Cómo seducir a una escort

¿Cómo seducir a una escort o cómo poderla atraer? Es una pregunta que recientemente me preguntaron y que no supe ni qué responder, porque nunca me he encontrado con un hombre con ese verdadero atractivo: la seducción.

Cada noche cuando me visto muy lentamente, cuando me pongo mi tanga, mi vestido, cuando me maquillo, en esos momentos de soledad, pienso en encontrar esa satisfacción de cruzarme con el hombre que verdaderamente me pueda seducir. Por eso, ante una pregunta así, mi respuesta es el silencio, porque no tengo respuesta. Soy una de las muchas escorts en Barcelona que puedas encontrar, ni mejor ni peor que mis compañeras, soy simplemente yo.

La sensualidad y reflexión de una escort en Barcelona

Les hablaré del pensamiento de los hombres: les excita intensamente la idea de tener sexo con una mujer nueva que han conocido recientemente, les da morbo un aventura de una noche con una perfecta desconocida. Con una escort, con ese ideal de belleza y sensualidad que no encuentran en su vida diaria. Se ponen calientes fantaseando con ver una película porno y tener sexo desenfrenado con decenas de mujeres ardientes; a las que apenas conoce o no ha visto en su vida. Se ponen cachondos con hacer un trío. Qué pesados, cuántas veces me lo habrán propuesto, y mi respuesta es no. A eso me refiero, cuando hablo del pensamiento masculino. El sexo de la superficie.

Escorts Barcelona Perla Negra

Desde mi ciudad Barcelona, siempre tengo presente esta frase: «el hombre piensa, la mujer siente». Es una frase que siempre me ha acompañado, por eso es tan difícil llegar a un punto de unión con facilidad, entre hombre y mujer. Y los hombres que llegan a seducir a una mujer, a una escort como es mi caso, merecen un premio porque no es nada sencillo. A veces me hago esta pregunta; ¿puede la lujuria femenina ser provocada por la acción deliberada de un hombre?

Las mujeres se activan sexualmente igual que los hombres, por supuesto, pero por un conjunto completamente diferente de procesos mentales. Como he dicho antes, la mujer siente. Son sensaciones e impresiones. Los hombres buscan un aspecto visual, imágenes, conceptos mucho más directos. Muchos de ellos buscan la imagen de la mujer perfecta, por eso acuden a nosotras, esculturales bellezas al servicio más directo y básico del hombre, la imagen.

Las mujeres no están muy interesadas en la edad de un hombre, ellos por el contrario sí lo están. Los machos permanecen viriles la mayor parte de su vida útil. A nosotras nos impacta otras características que no sean la edad o simplemente el físico. Cierto es, que una imagen vale más que mil palabras, pero la parte sensual, imaginativa, ese poderío interno, puede hacernos volver locas. No hace mucho me contaba una amiga, también escort, un momento muy erótico, aparentemente nimio y sin importancia, pero que hizo que se mojara y se humedeciera como nunca lo hizo.

Una escort seducida, en un día cualquiera en Barcelona

Ella, mi amiga, iba sentada en el metro como cada mañana a trabajar, el vagón estaba atestado y repleto de gente matutina que iba de forma anodida a sus trabajos rutinarios. Trabajos de miseria por suelos de nada. De repente se sienta un joven a su lado, debería tener unos veinticinco años, mi amiga más mayor que él, unos diez años. Nunca le interesaron los machos más jóvenes que ella, pero aquella situación, aquel momento sí le sedujo, toda una escort seducida en una mañana cualquiera. Ese día me lo recuerda constantemente. El caso es que el chico estaba leyendo, LEYENDO! tan solo eso, y pasó algo, un hecho que pasaría desapercibido para cualquier otra persona. Él pasaba las hojas del libro, las pasaba con tanta lentitud, rugosidad y sensualidad, que solo ese tacto produjo a mi compañera una excitación. Ella observaba y escuchaba el pasar de las hojas.
El sonido del roce de sus yemas, con lo áspero del papel, de las páginas, ver sus manos, e incluso su indiferencia hacia el resto del vagón, y su firme seguridad leyendo ese anónimo libro, todo ello, puso a mi amiga más caliente que el mango de una sartén de hierro. Lo digo, porque así me lo contó. «Mientras él pasaba sus hojas, yo le miraba, pensaba qué guarra soy, mirando a un niñato más pequeño; pero el solo sonido del chasquido al pasar las páginas, su presencia a mi lado y el pensar en su paquete, me puso a mil».
Ni que decir tiene que mi amiga se mojó como nunca, humedeció como la llovizna matutina, podría relatar que luego hicieron esto y lo otro. Pero no. Todo quedó ahí. En un simple acto erótico y sensual de un día cualquiera, en una mañana rutinaria. Unos minutos que sedujeron a una escort en Barcelona, en el metro, fue una seducción involuntaria y que seguro, si el chico hubiera querido, se hubiera follado a mi compañera escort sin más.

Tan fácil y tan difícil como la seducción a una escort en Barcelona

Como conclusión, quiero decir con esta experiencia, que la seducción a la mujer, a la escort, la seducción a escorts de lujo en Barcelona, es algo muy sencillo si se sabe hacer. Solo el chasquido del pasar unas hojas de un libro, con unas manos varoniles y sensuales, puede crear el acto más erótico que puedas encontrar. Ellos necesitan fotos y vídeos, nosotras, una llamada de sensaciones, solo eso. Sensaciones.

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