos acoplamos mejor y comencé a darle como ella me pedía, sacaba mi polla y la hundía hasta los huevos, hasta sentir como chocaban y sonaban al contacto con su cuerpo. Sus gritos se hicieron más sonoros.
.- siii!!! Ahh!!! Dame!! Dame!!! Dame con todas tus fuerzas!! Asii!!! Asiiii!!! Dame!!! Dame polla!!! Dame tu polla!!! Rómpeme el coño!!! Rómpemelo!!! Como me gusta!!! Asi!! Asi!!!
Por un momento pensé que sus gritos iban a despertar a todo el pueblo, pero seguía escuchando los ronquidos de mi abuelo en el aparatito.
.- dame cariño!! me corro!! Me corro cariño!! sii!! Sii!!!
Resoplaba y gemía como una poseída, movía la cabeza de un lado a otro sin dejar de gemir.
.- que gusto!! Como me gusta!! Vacíate dentro!! Dame tu leche!! Dámela!! Quiero que me llenes entera con tu leche!! Vamos cariño!! asiii!! Asiii cariño!!! como me gusta!!! Dame fuerte!! Dame!!!
Ya ves, la embestía como un loco, cuando la escuchaba hablar me desconcentraba, pero no podía dejar de darle con todas mis ganas, cuando ya no pude más paré en seco soltando un gemido comencé a soltar un torrente de leche en su interior. Nunca había soltado tanta leche, ni nunca había sentido tantos espasmos y con tanto placer.
.- si!! como la siento!!! Como me gusta!! Como me quema por dentro!
Me dejé caer encima de ella, me acariciaba los pelos y me besaba la frente, sentía como la base de su coño me estrujaba la polla como si me la estuviera exprimiendo, era como si todo su conducto se apretara a mi polla, como si tuviera vida propia.
.- te gusta que te la apriete??
Asentí con la cabeza.
.- eso no saben hacerlo todas las mujeres cariño!!
Yo seguía tendido encima de ella, ella seguía succionando mi polla con su coño, era tanto el placer que impedía que mi polla se pusiera blandita. Me tuvo así varios minutos, hasta que me hizo girar y se la sacó. me dejó tendido en la cama y se colocó a cuatro patas con el culo en pompa, desde donde estaba echado podía ver perfectamente toda su raja, se veía mojada. Echó la cabeza hacía abajo y empinó más aun su trasero. Llegaba a ver toda su raja, desde el agujero estriado y oscuro de su culo hasta los labios hinchados de su coñazo.
.- mira lo que hace tu tita!!
Podía ver como su raja palpitaba, era como una boca que se abría y se cerraba, sabía que a mi edad tenía mucho que ver aun pero nunca pensé que una mujer pudiera mover sus labios a su antojo, paró de moverse, la sentía gemir con la cabeza echada completamente sobre la cama, de pronto fue como cuando yo me corría, vi salir un chorro de un liquido blanquecino de su agujero, no era otra cosa que mi leche saliendo a borbotones de su interior, lo hacía a voluntad. Salieron cuatro o cinco chorros, el primero si salió con mayor fuerza, los siguientes le iban corriendo labios abajo.
.-mira lo que sale de mi chochito!! Mira tu corrida cariño!! todo eso me lo has soltado dentro!!
Veía caer las gotas sobre la cama, era una verdadera pasada, yo sin darme cuenta me había comenzado a pajear despacio sin dejar de mirar ni un solo momento el abrir y cerrar de esa boca que parecía hambrienta. Podía ver perfectamente como sus labios se abrían y cerraban a voluntad, Con una de sus manos se refregaba por el clítoris los restos de mi leche. Me había vuelto a calentar, miré mi polla y estaba de nuevo dura.
Así que me coloqué detrás de ella de rodillas y sin que ella dijera nada intenté volver a follármela. Estaba tan empinada que me costaba llegar a su coñazo.
.-mm!! El niño quiere volver a follarse a la tita?? Dimelo!! Dime que quieres follarte a la tita!!
.- quiero follarte tita!! Quiero follarte!!
Abrió más las piernas y dejó que su cuerpo bajara lo suficiente para que alcanzara su entrada y se la metiera hasta los huevos.
.-mm!! Que dura se te ha puesto!! Ahh!! Asi!! Asi! Dale fuerte a la tita!! Mmm!! Mas fuerte!! Mas fuerte!!
La tenía sujeta por la cadera y sacaba y metía todo lo fuerte que podía. Era espectacular ver el culazo grande, blanco y flácido de mi tía. Y ver las ondas que se formaban en sus nalgas cada vez que hundía mi polla.
Se había acoplado a mis movimientos, empujábamos los dos a la vez, se la hundía con fuerza, sentía mis huevos chocar en la entrada de su coño. Pero lo que más me excitaba era como me hablaba.
.-asi!! Así!! Dame fuerte!! Dale a la tita en el coño!! dale fuerte!!
Sentía sus dedos jugando con su clítoris y cogiéndome los huevos cuando tenía la oportunidad. Me hizo parar apartándose.
.- tiéndete cariño!! échate en la cama!! Veras lo que te va a hacer tu tita!!
Colocó sus pies a cada lado de mi cuerpo a la altura de mi polla, y se agachó hasta pegar su culo a la punta de mi polla. Podía ver su coño abierto con sus dedos, y como seguía rezumando un caldo blanquecino que salía de sus labios y caía sobre mis vellos, estaba en cuclillas dejando que mi capullo rozara los cachetes de su culazo, me tenía con la boca abierta sin poder dejar de mirar ese coñazo. Se movió hasta dejar mi capullo en la entrada de su coño y con la sola ayuda de sus piernas se la clavó entera, dejando escapar de su garganta un hondo gemido. Yo no podía dejar de mirar, estaba con los codos apoyados en la cama mirando como se movía.
.- mira cariño!! mira como la tita se la mete entera!! Uuhh!! Mira!! Como me gusta!!
La sacaba y dejaba que mirase como se quedaban abiertos sus labios, podía ver la parte rosada de su interior. Y como dejaba caer el caldo que salía de él directamente sobre mi polla. Me tenía con la boca abierta sin poder apartar la mirada. Se acariciaba los vellos, abría sus labios y se la metía una o dos veces hasta los huevos y volvía a realizar los mismos movimientos.
.- mira como se corre la tita!! Mira como se corre!!
Agarró el tronco con su mano y la dirigió a la entrada de su culo, sentí una ola de calor recorrer mi cuerpo cuando sentí mi capullo en la entrada de su trasero. Apretaba mi tronco haciendo que mi capullo se hinchara más aun.
.- ábreme las cachas!! Ábreme el culo con las manos.!!
Tiré con mis manos de sus nalgas haciendo que mi polla llegara con más facilidad a su agujero. Tenía una visión perfecta. Se dejó caer un poco más, el calor era indescriptible y la sensación más aún. No tardé en ver como mi capullo se abría paso a la resistencia que ofrecía ese músculo. Mi mirada seguía fija en mi polla y en la entrada abierta de su culo, no llegaba a meterse del todo mi capullo, sentía la dureza de su esfínter. La sentía gemir.
.- ohh!! Sii!! Como me gusta!! Como la siento en el culo, me voy a correr como una perra en celo!!
Yo paraba y cogiéndola con su mano hacía que mi capullo pasara todo lo largo de su coño, sentía el calor de su interior recorrer mi tronco y como me mojaba la polla con todo lo que salía. Se la pasaba por los vellos, el roce de sus rizos me excitaba, no tardaba en volver a colocarla en la entrada de su culo y en volver a dejarse caer lo suficiente para que medio capullo abriera su esfínter dejando que mi polla sintiera las palpitaciones de su músculo. Le costaba hablar.
.- quieres que la tita se la meta entera en el culo?
La volvía a sacar y dejaba que mi capullo rozara la estriada y caliente entrada.
.- dile a la tita que quieres metérsela en el culo!! Dimelo!! Quiero que me lo digas!! Ohh!! Dimelo!! Dimelo!!
,. Si tita!! Quiero follarte el culo!! Quiero que te la metas hasta los huevos tita!!
Tiré de sus nalgas con más fuerza y no hizo falta siquiera que volviera a cogérmela, mi capullo estaba justo en su entrada, se dejó caer un poco y todo mi capullo entró en su estrecho culo. Sentía como hacía palpitar con una velocidad endiablada su esfínter justo por debajo de él. Mi capullo había desaparecido.
.- si sobrino!! Como me gusta tu polla!! Ohhh!! como me gusta, como me voy a correr con tu polla en el culo sobrino!!
.- si tita!! Sigue!! Sigue!! Entera!! Quiero que entre entera!!
Volvió a sacarla, parecía que le costaba respirar, miré su cara, tenía la cabeza echada hacía atrás, tenía todo el pelo revuelto, estiró sus manos para agarrarse al cabecero de la cama, me daba la impresión que sus tetas habían crecido de tamaño, podía ver como sus grandes aureolas se marcaban más aun en medio de esas inmensas tetas, lo mismo que sus pezones, se veían negros, grandes y duros. Volví a bajar la mirada para ver como esta vez se dejaba caer por completo sobre mi polla.
Estaba tan lubricada que ni siquiera sentí dolor, mi polla se coló en su culo hasta los huevos. Siempre había visto en las películas como cuando alguien se follaba el culo de una mujer y este se movía lo hacía de una manera que casi no se colaba nada dentro, solo el capullo y algo más, pero mi tía se había empalado literalmente. Soltó un grito que pensé que despertaría a mis abuelos. Su respiración era entrecortada, miré su cara, era una mueca de puro dolor o placer, no sabría decir de que.
El calor era intenso, sentía el calor de su interior por toda mi polla, y como de una manera primero suave y poco a poco cada vez más fuerte su esfínter palpitaba justo en la base de mi polla. No se movía lo más mínimo, solo hacía palpitar su esfínter. Sus gemidos se fueron haciendo más sonoros al ritmo de sus palpitaciones.
.- espera niño no te muevas!! Uhh!!
Agachaba la cabeza y volvía a levantarla.
.- que polla más grande tienes cabrón!! Ohh!!! Sii!!
Me atreví a subir mis manos y apretar sus grandes tetas.
.- ohh!! Si cariño!! aprieta mis tetas grandes!! sii!! Como siento tu polla!! Ohh!!
Sentí como relajaba el esfínter y dejaba de hacerlo palpitar. Dejando escapar un gemido sacó parte de mi polla hasta casi sacarla por completo y volvió a bajar despacio.
.- ahhh!! que gusto!! Como la siento!! Te gusta sobrino?? Te gusta el culo de tu tita!! Ahhh!!!
Movía la cabeza de un lado a otro, no le dije nada, con mis manos por debajo de sus muslos hice que se levantara hasta casi sacarla y soltándola volvió a metérsela hasta los huevos.
– ahhh!!! sii!!!
Y ya no hizo falta más ayuda, ella sola sacaba y metía y cada vez lo hacía más rápido, era una pasada ver como entraba y salía mi polla.
Solo se escuchaban sus gemidos y el sonar del cabecero contra la pared cuando se levantaba y agachaba sobre mi polla.
Estuvo subiendo y bajando más de 10 minutos, hasta que no pude más y sin decirle nada comencé a soltar un mar de leche en su interior.
.-si!! como me quema!! Sigue!! Sigue!! Dame toda tu leche!! Lléname toda por dentro!!! Siii!!!
Mi corrida fue bestial, para no gritar de placer, tuve que hacerla bajar para poder alcanzar sus tetas, mordí con fuerza una de ellas. Y quedé desplomado en la cama.
Se la sacó y dejó que mi leche saliera cayendo sobre mi polla. Se giró y sin decir nada sentí como relamía todos los goterones que tenía encima. Me dolía la polla, pero a pesar de ello, me la relamió hasta no dejar rastro de ningún tipo. Polla, vellos, huevos quedaron limpios como la patena. Se tendió a mi lado y acarició mi cabeza. Ya no era la señorita Rotenmeyer, era la tía mejor del mundo, le di un beso en los labios para agradecerle su limpieza de bajos. Su boca sabía rara, pero me daba igual. Se tendió a mi lado y dejó que me durmiera abrazado a ella.
Era más de las siete de la mañana cuando despertamos, mi abuela la llamaba desde su habitación. No había sido un sueño. Allí estaba mi tía colocándose el camisón y encima una bata, mientras mi polla comenzaba a palpitar. Antes de alejarse, se acercó y me dijo.
.- has sido un sobrino muy malo!! Voy a tener que enseñarte a comportarte!!
Agarró mi polla con su mano izquierda.
.- espero que esto esté completamente tieso cuando vuelva en dos minutos!!
Me guiño un ojo y dejó escapar una pequeña risa. Salio del dormitorio sin mirarme siquiera. La verdad es que no iba a ser necesario que me tocara siquiera, sentía como mi polla se ponía dura sin siquiera tener que tocarme.
Estaba tendido con las manos debajo de la cabeza y la polla mirando al techo cuando mi tía regresó. Cerró la puerta con el pestillo y se acercó rápidamente, se quitó la bata, pero no el camisón. Tiró de él hasta dejarlo a la altura de su coño, y de un pequeño brinco se montó en la cama y me dejó entre sus piernas.
.- este tiene que ser rápido, los abuelos ya están despiertos y pronto van a querer desayunar!!
No me dio tiempo a ver nada de su cuerpo, había sujetado mi polla con su mano derecha y la había guiado a la entrada de su cueva. No me podía creer que estuviera tan mojada, mi polla se coló como si fuera mantequilla. Entró hasta los huevos de una sola vez. Soltó una risa y comenzó a subir y bajar como si le fuera la vida en ello. Gemía y reía a la vez.
.- correte sobrino!! Correte en el coño de la tita!!! Quiero sentir como va saliendo tu leche durante la mañana!!
No me podía creer que mi tía me estuviera diciendo esas cosas, no me podía creer que me estuviera follando a mi tía en su propio dormitorio. El ruido que hacía al dejarse caer era tal que pensé que incluso podía sentirlo mis abuelos, esos y los gemidos que a veces dejaba escapar de su garganta.
No hizo falta mucho empeño de mi tía para que la satisficiera, en apenas un par de minutos me corría como un poseso, como si fuera mi primera vez. Ella lo hizo seguidamente cuando sintió mi leche en su interior. Soltó una risa y se levantó de la cama, se colocó una braga, se sacó el camisón y comenzó a vestirse sin mirarme siquiera. En menos de un minuto volvía a ser la señorita Rontenmeyer, pero algo en su rostro había cambiado. Se levantó la falda y miró el interior de la braga.
.- cabronazo que cantidad de leche me has soltado!!, me vas a tener mojada toda la mañana y deseando que llegue la hora de la siesta para que te comas mi coño hasta que me corra en tu boca.!!
Hasta incluso sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando escuché sus palabras.
Y me dijo que me subiera a mi dormitorio para que no me vieran las primas cuando llegaran a la casa. y sobre todo que no me hiciera pajas mientras llegaba la hora de la siesta. No puedo recordar cuanto follé ese verano. Pero si que cuando volví a casa había perdido varios kilos de peso. No podía creer como follaba mi tía, si parecía que no tenía ni coño,,,,increíble.