De mi viaje por Brasil, pude extraer un par de cosas: sus impresionantes playas y sus mejores muñecas. Muñequitas con sabor a canela y café. Shemales negras o los mal llamados travestis, con polla y sin complejos.
Toda una ruta por los complejos hoteleros más lujosos para darme mi capricho más silencioso aquí en España: el morbo de las tías con polla, o mejor dicho las transexuales o shemales.
Negras y de color, las que me gustan y como pude comprobar en diversas fotografías antes de solicitar el servicio de alguna, bien dotadas para pasar un rato alborotadas. Y digo en femenino porque al final cuando estás con mujeres así, al final el sexo se unifica y ya no sabes quién es quién.
Sexo que viene de secare, de cortar, de separar, lo masculino y femenino, así tenemos palabras como secante, sector y segmento. ¡Cuántas cosas ha cortado el sexo!, hasta mi relación con mi ex, Patricia, que enamorada de las chicos, de las chicas, de los maniquís, al final se fue con uno de ellos, y me dejó con la miel en el café. Las travestis o shemales de café olé.
