Tengo una Noviotita Pijuda

TENGO UN AMANTITO NENE DELGADITO Y PIJUDO
Siempre quise tener un nene pijudito de unos 11 o 12 añItos para cojérmelo y hacerlo mi Noviotita, y cuando vi el aviso de una “nena” que se llamaba Pricila y se ofrecía como putita pasiva, supe que había encontrado la que buscaba.
“Ella” se ofrecía como “nena” por primera vez y me excitó la descripción que hacía de sí misma, así que la llamé y arreglamos un encuentro. Decía que era pasivita y Completa, que hacía Garganta Profunda y era lisita adelante como un chico de 11 años, y me puso la pija al repalo imaginándola prendida de mi pija y tragándomela.
Cuando la llamé, nos encontramos y la vi, con su largo cuerpito delgado como de nena preadolescente, su negro pelo lacio y largo hasta la cintura y sus largas patitas blancas ensandaliotadas, se me paró la pija en instantes, aunque tenía más de los 12 añitos de la putita pijuda que yo deseaba. Tenía 19 años, pero era muy erótica y supe que sería mi Noviecita y que sería complaciente para aceptar todo lo que yo quisiera hacer con ella.
Calculé que medía más de un metro con 75, apenas unas minúsculas tetitotas puntudas sobre un chato pechito de nene, que se marcaban bajo la blusa, y nada debajo. Piel muy blanca y ojos enormes marrones que parecían suplicar que me la cojiera.
– Hola, soy Pricila, me llamaste! – me dijo poniéndose colorada – es mi primera cita, tengo en realidad 19 años y no tengo experiencia en esto, así que si te gusto, pudo ser tu Nena pasivita y muy complaciente, sé hacer Garganta Profunda, mi pijita se para muy bien y tira acabadas, pero yo no te cojo, solamente te tiro mi espesa lechotita y me entrego completa como una nena y puedo alojarme cualquier tamaño de pija, perdóname que te lo diga así, pero mejor soy franca con vos! Así que si me querés, vamos a un hotel!
Con la pija dura como una piedra, le dije que sí, que la quería, y la metí a un taxi rumbo al hotel más cercano. Casi no hablamos en el trayecto, hasta que entramos en el hotel y Pricila me dijo: -Querés que me desnude yo o me desnudás vos?
“Quiero ver cómo te desnudás vos, divina, de a poquito hasta que salga tu pijita, porque aunque sos una nena hermosa, debés tener una rica pijita que me voy a comer”, le dije. Mientras yo me sacaba toda la ropa, Pricila vio mi tremenda pijota al palo que saktó amenazante en el aire, y se espantó: -Eso es lo que me voy a tener que aguantar adentro? Es una pija de caballo, amor! Jamás tuve adentro ni vi una así! Hace poco que me violaron cinco horas entre 7 pijudos, me hicieron llorar y gritar a los alaridos, pero ninguno tenía una pijotasa como la tuya! Me vas a hacer la Noche de Bodas como a una nena virguita con ese cosote y me vas a partir en dos? Quiero eso!
– Sí, nena, y te la voy a enterrar entera aunque te parta en dos!
– Bueno… para eso estoy, trataré de aguantártela! – contestó Pricila, y empezó a desnudarse parada en la cama. Sacó sus tiernas tetasotitas puntudas diminutas y me las mostró orgullosa, desnudita como su mamita la parió, colorada de vergüenza, y me dijo: – Es mi primera vez, te gusto? Tenía el largo cuerpito peludito, y eso me excitó más que ninguna otra cosa.
– Sí, Noviecita mía! Y desde hoy vas a ser mi Esposita, mi amor! Y me vas a dar todo tu cuerpito!
– Sí, si te gusto, voy a ser tu Noviecita y todo lo que me pidás!, y lentamente, parada en la cama, se bajó la tanga que cubría un enorme bulto que presagiaba una tremenda y gruesa pijota y un par de tremendos huevotes.
– Diosita! Qué hermosa pija negra y dura tenés! Me encanta así gruesa y larga! Y no me la vas a dar a comer? O solamente te voy a taladrar yo?, le dije admirando el negro tarugote peludo que se saltó de debajo de la tanguita. Era negra y envuelta en una selva de pelos negros, y mientras yo se la miraba, empezó a crecer en segundos. Cuando le dije eso, se puso colorada pero le gustó que me encantara su enorme pija, que creció más y más, engrosándose hasta alcanzar más de 25 centímetros de larga y 8 de gruesa, rematada en una cabezota roja y puntuda que ya empezaba a largar jugo pijal.
– Nenita! Adoro tu pija!, casi le grité.
– Sí, Papito mío, me la vas a poner tremenda y me la vas a mamar primero y me vas a sacar un acabotasito espeso, después quiero que me ensartés en ese espantoso tarugote tuyo! Desfondala a tu Noviotita! Hacele una Noche de Bodas!
Me le arrojé encima y con mi pija dura como una estaca, la aplasté contra la cama. Mi pijota casi se le clavó en la tierna pancita peludita. Pricila, casi enterrada en la cama, emitió un alarido ronco y espantoso al sentirse estampillada sin piedad. Con todo mi peso me le tiré arriba, desde más de un metro de altura, y su largo y delgadito cuerpito crujió como nueces partidas, como quebrándole los huesitos. Me la reventé de nuevo, con más fuerza, y la seguí estampillando sin parar una y otra y otra vez, con Pricila aullando entre aplastazo y aplastazo, y alcanzó en un momento a gritarme: Papote! Me estás quebrando mis huesitos! Pero le gustó. La tuve sometida así más de una hora, con Pricila inmolándose como una bestiecita.
Yo quería someterla como mi Nenita Esclava, para que aprendiera lo que le esperaba conmigo. Su cuerpito sudaba y sus largas patitotas se retorcían desesperadas retorciendo sus largos dedotitos en el aire, sus manitos trataban de arañarme y clavarme sus largas uñotas pintadas, pero no podía sacarme de encima, la sometí así más de una hora y ya desde la primera cojida, la hice mi Noviotita Puta para siempre.
Cuando la desmonté, la enorme pijota de mi Noviecita Pricila se había tirado varios acabotitos espesos que me empastaron e inundaron las sábanas. Todavía la tenía dura y chorreaba blancos acabotes que me dedicó con amor. Sabía que sería mi Noviotita la Tremenda Nenita Pijasuda y que la amaría siempre. Me excitó tanto nuevamente, que quise mamarle su negra pijota, ahora de más de 25 de larga y gruesa como un brazo, y ella lo supo.
La acosté así, empapada en salado sudor, y empecé a mamarle esa pijotasa hermosa que la hacía mi Nenita Completa Pijasuda. Ella me la entregó así, poniéndosele dura como fierro, se me prendió de los pezones estirándomelos con furia salvaje, y a los alaridos, me dio cinco acabotazitos más, en varias horas de salvaje desesperación. Me llenaba la boca con su abundante jugo pijal a cada espasmo de bestia y me bramaba PAPOTEEEE DANE MAS CHUPOTAZOS, AMAME, QUE SOY TUYA, TU NENITA NOVIA PUTITA Y PIJASUDAAA!
Le vacié los enormes huevotasos redondos sacándole lechotazos hasta que se desmayó en medio de una sacudida espantosa, y quedó inundada en sus acabotiadas de animalita.
La dejé reponerse, y entonces le tocó el turno a ella de ser ensartada y desfondada por mi pija, que ya había alcanzado dimensiones colosales. Pricila me la miró de nuevo y dijo: Animal! Te creció más todavía! Es una pija de caballo, de elefante! No puedo alojarme ese tarugotazo, amor mío! Y me la midió: Papitote! Tenés más de 25 centímetros de pija! Y lo peor es lo gruesota que es! No vas a poder metérmela, y eso que soy buena putita aguantadora! Cuando me desvirgotiaron los pijudos que te conté, casi me mataron incrustándome pijas, y creí que no existían pijas más grandes, pero la tuya es descomunal, cómo te podías coger a tus putitas sin matarlas? Les hacías el culo también? A cuántas reventaste?
-Sí, mi amor, te lo voy a enterrar entero aunque te desfonde, para eso acepaste ser mi Noviotita! Ahora, aguantátela, prepárate porque vas a estar llena de pija hasta las orejas!
Y mi Pricila, temblando de espanto pero decidida s ser mi Noviotita a cualquier costo, se acostó y me mostró su agujero tripotal abriéndomelo envuelto en negros pelos, palpitando como una divina boca puta. Me dijo: Sí, amor mío, tu Pricila te la va alojar toda, me voy a inmolar a tu pijota infernal! Enterrámela sin piedad, aunque me matés!, dijo susurrante, y con ambas manos trató de abrírselo para dármelo a fondo. Pero el espantoso tamaño de mi pija parecía que no iba a poder taladrarla. No me importó si la desfondaba, me la iba a coger aunque la destrozara por dentro, y Pricila lo sabía.
La clavazón fue descomunal, mi pijota cabezuda no podía abrirle el agujerito de nena de sus tripitotas. La tuve más de una hora aullando y pataleando mientras me la montaba y me la cojía centímetro a centímetro, abriéndole y estirándole las tripotas. Cuando, aplastada contra la cama, pude meterle mi casi morada cabezota pijal, Pricila emitió un alarido espantoso que hizo temblar las paredes y vinieron a golpear la puerta las mucamas creyendo que yo la estaba matando. Pricila. enterrada en el colchón, les gritó: Noooo! Mi amor me está cojiendo pare desvirarme, dejen de joder! Soy Pricila y me la aguanto! Es mi Día de Bodas!
Y a pesar de su largo cuerpotito delgado como de una nena preadolescente, resultó ser la más profunda de todas las terribles tripotas de putas que me había cojido. Tras horas de alaridos, conseguí clavarle mis 25 centímetros de enorme pija en sus tripotas. Tras una larga lucha pare cojérmela, finalmente mi Noviotita quedó empijotada hasta el último centímetro de mi descomunal porongón.
A medida que mi tarugo le iba llenando las tripitotas, yo le palpaba el tierno vientrotito que se abultaba y pulsaba a cada embestida mía y sentía cómo la taladraba, invadía y llenaba por dentro, la estiraba como si por dentro fuera de goma. Cuando ya le tenía metida adentro media pija, Pricila comenzó a ayudarme a clavarse. Se inmoló con entusiasmo a mi pijota de una forma que nuca creí que ella iba a poder. Tras varias horas de cojérmela sin límires, supe que la había empalado completamente. Mi pijota se le había metido hasta debajo de las costillitas, y entonces comenzó la bestial etapa de sacudirla para acabotiármela adentro. Pricila estaba como soldada a mi pijota, así que a cada embestida la sacudía y la levantaba de la cama, clavada como si ella fuera parte de mi pija. Después de levantarla con su delgado cuerpito lleno de pija, yo caía con ella ensartada y hacíamos crujir la cama una y otra y otra vez. Pricila, cuando podía emitir palabra, me gritaba: Hundímela más, amor mío, lléname de pija, fecundame, fabricame entrañas de pendeja, haceme tu Esposita, fertilotiame, haceme nenitas, tu hermosa pijotasa es la única capaz de fertilizarme mis entrañitas! Y bramaba para mí. Estuve cojiéndomela más de siete horas, la acabotié adentro nueve veces, y Pricila, con su pijotitasa dura regó la cama 11 veces con pastudos acabotazos como nunca imaginé que podría tirarse. Ya era el mediodía siguiente y la tenía atornillada a mi pija, Pricila estaba desmayada en medio de sus orgasmotazos infernales, pero me la seguí cojiendo hasta que se me vaciaron los huevos en ella.
Pasé tres días con mi Pricila ensartada, ella siempre alojándose mi dura pijotasa que excitada por las profundas tripotas, no se ablandaba nunca, y me la acabotié como veinte veces, y la negra pijotasa peluda de ella, divina y tremenda, parada como una estaca, me regaló más chorros de acabotazos, aullando como una loba puta. Las mucamas del hotel la oian poniendo orejas a la puerta, y entre ellas comentaban cómo podían conseguirse a alguien que se las cojiera así.
Mi Noviotita resultó ser una Acabotota Espantosa, sus redondos huevotasos negros y peludos me fabricaban lechotas espesas casi sin parar, se acabotió tantas veces, que la cama era un lago blanco de sus acabotiadas, junto los míos que le salían a chorros de las tripotas, y casi nadábamos en ese blanco lago de jugos pijales.
Patinábamos tanto en nuestros acabotazos, que agarré a Pricila de los pelos y sin desenterrarle pija, la hice rodar al suelo, y sin sacarle pija de las tripotas, me la seguí reventando contra el duro piso, estampillándola como mi Bestiotota Novia, casi quebrándole los huesitos, y ella me regalaba sus alaridos de putita inmolada. Quedaba como una estampilla debajo de mí y se me sacrificaba aullando de espantoso dolor y a las acabotiadas otra vez. A veces me gritaba: Así, amor mío, rómpeme las tripotas, que son tuyas! Siento tu pijasota asi en mi garganta, la tenés cada vez más tremenda!
Cuando sus tripotas me vaciaron los huevos, creí que ya no me la iba a poder coger hasta el día siguiente, y entonces la acosté sobre mí, sin desclavarla, y pude ver su pija negra y peluda, espantosamente al repalo, que se sacudía en el aire y me regalaba más acabotazos, que saltaban en el aire. Pricila era una fuente de acabotes, de sus tremendos huevotes salían lechotazos cada pocos minutos y saltaban como un chorro de fuente, regándome todo mi cuerpo hasta dejármelo blanco.
La pija, que no se me había bajado en los tres días y noches que me la venía cojiendo, se puso más tremenda al ver la gruesa pijasota negra y peluda de mi Noviotita. La tenía encima, con el escaso peso de su cuerpotito de pendeja con pija, y entonces con una mano le agarré la hermosa pijota y se la amasijé haciéndole saltar más acabotiadas, y con la otra mano le agarré cada uno de sus redondos y lechotudos huevotasos, que de enormes no me cabían en la mano, exprimiéndoselos para sacarles más y más lechotazos.
Y Pricila, capaz de tantísimos acabotes, largaba sus espesos lechotazos al aire y me bañaba con ellos gritando enfurecida, hasta que se desmayó en medio de un orgasmotazo colosal y último.
Después de eso, traté de desclavarle mi pijota de las tripotasas abiertas y ensanchadas, pero no pude. Pricila estaba atornillada a mi pija, y cuando horas después conseguí desenterrársela, le saqué un enorme pedazo tripotal, y Pricila bramó como una tigrota.
La desfondé como mi Noviotita y ella desde esas cogidas infernales, fue mía para siempre. Mi Esposotita. Y ella quería quedar de preñe para ser más putita como hembrita, así que me pedía más y más pija, que la llenara de acabotes y le hiciera adentro nenitas como ella… me la cojía día y noche y mis acabotiadas de caballo le salían a chorros de las tripitotas.
pero nunca pudo preñarse, aunque la amo así, nena y pijudita.