Querida hija – Cuentos Cachondos

Después de ducharme, me había puesto una braguita y un sujetador y había salido a la habitación Sobre la cama el pantalón y la blusa que iba ponerme para salir, pero antes de vestirme me dejé caer sobre la cama, me estiré, levantado los brazos por encima de la cabeza y abriendo las piernas todo cuanto pude. En aquel momento entro mi hija en la habitación. Me apresure a cerrar las pìernas y puse mis manos sobre el estómago.
Hola cariño!
Hola mami! Que haces?
Iba a salir y me he echado un momento en la cama para relajarme y la verdad es que ahora no me apetece mucho.
Mi hija se sentó a mi lado y me echo el pelo hacia atrás acariciándome la frente,  pasó la yema de sus dedos a lo largo de la cejas, bajo por mi mejilla hasta el mentón y volvió a subir lentamente hasta mi frente.
Que rico.
Suspiré y cerré los ojos. disfrutando de aquellas caricias. Ahora los dedos de mi hija bajaban a lo lago de mi brazo y subían dibujando la línea de mi axila y contorneando mi pecho siguiendo el borde del sujetador para bajar por el otro brazo y repitiendo la caricia.
Te gusta, mami?
Si cariño, me encanta.
Yo seguía con los ojos cerrados y me sentía muy relajada y gozaba sintiendo como los dedos de mi hija continuaban haciéndome entrar en un  sopor muy agradable.
La primera vez que mi piel se erizo fue cuando sus dedos acariciaron muy suave y repetidamente el borde de mi axila y a partir de ese momento, las caricias  hacían que me erizara a cada  contacto de sus dedos..
Ya no solo eran la yemas , sino que sus uñas pasaban  despacito sobre la piel de mi vientre, bajaban hasta mi rodilla y subía por mi muslo, mi vientre, mi estómago y mi cuello. Mientras acariciaba mi cuello dejó que su mano reposara sobre mi pecho y en una caricia rápida pasó sobre mi pezón. Dí un respingo pero seguí con los ojos cerrados.
Volvió hasta mi rodilla pero esta vez subió por la parte interior del muslo, instintivamente cerré las piernas y puse una mano sobre el pubis.y entonces colocó  la suya sobre la mía.
Mami, eres tan guapa……
Me besó en la frente repetídamente, con besos cortos y luego en la mejilla, retiró el  pelo y me beso detrás de la oreja, en el pecho. Entrelazo sus dedos con los míos en la mano que tenía sobre el pubis  y la empujo hacia abajo hasta meterlas entre mis piernas, sobre mi sexo.
Yo seguía sin abrir los ojos, mientras los besos de mi hija se hacía cada vez mas íntimos y  yo empezaba a sentir que me excitaba y cuando me beso un pezón por encima de la tela del sujetador se me pusieron duros y sentí el calor y la humedad  de la boca de mi hija. y yo seguí sin moverme y con los ojos cerrados, mientras su mano movía la mía haciendo que acariciara mi sexo sobre la braga.

Empecé a mojarme, mi vagina se humedeció y aquella humedad pasó a mi braga  y la punta de los dedos de mi hija enlazados con míos debieron notarlo porque subió nuestras manos y las metió bajo la braga empujándolas hasta que noté que mis dedos se metían entre los pelos que cubrían  la  parte  superior de mi sexo y siguió bajando hasta que paso entre los labios y mi mano cubrió todo mi sexo. Fue entonces cuando los labios de mi hija rozaron los míos, fue un beso suave y corto que volvió a repetirse e inmediatamente noté su lengua acariciándolos..
Todo era tan rápido que no me daba tiempo a pensar en lo que estaba pasando. Mi hija estaba literalmente teniendo una relación sexual  conmigo, con su madre. Sin embargo y pese a que su mano obligaba a la mía a acariciar mi sexo, yo seguía sin abrir los ojos. No sentía ningún rechazo a lo que estaba ocurriendo, me parecía hermoso, no había ningún desenfreno, ninguna urgencia en las caricias. Todo resultaba lento, suave lleno de amor.
Mi hija, me tenía cogida la mano por la muñeca y la movía de arriba abajo, mis dedos pasaban sobre mis labios, que se iban abriendo. Notaba mi sexo hinchado y no necesitaba que mi hija moviera mi mano, yo misma me acaricié buscando el clítoris y acariciándolo para bajar luego hasta la vagina y entrando despacio, primero con un dedo y luego  con dos.
Mi hija soltó mi mano y la subió hasta mi  pecho. Su lengua seguía lamiendo suavemente mis labios, se metió entre ellos y entro en mi boca y me succiono y yo dejé que la mía entrara en la suya , la tomó entre sus labios y la chupó como si fuera un caramelo.  Mientras me besaba  me había bajado el sujetador dejando uno de mis pechos desnudo. Bajo en suaves besos por mi cuello beso mi pecho hasta llegar a mi areola, la lamió, pasando la punta de la lengua en círculos alrededor del pezón y luego lo metió en la boca y comenzó a chuparlo despacio apretándolo con la lengua. Yo cogí la punta de mi pecho entre dos dedos y lo apreté empujando mas el pezón dentro de su boca.. Cuando la mano de mi hija se metió bajo la mía por debajo de la braga yo la retiré y la yemas maravillosas de los dedos de mi hija acariciaron sin titubeos mi clítoris y entonces ocurrió algo que hizo que abriera los ojos y mirara como mi hija se metía mis dedos, los que había usado para acariciarme y que aún chorreaban jugos , y los chupaba y los lamía con fruición y yo noté como mi vientre se contraía  y un orgasmo intenso  que nacía en lo mas profundo de mis entrañas se adueñaba de mi.
Mientras mi vientre se contraía con el placer del orgasmo, mi hija me beso en la boca y su beso me supo a sexo.
Mami. Puedo verlo?
Ver que, cariño?
Eso- y señalo con sus dedos mi sexo – tu coño.
Pero….pero, no entiendo. Que quieres ver?
No se. Nunca he visto ninguno, mas que el mío. Es la primera vez que hago esto con otra persona.
La miré sorprendida. Aquella que tenía delante y que me pedía que le enseñara el coño, como ella le llamaba, era mi hija de 16 años, que hacia menos de cinco minutos me había llevado a un orgasmo maravilloso.
Mami, eres tan guapa! Tienes un cuerpo tan impresionante, siempre he soñado con poder acariciarte. Te quiero tanto, soy tan feliz! Te han gustado mis caricias?
No tuve mas tuve mas remedio que contestar afirmativamente.
Si cariño, claro que me ha gustado.
Oh Mami! Te quiero
Me abrazo y me beso en las mejillas, en los labios, en el cuello y por un momento me pareció que había lagrimas en sus ojos. Me emocioné y la abracé cubriéndola de besos.
Quiero que me toques tu a mi.
Y se quitó la braga con movimientos rápidos. Me quedé paralizada, no sabía que hacer, pero fue un momento, porque ella me cogió la mano y la puso entre sus piernas. El contacto con los pelos de su sexo, suaves y húmedos me trastorno y cuando el dedo corazón se metió entre los labios de su sexo y noté aquella humedad caliente y viscosa  que lo empapaba, el corazón se me desbocó. Mi hija gimió y por unos instantes la acaricie como si fuera una principiante, sin saber donde o como hacerlo.
De pronto, ella se apartó
Voy a verte mamá..
Casi ni me dio tiempo a reaccionar, me abrió las piernas y se echo entre ellas, no hice nada, me cubrí el rostro con un brazo y me quedé muy quieta.
Seguramente fueron solo unos segundos pero a mi me parecieron una eternidad, el tiempo parecía haberse detenido, yo contenía la respiración y aunque sabía que mi hija estaba echada entre mis piernas no la sentía, no había ningún movimiento. Me moví inquieta y entonces noté su aliento calido en mi vientre. Me tensé, sabía  que iba a ocurrir algo, contuve la respiración. ¡Y ocurrió!
Los labios de mi hija se posaron suavemente en la parte superior de mi sexo, allí donde nace el capuchón del clítoris ( el  mío es cortito y cuando me excito se hincha enseguida y la punta del clítoris asoma entre su pliegues) de forma que cuando la lengua de mi hija descendió lamiéndolo se encontró con la punta.
Yo empecé a temblar, mi hija tendrá 16 años pero sus caricias son las de una experta y yo estoy segura de que es imposible que haya tenido relaciones sexuales como para saber donde y como estimular los puntos precisos.
Había lamido mi clítoris y luego había bajado hasta mi vagina y allí parecía que disfrutaba mas porque su lengua lamía los bordes y luego entraba y salía como si fuera un pequeño pene y chupa
ba como si quisiera beber todos los jugos .
Levanté la cabeza  para mirarla y ella también me miró sin dejar de chupar y lamer mi vagina. Puse mi mano sobre su cabeza acariciando sus cabellos y luego entrelazamos nuestros dedos y me dejé caer hacia atrás mientras con dos dedos de la otra mano mantenía bien separados los labios de mi sexo.
Empecé a notar que el orgasmo estaba próximo y busqué el clítoris con mis dedos pero mi hija me retiró la mano y fue su legua la que se encargo de acariciarlo, mientras no se si uno, dos o tres dedos
entraban en mi vagina. Empecé a temblar, el orgasmo era  como nunca lo había sentido, apreté con los muslos la cabeza de mi hija, la cabeza se me iba, no podía mas. Empuje su cabeza  para apartarla de mi sexo ella se resistió un momento y cuando retiró sus dedos y dejo de chuparme y  lamerme el clítoris tuve unos espasmos que hicieron que me doblará. Mi hija se echo sobre mi y buscó mi boca
la sentí llena de mis jugos y aquello me excito y mi orgasmo se hizo aún mas intenso
Así como estaba encima de mi, metió mi  muslo entre sus piernas y comenzó a moverse primero muy despacio y luego mas rápido y apretándose mas y mas y su muslo rozaba mi sexo y sus movimientos eran como una masturbación.
Me esta viniendo …….. me voy a correr.
Yo también….cariño, yo también ….otra vez
y casi sin salir de un orgasmo entre en otro y me abracé con desesperación a mi hija y nos besamos ansiosamente y cuando mi hija se detuvo, permanecimos jadeando abrazadas .
Quiero contar mas cosas pero hoy es viernes mi hija ha llegado del colegio, vamos a salir a tomar algo y luego……..         f      .    .   .
 
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