La historia que os paso a comentar pasó a mediados de los años setenta, en España, yo era entonce un adolescente de unos 14 años sin experiencia sexual, salvo por las típicas pajas para las que me valía de mi imaginación (entonces no había internet), para masturbarme me valía cualquier mujer, basta con que tuviese un buen par de tetas, el resto lo ponía yo.
LA NOCHE DE LAS CONFESIONES ERÓTICAS
Este relato se lo dedico a todas las mujeres que se han hecho un dedo leyendo un relato erótico. Susa, su hermano Fernando, Aura y yo, estábamos junto al carro de las vacas en el bajo de la casa de los padres de los hermanos haciéndole compañía a la hija del cañero, al tiempo que … Leer más