LA CHACHA

Adriana, la chica de la limpieza estaba pasando un plumero a los a libros de una estantería de la oficina de mi padre. Era una morena, de 21 años colombiana, de bellas tetas y tremendo culo.
En su primer día de trabajo no iba a tener parada.
No se quien comprara aquel uniforme pero era tan corto que al estirarse y al agacharse dejaban ver sus bragas blancas.

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LA HERMANA

Carlos era el hermano pequeño de Clarisa una monja caliente muy hermosa. Benito, amigo de Carlos dormía esa noche en casa de los padres del amigo.Clarisa saliera del convento para solucionar algunas cosas y esa noche dormía en su casa.Benito, se agachó en el gran armario que había en la habitación de Clarisa y dejó … Leer más

Una panadera muy golosa

sexo con maduras

La panadera golosa Rosa, desde ese día sí que creí a Jose, mi colega, hasta entonces me parecía todo una fantasmada suya, cuando me decía que donde compraba el pan, había una tía con las tetas como carretas y toda caliente, que parecía que se lo quería follar, y vaya si fue cierto.

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UNA NOCHE DE FIESTA DE DISFRACES (CARNAVALES INOLVIDABLES)

discotecas pilladas

Hace un tiempo, recibí una invitación a una fiesta de disfraces, conmemorando los carnavales del año, siempre he sabido aprovechar estas oportunidades para poder vestirme de mujer, dada la situación, ni corta ni perezosa, empecé a buscar en mis ropitas intimas de closet algo bonito y al mismo tiempo algo provocativo, encontrando un conjunto de lencería negro, la tanguita no era hilo dental.

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Una madre muy pervertida

Buenas, me llamo Fernando, esta historia es la de una madre, la mía, entre todas, es la más caliente de las madres calientes, que no sé ni ahora mismo, cómo la he podido ver tan pervertida. La historia que aquí relato contiene desde follada humana, hasta animal. Sí, algo de relatos zoofilia, aunque suene raro. Los perros atraen a algunas hembras y al revés. Algo increíble, mi madre la que tantas veces me dio de mamar con sus grandes tetas de pequeño, ahora me la follo y no solo yo, nuestro perro Palo, también la monta. Pero esto no surge por las buenas, tiene su causa. Se me endurece solo de saber lo puta que es, en sus tetas gordas y colgantes, grandes, tetona, en lo madura que es ya, y por qué no decirlo, en como la follé y encima ni la dejé satisfecha. Hasta me pone cachondo cuando pedía más y yo no pude del todo complacerla. Menos mal que ahí estaba el mejor amigo del hombre.

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