Jugando en la puerta de casa
No habíamos llegado todavía a mi casa. Nos habíamos conocido en la discoteca-bar que frecuento desde hace más de un mes. Pero ella, me había cautivado de tal manera, que no pude resistirme a llevarla a mi apartamento alquilado de soltera empedernida. Ella es morena, de mediana edad sin llegar a los treinta y cinco, … Leer más