Ya en otra ocasión estuviera con el dueño del mesón O Cabazo. Pero en aquella ocasión, no pudo realizar lo que pretendía, que no era otra cosa que romperme el culo, y follarme bien follado.
en aquella primera ocasión, mi culito no podía más, y aunque había insistido, y vuelto a insistir, mi negativa no dejaba lugar a dudas. ni siquiera le realicé la mamada que me pedía le hiciera, al no dejar que me rompiera el culo. Es que sabía que, si le hacía aquella mamada, luego iba ser más difícil negarse a que me follara.