Esta vez fui a Santander, una ciudad que me habían dicho con un encanto especial, y fue y es cierto. Sus playas, sus paseos, ese Palacio de la Magdalena todo aristocrático; y por otro lado, los paisajes verdes que combinan con una más que aceptable simetría urbanita.
También vi y aprecié, los Jardines de Piquio, con una vista excelente de la playa del Sardinero, con un paseo excepcional que tiene, en fin, toda una excelencia de arquitectura sibarita. Una ciudad aristocrática y emblemática para dos días más que soberbios y excelentes; con Ariadna, mi nueva compañera, escogida entre una multitud de escorts Santander, pero fue ella morena y atractiva mi elección para esos dos días. Fue mi novia por dos días.
Ariadna, la mejor escorts Santander a mi entender
Ariadna, argentina morena llegada hace poco de su país, actualmente trabaja como escort para una agencia a la que habitualmente recurro cuando viajo por ocio por toda España. Llamo y al momento me dan respuesta. Elijo la chica que me parece más agradable y sensual para mí, y ya está.
Un poco más desinhibida y alocada de lo que creía por las fotos que vi, la vi más seria en imágenes, pero ya se sabe lo que dice ese refrán popular, lo mejor es ver para creer. Y la vi.
Morena, alta, estilizada, piernas más fuertes que las mías y con ese descaro peculiar de las lumis Cantabria bien recorridas y bien definidas. Con desenvoltura pero precavida. Desenfadada pero discreta. Golfa pero recatada.
Qué bien me lo pasé con Ariadna, de buen paladar y de buenas palabras como la mayoría de argentinos. Un pueblo con una cultura especial, con un saber hablar y con más lectura que un ermitaño, que los españoles, eso por supuesto. Oí el otro día a uno de esos psiquiatras que van de sabelotodo, que los argentinos leen menos que los españoles. No.
No llegan a los índices de la India (es el número 1 en lectura), Tailandia o China, incluso a Filipinas, Egipto y Checoslovaquia (que son los seis primeros), pero el argentino lee más que el español. Pero qué bien se expresaba Ariadna con ese acento albiceleste
Entramos un momento en una farmacia para comprarme yo, un dentífrico, es decir pasta para los dientes y ella le dijo al dependiente:
– Hola, por favor, tiene paste de los dientes? es decir, un dentífrico.
El farmacéutico se la queda mirando, toda provocativa, y con esa petición un tanto salida de tono para su apariencia, no pegaba en la farmacia.
– Colgate?- le dijo él
Y mi novia, porque ya puedo decir que es mi novia, lo fue durante dos días, le dijo muy risueña e inocente.
-Ah! Vos también sos argentino!
Me quedé de piedra riendo como una estatua con vida. Cogimos o agarramos el Colgate y nos fuimos al hotel.
Pero antes, lo mejor de todo fue su espectacular numerito que me dio cenando, el camarero, y eso que estábamos en un lugar de lujo, se quedó sin habla, pero le gustó la puta. Sus maneras, sus gestos, su prestancia, su inocente descaro. Una puta excelente, mi puta por dos días; Ariadna y su numerito en el lavabo, otro día lo contaré. Exquisita y de las mejores putas Santander que pude conocer. La única.