Hace años, exactamente en julio de 1975. Fui a un cine de Londres en Picadilly Circus donde proyectaban la película Enmanuelle. En la escena en que la jovencita se masturbaba en la hamaca con Enmanulle delante de ella, vi como la chica rubia que estaba en la butaca al lado de la mía, (no llegaba a los 20 años) abría la cremallera del pantalón y metía una mano dentro de las bragas.
Yo tenía 18 años. Acababa de llegar a Inglaterra, y de ver en España películas donde se daba un beso al final, si se daba, me encontré con aquello. Saqué la polla empalmada. La chavala que estaba a mi lado, me la vio, se arrodilló y me la hizo una mamada. Diez segundos o menos tardé en llenar su boca de leche, que la guarrilla se tragó. Luego me dijo. “Eat my pussy” No entendí lo que me decía, pero al bajarse los jeans y las bragas y cogerme la cabeza, me lo imaginé. Me arrodillé y quise devolverle el favor. En aquellos tiempos sabía tanto de inglés como de comer un coño, o sea, poco más que nada. Ella lo notó al momento, por eso mientras yo le pasaba la lengua por el coño peludo ella se acarició el clítoris con dos dedos, hasta que me dijo. ” I´m coming, I´m coming. ¡I come!” Se corrió y me llenó la boca con su flujo. Al acabar de correrse se levantó y se fue. Nunca más coincidimos.