El leve roce por detrás en mi culo, me hizo saber que él me atacaba, mi yerno caliente iba a por mí. Y a mí, eso me gustaba.
Pero sobre todo, lo que me sorprendió fue aquella porra parecía de hierro y mi marido nunca la tuvo tan dura.
Cuando menos lo esperaba él se pegó a mi espalda y asomándose de nuevo entre las dos ligeramente dijo… “Me alegro de que nos hayamos quedado a verlo. Esto es una maravilla” y en ese instante metió su mano por el costado de mi falda, recorrió todo mi muslo y amaso mi nalga a su antojo. Tiró de mi cachete un poco hacia afuera abriéndome más el trasero hasta que la punta de su polla presionaba ya directamente en mi culito.
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Suegras calientes con maridos impotentes esperan al yerno para que las caliente sin intermitente. Follando sin parar, pajas, mamadas de tetonas suegras viejas a yernos.
Una suegra con su yerno
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No sabía lo que escondía mi suegra
La primera vez que conocí a mi suegra, no me gustó para nada y no me refiero al físico, sino a su forma de ser, demasiado vulgar para mi gusto. De mal vestir, siempre fumando, con bromas en doble sentido todo el rato y malas palabras en toda su conversación, pero en fin, se dice … Leer más