Una panadera muy golosa

sexo con maduras

La panadera golosa Rosa, desde ese día sí que creí a Jose, mi colega, hasta entonces me parecía todo una fantasmada suya, cuando me decía que donde compraba el pan, había una tía con las tetas como carretas y toda caliente, que parecía que se lo quería follar, y vaya si fue cierto.

Leer más

Chatear por las mañanas

Xatea casadas gratis

Estaba sola en casa, mi marido se había ido a trabajar y ya había dejado a la niña en el colegio. Yo me había metido otra vez en la cama, ya que no tenía nada que hacer. Desde hace tiempo cuando llegan las diez o así todavía estoy metida en la cama, porque dejo a la niña en el cole y mi marido ya está trabajando desde las ocho.

Leer más

Una mujer insaciable

Habia llegado Juanjo, que traía algo para hacer los bocadillos, para irnos a la biblioteca.

– Ya era hora, Juanjo. He estado a esto… – dije aproximando el dedo índice al pulgar – de marcharme.

– Tío no te lo vas a creer, la panadera me ha tirado los tejos.

– No te calientes, no te calientes.

Leer más