Un día caluroso de oficina, mis compañeros de trabajo se habían ido, y yo me tenía que quedar a hacer el turno de tarde.
Estaba en pruebas, era la becaria, la nueva, la novata, y por eso me habían debajo allí, toda sola. Serían las tres de la tarde de un lunes cualquiera, vaya rollo, y encima acalorada.
La madre Sanae y el problema de su hijo. Fin de la trilogía.
Sanae parece que sanaba y sacaba leche de su hijo al mismo tiempo. Un 69 perfecto. Madre e hijo se saboreaban, los jugos y olores. El valor que tiene una madre y la eficacia de su tratamiento, a su hijo le están haciendo efecto. Ni el mejor médico de urología, hubiera podido acercarse al increíble … Leer más