Una viuda caliente y solitaria en Canarias

Hola, hoy me he animado a escribir un poco sobre mí, y sobre mi viaje a las Canarias, un lugar muy recomendable para todo aquel que quiera pasarlo bien. En mi madurez, y en mi viudedad, me lo he pasado en grande disfrutando de sus playas, de su arena negra y de su sabor a trópico. Una brisa que nada tiene que ver con la península.
Desde que me quedé viuda, hace ya unos años, no he salido ni nada, entré en un estado medio depresivo que me obligó a estar conmigo misma y ni querer hablar con nadie. Tampoco soy tan mayor, y creo que a pesar de no ser una belleza, no me conservo nada mal.
Soy una toledana de pura cepa, criada en Talavera de la Reina de toda la vida, es decir, una mujer española del bajo fondo y de costumbres muy ibéricas. Mis padres me criaron muy bien y ahora en mi madurez bien plantada, mi cuerpo es toda una explosión de júbilo y de placer.

Una viuda madura y caliente toledana en Canarias

Decidí darme un viaje a las islas Canarias, soy puramente de secano de tierras interiores, de bonitos paisajes rupestres y costumbres ganaderas. Y ahora pensé en dar un rumbo nuevo y coger un avión, algo que nunca hice antes, y salir de mi Toledo natal. Y no me arrepiento de mis quince días en las islas.
Estuve en un hotel precioso, estuve por las playas saludables, estuve desnuda, algo que tampoco estoy acostumbrada a hacer. Y practiqué el nudismo como si fuera una colegiala inexperta. Mi desnudez campaba a mis anchas por las playas negruzcas y por mi cama forastera de mi hotel reservado.
He estado tiempo sin hombres, ya que he sido muy fiel a mi marido, que ya no está. Hemos tenido dos hijas preciosas que se quedaron con sus abuelos para que yo pudiera escapar un poco de mi jaula mental.
Y ahora soy una viuda madura receptiva al nuevo mundo, he pasado unos años encerrada que ni me explico el por qué, tampoco era para tanto. Y quiero disfrutar de la vida, porque es solo una, y la quiero disfrutar con plenitud acorde a mi modo de pensar: de una forma natural y humilde. Gracias por tantos relatos y apasionados y diversos que leo.
Las fotos son para un recuerdo, un recuerdo maravilloso de mi estancia en las Canarias. De una viuda toledana caliente y solitaria.

 

 

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