Real como la vida misma

Desnuda en la ducha, real como la vida misma, asqueada de no tener sexo con mi marido: mi niño me lo dio.
Me llamo Encarna, me excitan tus relatos Montse, no soy lesbiana pero me encantan casi todos, y hoy me decido a escribir mi más íntimo secreto. En Relatos Incesto que es su sitio.
En efecto, vivo con mi marido y con mi hijo, voy a cumplir 54 años y mi hijo 27, mi marido ya tiene casi los 60

Como podeis apreciar, mi marido ya está entrado en años y esas ganas que simpre ha tenido, pues ya van escaseando, así que yo me tengo que espabilar sola-

hijo madre follando en la ducha

Mi pequeño me agarra por detrás y sentí algo que nunca olvidaré

Todo esto empezo hace unos 9 o 10 años, mas o menos, estaba yo en casa pensando que estaba sola y solo iba en tanga, estabamos en verano y hacía calor, mi marido se había ido a trabajar y no me dí cuenta que mi pequeño aún seguia en casa, estaba en la cocina y en eso que me cogen por mi cintura y me dan un beso en el cuello, me dí cuenta que era mi pequeño, me cogio muy apasionado y empecé a notar algo por mi trasero, me dió un escalofrio y se me puso la piel de gallina, me dí media vuelta y he ahí estaba mi pequeñin tal y como lo había traido al mundo, se me fueron mis ojos a su entrepierna y vi que está muy bien dotado, tiene una medida de unos 20 cm y un grosor de 12 o 13 de diametro, le di un beso en la mejilla y me dijo: mamá que guapa estas así.

hijo madre follando cuatro patas

En ese momento, le puse el desayuno y yo me marché a darme una ducha, como en casa somos muy liberales, no cerramos las puertas, así que mi hijo me estuvo viendo como me duchaba y pudo ver, como me recreaba en darme un pequeño masaje en mi chochito, al salir de la ducha, estaba sentado en el water y estaba con su pene en la mano, le dije: pequeño que haces y me respondió que al ver como me masajeaba, se puso a cien y tuvo que empezar a hacerse un masaje en su pene, ahí fué donde empezo todo.

Ahí mi hijo me preguntó que si pasaba algo entre su padre y yo, le dije que no, que su padre, ya tenía poco apetito sexual y que ya no era el hombre que en su tiempo me satisfacía.

Al seguir viendo a mi hijo con su pene en todo su esplendor, me empezó a mojar mi chochito y le comenté que me iba a mi habitación a vestirme que tenía que ir a comprar, le fuí a dar un beso en la mejilla y el giro la cara y nos besamos en los labios, me puse muy roja, pero me agradó, ya en mi habitación y con lo sucedido en el cuarto de baño, me empecé a masajear otra vez el clitoris y tuve otro orgasmo en muy poco tiempo, estaba muy acelerada, me vestí muy sensual, blusa transparente negra, minifalda tejana y nada debajo de la mini

Cuando me disponía a salir de casa, ya estaba en la puerta mi hijo, que me comenta que se viene a comprar con migo, la verdad es que me gustó la idea, lo que no me imajinaba era lo que iba a suceder, fuimos al garaje a por el coche y cuando nos montamos, al verme como se me quedo la minifalda, me dijo, Mamá estas guapísima y estas para comerte, me empece a reír y como se me subió la mini, dejaba ver mi monte de venus, entonces me paso su mano por mi pierna, le cogí la mano antes de que subiera a mi chochito, le dije que era mi hijo y que estuviera quieto, que iba conduciendo, pero no paraba y me fue subiendo la calentura y empece a mojarme. Llegamos al centro comercial y él muy caballeroso, fué rápido a abrirme mi puerta, jajajaja me vio en todo su explendor mi chochito, me cogio por la cintura y me dijo que estaba muy guapa y sexi, volvío a darme otro beso en la boca, en éste ya le deje ya que yo estaba con una calentura muy subidita.

Y ya de vuelta en casa, nos pusimos cómodos y estando sentados en el sofá, me confesó que ya llevaba bastante tiempo expiándome, porque le encantaba verme como me hacía masajes en el clitoris, que él quería participar ya que estaba muy enamorado de mi y que cada vez que me veía, tenía que hacerse una buena paja, ya empezamos hablar de el tema y como todos los chicos, empezó a darme besitos por toda mi cara, cuello y yo empecé a notar que me empezaba a mojar, le dije que no podíamos hacer nada ya que somos madre e hijo, él siguió dándome besitos y empezó a darme mordisquitos en mis pezones, entonces le dije que se tumbara en el sofá y empecé a darle besos en su boca, en su cuello y empecé a cogerle su pene y a masajearselo, me puse encima de él y le dije a su oido que solo me podía masajear con su pene el clitoris y que penetración no podíamos hacer, así que me puse encima de él, me coloqué su pene a lo largo de mi chochito y empezamos a masajearnos los dos al mismo tiempo, tuve un orgasmo fenomenal, me lleno de su leche toda mi barriguita y esa tarde continuamos hasta saciarnos.

madre chupando hijo ducha

Así que continuará, espero que os guste. Si les gustó, puedo seguir, solo tienen que comentarlo.

Besitos

Deja un comentario