La primera vez de Eri con un hombre – Cuentos Cachondos

Conocí a Eri y Ale en mi viaje diario en el autobús, cada día tomaba el mismo autobús para ir a la escuela y regresar a casa, ahí veía a un par de lesbianas a las cuales no les importaba en lo mas mínimo si alguien las veía besarse o acariciarseConocí a Eri y Ale en mi viaje diario en el autobús, cada día tomaba el mismo autobús para ir a la escuela y regresar a casa, ahí veía a un par de lesbianas a las cuales no les importaba en lo mas mínimo si alguien las veía besarse o acariciarse.
Poco a poco me fui acercando a ellas, me hice amigo de ellas y sin duda se divertían viendo mis gestos cuando Ale le metía mano a Eri en sus partes íntimas. Son dos pequeñas rubias de unos 16 años, Eri tiene unas piernas de concurso y Ale es un poco más delgada pero con unos senos de miedo, ambas acostumbran usar ropas muy a la moda y representan mayor edad de la que tienen.
Tengo un tío que es dueño de una disco local, a decir verdad no son muchas las discos aquí en el pueblo y la de mi tío solo abre los fines de semana, yo me encargo de la bodega, de surtir los vinos en la barra y de que no le falte al barman vasos y copas donde servir. De la bodega tengo una vista completa del local, ya que se encuentra en una especia de primer piso falso, mi única tarea consiste en llenar dos o tres cajas con diferentes botellas de vino y entregarlas en la barra.
Esa noche había muchísima gente en el local, un grupo nuevo se presentaba en la disco y todos querían verlos cantar, yo miraba desde arriba a todas las chicas que entraban al local, algunas bastante hermosas, delgadas, gordas, rubias, morenas, altas bajitas, etc. Pero mi sorpresa fue cuando Eri y Ale entraron al local, tomadas de la mano como siempre, Eri vestía una minifalda negra y se veía riquísima, sus piernas blancas brillaban con las luces del local y arriba llevaba puesto un top blanco y Ale vestía unos pantalones pegados que resaltaban sus nalguitas bien paraditas y arriba llevaba una blusa con un escote bastante abierto.
Todos tomaron lugar en sus respectivas mesas y el concierto comenzó, la noche para mí estaba bastante tranquila, ya que había surtido bastante bien la barra y me dedique a observar el concierto desde mi humilde palco de primer piso, el cual se oculta al público por las ventanas con espejos que impiden la vista hacia adentro. Como a la media hora de iniciado el concierto decidí bajar a saludar a Eri y Ale, tome una botella de vino tinto, tome tres copas y fui a su encuentro, ambas estaban absortas con el concierto. Coloque la botella en la mesa y voltearon a verme, las dos se sonrieron y me saludaron, me preguntaron que hacia yo en ese lugar y les conté toda la historia, abrí la botella de vino y brindamos.
Cuando la botella de vino terminó el concierto aun no llegaba ni a la mitad, Ale me pidió que les regalará otra botella de vino y yo les dije que si, que por mi parte no había problema pero que sería la última por que no quería que se fueran ebrias a sus casas, ambas aceptaron y al momento en que me levante de la mesa Eri también lo hizo, me pregunto donde se encontraba el baño y yo le señale el sitio, que por cierto estaba en la misma dirección que la bodega. Comenzamos a caminar juntos y en mi cabeza se comenzó a fraguar una idea loca. Eri se adelanto un paso y dio vuelta hacia la entrada del baño, yo continué caminando detrás de ella y en vez de seguir de frente a la bodega me metí detrás de Eri al baño, ella no noto que la seguí, quizás por el ruido del concierto ni se entero que la seguí. Se metió en un WC y yo me fui hasta el fondo del baño esperando a que saliera, cuando salio a lavarse las manos me coloque detrás de ella y la abrace por detrás. Al principio dio un brinco del susto pero inmediatamente comencé a besarle el cuello y el lóbulo de la oreja coloque una de mis manos en su seno y la otra en su muslo, su seno era pequeño pero firme y su muslo era muy suave.
Eri volteo la cara y me dio un beso en la boca, le dije que me acompañara por el vino que les había prometido y acepto con gusto, la tome de la mano y la lleve hacia la bodega. Cuando entramos cerré la puerta por dentro, la tome de la cintura y comencé a besarla en la boca, ella me freno y me dijo –espera, yo soy lesbiana y tengo novia- yo continué caminando hacia ella hasta que tropezó con la mesa que tenia a media bodega, al ver que no podía retroceder mas se me quedo mirando con sus ojos grandes y su carita de niña inocente, yo avanzaba despacio, tome sus manos y le di un beso en la boca, ella ya no rechazo mi avance seguí besándola y coloque mis manos en sus nalgas, levantando su minifalda y sintiendo la piel de sus nalguitas suaves en mis manos.
-hummm que rico- gemía Eri -Que rica estas- le decía yo mientras seguía besándola y acariciándola
Yo ya estaba demasiado caliente, la tome de la cintura y le di la media vuelta dejándola de frente a la mesa me hinque y comencé a besarle sus muslos firmes y deliciosos, le acariciaba su conchita bien húmeda, ella se agacho y dejo a mi alcance su conchita, llevaba una tanga con un triangulito al frente y el hilo se le introducía entre sus nalguitas comencé a chuparle su conchita y casi de inmediato me lleno de sus jugos, gemía y se retorcía recargada en la mesa mientras yo subía mi lengua de su conchita hasta su culito. Mientras con mis manos buscaba la forma de quitarle su minifalda que le cubría apenas, por fin, cuando lo logre comencé a besarle su espalda y continué subiendo hasta llegar a su cuello, restregaba mi pene en sus nalguitas y metía mis manos entre su top y el sostén.
Ella tomaba mi cabeza con sus manos, me pedía que la besara más y empujaba sus nalguitas contra mi pene erecto que aún se encontraba en mi pantalón. Se dio la vuelta y se sentó en la mesa, empecé a quitarle el top mientras ella me quitaba mi cinturón y desabotonaba mis pantalones le quite el sostén y quedo desnuda frente a mi, solo con la pequeña tanga empapada de sus jugos.
Se levanto de la mesa y se hinco frente a mi, tomo mi pene erecto entre sus manos y lo comenzó a masajear, lo acariciaba con sus manos y volteaba hacia arriba para mirar mi expresión. –Jamás he tenido uno de estos en mis manos- me comento con una sonrisa coqueta y acto seguido comenzó a chuparlo, yo sentí que me desmayaba del placer se lo metía todo en la boca y jugaba con su lengua por todo mi pene, se movía lentamente sacando y metiéndose el pene en su boca posteriormente hizo mas rápido el movimiento, mientras yo me retorcía me quitaba la camisa que llevaba puesta y tomaba a Eri de su cabeza para aguantar el ritmo. Cuando estaba apunto de terminar en la boquita de Eri dejo de chuparlo y se levanto diciéndome al oído –Aún no papito-
Volvió a sentarse sobe la mesa y se recostó, yo me acomode entre sus piernas y se las levante colocando mi pene sobre su conchita húmeda y de nuevo Eri me freno –nunca me han metido una verga papi, solo Ale me la ha chupado y me mete los dedos- me dijo –hazlo despacito- entonces comencé a mojar mi verga con sus jugos y a tallársela por su conchita y su culito, así estuve un rato, jugando con mi verga, viendo la expresión de placer de Eri, entonces coloque mi verga en su conchita y poco a poco la fui empujando, Eri gemía de placer, me recosté sobre ella y deje toda mi verga dentro de su conchita estaba sin moverme y Eri se retorcía de dolor y placer, comencé a moverme muy despacio, metía toda mi verga en la conchita de Eri quien gemía y me miraba a los ojos como no creyendo la situación en la que se encontraba, me abrazaba con sus piernas como intentando que no me moviera tan fuerte dentro de ella pero al levantar las piernas daba mas libertad a mi verga de entrar y salir, estaba a punto de venirme y nuestros gemidos se confundían con la música, me incorpore tomando los pies de Eri por encima de mis hombros y solté todo mi semen dentro de su conchita, Eri se retorcía y mordía su dedo índice soportando el dolor y el placer de tan rica cojida.
Me deje caer nuevamente sobre Eri, me abrazo y me dijo al oído que le había encantado yo seguía frotando sus pechitos duros y redondos mientras ella seguía frotando mi verga, continuó así hasta que tuve otra erección pero esta vez Eri se levanto, se puso de pie sobre la mesa y me coloque justo debajo de ella, se hinco sobre mi verga que tenia agarrada con las dos manos y se la comenzó a acomodar en su culito, se iba sentando muy despacio en mi verga para que su culito poco a poco se fuera acostumbrando a mi verga, cuando la tuvo toda adentro comenzó a moverse en círculos y al poco rato empezó a saltar sobre mi verga, yo sentía un placer indescriptible estar dentro de esa hermosa niña que se movía como una profesional y con mis manos en sus pechos acariciándolos y pellizcándolos. –Quiero que te vengas ya- me decía mientras se recargaba en mi pecho y yo la tomaba de sus nalguitas para empujarla más hacia mi verga, Eri gemía de placer y me besaba en la boca.
Termine dentro de su culito, y la sensación fue maravillosa, Eri se dejo caer sobre mi exhausta, sudorosa y adolorida pero satisfecha yo seguía con mi verga dentro de su culito y aun que ya había perdido rigidez no esta flácida del todo, seguimos jugueteando dándonos besos y haciéndonos cosquillas que hacían que el culito de Eri se apretara y sintiera nuevamente el dolor de mi verga adentro, le picaba sus costillas y apretaba su cuerpo mas aún su culito.
Cuando terminamos de jugar me ayudo a vestirme, me acariciaba y me decía al oído que ahora no sabia si era lesbiana o bisexual o qué, que lo que recién habíamos hecho la tenia confundida pero que se sentía muy excitada por la nueva experiencia, le dije que tenia que dejar pasar cierto tiempo para sacar una conclusión; Abrí la botella de vino que le había prometido y le dije que iría por su novia para que nos acompañara.
Después de esta experiencia me hice el propósito de conseguirme a Ale y lo conseguí y mi experiencia con ellas aún no termina, pero después les contare mas de mis experiencias.