LA OKUPA

Ayer tarde llegué a mi piso de Barcelona y me encontré en el baño con una jovencita muy alta cubierta sólo con una toalla. Mi esposa estaba en Madrid, aunque volvía al día siguiente, por el ruido que había en las calles. Solo ella me tranquilizaba cuando me encendía, y encendido estaba. Me dije; «Puta … Leer más

LA CHACHA

Adriana, la chica de la limpieza estaba pasando un plumero a los a libros de una estantería de la oficina de mi padre. Era una morena, de 21 años colombiana, de bellas tetas y tremendo culo.
En su primer día de trabajo no iba a tener parada.
No se quien comprara aquel uniforme pero era tan corto que al estirarse y al agacharse dejaban ver sus bragas blancas.

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INÉS

Inés, estaba en la cama, en casa de su tía, una mujer de 50 años, de buen ver…
A Inés no le daba el sueño. Se metió la mano dentro de las bragas y se comenzó a tocar. Cinco minutos más tarde, la tía, en camisón, entró en la habitación y vio como a su sobrina se le movía la mano bajó la sábana. Inés, se percató de la presencia de su tía y paró de masturbarse. La tía se sentó en el borde de la cama y le preguntó, con mucha seriedad:

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LA PULGA

Greta cumplía 18 años. Era mi hijastra, pero ¡Dios, que polvazo tenía! Habíamos celebrado su cumpleaños en casa con sus amigos y amigas. Ya se fueran todos a sus casas. Mi esposa se había pasado con el champán y estaba durmiendo la mona. Yo me fuera a mi despacho a preparar unos papeles. Llega Greta y me dice:
-Me pica ahí abajo, papa. Creo que se me ha metido una pulga en el chochito.

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LAS LESBIANAS

Iba a cerrar el bar de copas. Yo estaba de morros con mi vieja y no quería ir a dormir a casa. Sentado en un taburete al lado de la barra, se me acercaron dos preciosidades, cogidas de la mano. Una era rubia y la otra morena. No creo que llegara a los 20 años. La rubia me dijo:
-¿Te gustaría mirar como lo hacemos mi amiga y yo?
-¿Es una broma?
-No. Nos gusta que nos miren cuando nos corremos.Te puedes hacer una paja,  y sacudir la banana una vez o dos o las que te den la gana, pero, eso si, de tocarnos nada.

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