Mis tetas pequeñas

En clase siempre decían que tenía las tetas pequeñas, eso me acomplejaba ya que había chicas con las tetas ya bien desarrolladas. Hoy ya casada, con algo de pecho más, lógicamente recuerdo aquello que plasmo en estas líneas. Me avergonzaba no abultar el sujetador, que no me servía para nada. Daba lo mismo que no llevara sostén porque no había nada que aguantar. Mis pezones rozaban con la camiseta como los de un chico, o eso supongo. Porque tetas gordas, como muchas de mis compañeras de clase, no las tenía. Me hubiera gustado tenerlas.

Mirando tetas grandes de mis amigas

Cuando nos duchábamos no podía hacer otra cosa que mirarlas y comprobarlo, ver sus pechos desarrollados, ellas precisamente puritanas no eran; y por las continuas agresiones verbales que sufría por mi poco pecho, por ello, yo sin querer las observaba.

Llegué acomplejarme, la verdad es que en efecto, veía mis amigas recorrer las duchas desnudas, y ciertamente ya poseían buenos pechos y apetecibles, hasta me gustaban a mí de tanto mirar.
Hoy ya han pasado muchos años de aquello, lo recuerdo con rabia pero hasta con goce, solo de pensar en tetas grandes, hoy día cuando veo alguna mujer así, de buenos pechos, a veces sin querer, me excito. Les dejo aquí mi «confesión» si se puede decir eso de confesión, en este apartado que supongo es el más acertado, y alguna foto, para acompañarlo, de mi anatomía y parte de mi actividad sexual. La foto de abajo, de tetona, a la que yo no puedo ni acercarme, gozando de una polla para sus tetas grandes. Abajo del todo, video con mi cornudo marido.

Follando delante de mi marido que nos graba y aún mi coño se moja más. El corneador me mete su polla gorda y grande a fondo, y mi esposo solo puede hacer que mirar. No me puede follar como él, por eso lo único que hace bien es grabar y mojarse como lo haría yo misma. Aquí los dos juntos.

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