Fantasía hecha realidad (cap 1 – mi primera paja)

Hola. Mi nombre es Jorge, tengo 36 años y los que vengo a relatar es algunas de mis experiencias sexuales relacionadas a mi fantasía sexual preferida: el de masturbarme eyacular sobre la bragas de una chica.

Desde siempre me han atraído las chicas que usan tanguitas diminutas, si son transparentes mucho mejor, que dejen ver si rajita depilada o un pequeño mechón de vello; verlas en vivo, foto o vídeo me excita mucho y provoca una incontenible erección y con la necesidad de masturbarse y eyacular sobre la diminuta prenda de la chica dejarla empapada en semen mientras ella gime de placer.

Lo siguiente que voy a relatar es el cómo despertó en mi esa extraña fascinación o fetiche por eyacular sobre las braguitas de las chicas. Estás leyendo esta relatos de sexo de masturbarme en universo erotic dot com.

No lo sé, pero desde chico sentía una extraña atracción hacia las mujeres con exuberante cuerpo que salían en televisión o revistas posando en bikini o lencería, pero había (y hay) una zona de su cuerpo que no podía quitar la mirada y esa zona era la tanga. Ese diminuto pedazo de tela que cubre y a veces se marcaba la rajita de la vagina me tenía fascinado y una atracción que no podía describir, cada vez que veía a una chica en tanga o bikini, sentía un extraño hormigueo en mi pene que a veces me veía obligado a frotarlo con mis manos para calmar ese hormigueo.

Hasta que llegué a la pubertad esa extraña atracción se incrementó mucho más, pero esta vez esa atracción era sexual. Un día mientras revisaba algunos cachivaches de un cuarto que teníamos en mi antigua casa (no recuerdo qué cosa buscaba en ese momento) en un rincón de la habitación veo unos rollos de papel, me dio la curiosidad de ver qué eran esos papeles enrollados, así pues que los cogí y empecé a desenrollarlos y para mi sorpresa era un almanaque de un metro y algo, la imagen era de una chica rubia de senos deliciosos cuya única prenda era una tanga blanca transparente dejaba ver los vellos de su vulva, mis ojos se clavaron en esa zona de la imagen, ver cada detalle de esa tanga, el diseño floreado del encaje, las costuras y cómo el puente de la tanga se metía en su vulva despertó en mí una extraña sensación, sentí nuevamente ese extraño hormigueo que recorría mi cuerpo hasta mi pene…y lo inevitable pasó, tuve mi primera erección.

Cuando vi mi pantalón de buzo hinchado me asusté un poco, al bajarme el pantalón junto con los calzoncillos, miré que mi pene había duplicado su tamaño y estaba rígido y de mi glande salían unas gotas que pensaba que era orina, pero esta extraña orina era transparente y pegajosa. Estás leyendo esta relatos de sexo de masturbarme en universo erotic dot com.No salía de mi asombro de lo que me estaba pasando en ese momento, entonces volví a mirar y fijar mi mirada nuevamente en la tanga de la chica del bendito almanaque, entonces nuevamente sentí ese hormigueo en el cuerpo, comprendí entonces que ese era el motivo de mi primera erección, empecé a sentir unas ansias de poseer a aquella chica.

Miré hacia todos lados que nadie me viera, cerré la puerta del almacén con llave, regresé al sitio donde tenía el afiche, lo primero que hice fue lamer la tanguita de la imagen para luego frotar mi glande en esa zona del afiche, no paraba hasta dejarla mojada con esa extraña orina pegajosa que salía, sentía una extraña sensación de placer indescriptible al ver cómo había humedecido ese almanaque, eso me motivó nuevamente a repetir lo que había hecho, esperar unos minutos a que de mi pene brotara esa extraña orina pegajosa (que después sabría que era pre semen) para nuevamente frotar mi glande en la tanga de la chica rubia del almanaque.

Llegó un momento que sentí algo que hacía estremecer mi cuerpo y bajaba con rapidez hacia mi pene que empezaba a contraerse, pensé que me iba a orinar y me detuve pues no quería arruinar ese preciado almanaque, así que volví a enrollar, con dificultad metí mi pene erecto dentro del pantalón y sin que nadie me viera me llevé el almanaque a mi habitación.