Sexo en la piscina

Una noche me quede con Marcos, hacía tiempo que hablábamos con una forma de tonteo, nos acariciábamos, nos sonreíamos, pero nunca había pasado nada más que eso. Pero esa noche iba a ser diferente, necesitaba que lo fuera. Me dispuse a arreglarme; lo primero que hice fue meterme en la ducha, y mientras me enjabonaba el cuerpo pensaba que era él quién lo hacía. Mis manos se dirigieron inconscientemente hacia mi vagina acariciándola por fuera. Apoyé mis pechos en los azulejos, fríos, que hicieron que me dieran escalofríos. En ese momento abrí los ojos y pensé: no, esta noche, ahora no.

Leer más