Se habían quedado solos, pero ya desde hace unas semanas tonteaban por el teléfono, la linea caliente de siempre pero esta vez en familia. Porque eran tía y sobrino, una de las peores cosas que le puede pasar a un joven caliente. Tener una tía tetona, de tetas grandes y que intenta seducirle. O cuando menos, que no le rehúsa o rechaza, su sobrino le cae en gracia. Porque el apuesto joven observaba a su caliente tía como una presa fácil de conseguir aunque no fuese así.
Un día se quedaron solos de verdad, porque su madre y hermana de ella, los había dejado al amparo de ellos mismos. Un craso error, un fallo gravísimo dejar a dos personas con ganas de follar a solas, porque no era otra cosa que eso: fornicar. Ese gesto tan antiguo como la existencia, porque sin el folleteo no estaríamos aquí en este mundo ambicioso y egoísta. El caso es que tras varios días de llamadas calientes estaban solos. Ella no dudó en concederle todo a su sobrino, esa actitud incestual entre familiares que su sobrino tanto había deseado.
Las tetas de su tía eran generosas, grandes, blancas, apetitosas, listas para mamar o para: puedo chuparlas?, como él le decía. Ella sabiendo que su experiencia le concedía el grado de no contestar, con una mirada le abría todo su corazón y su sujetador. Él se había quedado impactado de lo blanquita que es su tía al desnudo y la falta de pelaje corporal. Toda sin pelos como de una niña se tratara, pero con la certeza de estar con una mujer de armas tomar.
-Venga sobrino, enséñame lo que no sabe mamá, tu mamá mi hermana, que tiene un hijo muy caliente que se muere por su tita milf.
Linea caliente directa en sofá con tia y sobrino
-Ya no tendremos que hablar más a escondidas por nuestra personal linea caliente, verdad sobrino?- le decía la tita caliente mientras le atusaba el cabello con la mano, a sabiendas de su calor ya presente en su rajita. Ella estaba a mil por hora sabiendo que en cuestión de segundos su sobrino le estaría, a buen seguro, mamando las tetas.
-Y me vas a mamar las tetas tanto como has dicho estos días por teléfono, sobrinito?.
-Todo eso y más, si me dejas…
Le decía el sometido a la pauta nada severa de su tita, a él le gustaban las mujeres dominantes, y de mandar lo único que tenía ella, era ese traje rojo y esos tetones que no los terminaba con la vista.
-Chúpame bien los tetones sobrino y los pezones que los tengo muy sensibles, no sabe tu madre lo que ha hecho dejándonos solos. Ya tenía yo ganas de tenerte toda para mí. Bájate los pantalones que tengo ganas de verte lo que tienes para mí, a ver, que te quiero ver la polla sobrino…
Y así tal cual y tan avezada y descarada ella, le ordenó bajarse los pantalones y desenfundar la polla que tendría para ella, ella no rechazó la exposición desnuda:
-Qué buena polla tienes sobrino, dame que quiero chupar, y mamarte entero, antes que venga tu madre, no quiero que se entere…..mmmm.
Y de esta forma la tita caliente comenzó a mamar, hasta el fondo le encantaba tragársela completa, hasta la base del tronco.
Tia tetona y sobrino caliente desnudos en el sofá
De este modo se quedaron completamente tía y sobrino desnudos en el sofá. Ella despojada de toda fachada empaquetada y con las emociones a flor de piel. Sus blanquitas tetas se erizaban a cada mamada del capullo que propinaba, y él cada vez estaba más duro. Endurecía sin parar con solo ganas de follar. Ella inmediatamente notó cómo se estaba mojando y mojando, y se retumbó en el sofá ya toda desnuda y se abrió por completo las piernas para que él pudiera trabajarla.
Se la empezó a comer, su raja fluía y fluía jugos como nunca, y él los absorbía a medida que su glande endurecía, le chupó las ingles y hasta el culo cuando le dio la vuelta.
Pudo ver a su tía a cuatro patas, toto el ojal perineal y abriéndole bien las nalgas le dijo que estaba buenísima.
-Sí, eso crees sobrino- le pudo decir ella como logró. Ya que estando a cuatro patas no entendía muy bien que le estuviera chupando el culo por detrás, pero ella estaba la mar de a gusto. Y tota preparada para cuando la quisiera penetrar. Seguirá porque es mucho más que una linea caliente entre tía y sobrino.
