Mi Primera Vez, Con mi maestra. – Cuentos Cachondos

Bueno ahora a llegado el momento de escribir como fue mi primera experiencia sexual con una mujer.
Iba en 3o. de Secundaria y tenía 13 años, hacía un año que había descubierto el sexo.
En la Secundaria, fui a una escuela llamada “Escuela Técnica, Industrial y Comercial, ETIC 121”, en la calle de Bonao, Lindavista. Era una buena escuela pública, con edificio y equipo nuevo, gimnasio, talleres muy bien instalados.Estaba en mi clase de Geografía y mi maestra se llamaba Laura, era una muchacha joven como de 20 años, bajita, blanca de pelo muy negro, bonitos ojos castaño obscuros. Hermosos senos. Pero, en esos días se encontraba preñada, en avanzado estado interesante como de 6 mese o más. Tenía una panza fenomenal y se movía trabajosamente.
A pesar de su embarazo, era muy alegre y platicadora. Se llevaba muy bien con sus alumnos y no se, a lo mejor le caí bien desde el primer día que me conoció. Me invitaba incluso de su almuerzo, un día recuerdo que me invitó de unas uvas que llevó, y estuvimos platicando antes de que empezara la clase, conversábamos de todo, incluso de si tenía novias. Y yo le dije que no tenía novia, pero que había varias muchachas que me gustaba. Y ella se divertía con mi conversación, ya que se reía mucho de mis ocurrencias.En fin que ya nos conocíamos.Un día estaba revisándome la tarea, junto con todos mis compañeros, estábamos formados junto a su escritorio. Cuando me tocó mi turno, empezó ella a revisar mi tarea, y como traía un vestido que dejaba al descubierto la mitad de sus senos hinchados, me fue imposible evitar que mi polla se levantara, teniendo una tremenda erección, me dio pena y traté de taparme con el libro de geografía que llevaba, a fin de que la maestra no se diera cuenta, además, me puse rojo, con el rubor que siempre se me nota, ya que soy muy blanco. La maestra estaba concentrada en mi cuaderno, de repente me dice: – Mira aquí tienes un error. A ver muéstrame tu libro, que no leiste la pagina 29. En eso me toma de las manos el libro, sin darme tiempo de decir nada, descubriéndome, dejándome en evidencia. Mi erección era muy notable. Ella se dió cuenta y con una sonrisa subió su bella mirada a mis ojos.– Okey, no te preocupes. Te explico más tarde, cuando termine la clase.Y siguió revisando tareas. Yo me retiré a mi pupitre, con el libro y mi cuaderno, tratando de ocultar de mis compañeros y compañeras, todavía mi erección, que aún no desaparecía.Cuando sonó la chicharra y todos salieron. Me llama a su escritorio.– Eugine.Ven.– Ya que estaba junto a ella. Volví a tener otra erección, tan solo de mirar su escote.Ella me toma mi mano y me la pone en sus senos.– Anda, toca, con confianza. Yo torpemente pase la mano por encima de su vestido, palpando sus senos, como ella me lo decía.– ¿Es la primera vez que tocas unos senos?. Le contesté que si.Ella pasa su mano por mi miembro, encima de mi pantalón– ¿Nunca haz estado con una mujer?– No nunca, le contesto.– Ya eres todo un hombre, y además guapo.– Si te doy mi dirección, me vas a ver esta tarde? Pero les vas a decir a tus papás que vas a hacer una tarea con otros compañeros. ¿De acuerdo?Le contesté que si, claro.Y así quedamos, me dió un pequeño papel con su domicilio. un departamento, por el rumbo de la Treceaba Delegación, cerca de la Av. Insurgentes.Llegué a mi casa y le dije a mi mamá que en la tarde me iba a ir a hacer un trabajo de la escuela con otros compañeros. Comí, hice mis tareas, ya que siempre fui muy buen estudiante y preparé mis libros y portafolios, para la tarde.Como a las cinco de la tarde, salí de mi casa por las calles de Euzkaro, en la Colonia Industrial y caminé como 10 cuadras, ya que la dirección, no quedaba muy lejos de mi casa.– Llegué al Edificio de la dirección y toque en el timbre del departamento 7. Ella me contestó por el interfono. – Eugenio?.– Si soy yo, estoy aquí abajo.– Te abro, empuja la puerta, en cuanto oigas la chicharra.Al llegar al 4o. piso. Ella se encontraba en la puerta de su departamento. Con un ligero vestido blanco muy bonito. Me hizo pasar de inmediato.– Mira ¿te gusta?. Me pregunta.– Me lo puse para ti. Y se da una vuelta, El vestido o más bien camisón, como de nylon o satín y encaje es blanco,bonito, es corto, le llega abajo de las rodillas. Es ligero y noto que se transparenta en la parte de sus senos, apreciándose las aureolas prietas de sus senos. Eso de inmediato me puso al 100.– Así me gusta que reacciones de inmediato, me dice. Pensé que no vendrías. No, si me traes loca. Me voy a meter en problemas por ti. ¿Quieres Un café?– Si, gracias.

Mientras ella pasó a la cocina del Depa, yo estaba en el comedor, Le pregunté.– ¿Y EL papá del bebe?– Ni me acuerdes de ese cabrón, cuando le dije que estaba embarazada, no volvió a aparecer por aquí?Me sirve el café y ella se sirve otro.– No te preocupes el Departamento lo pago yo y soy independiente, para eso trabajo.– Me gusta que seas virgen, nunca lo he hecho con un muchacho como tu. ¿Te gusta el sexo?– Si, todo el tiempo pienso en sexo y me masturbo como cinco veces al día.– Si ya me di cuenta, que eres muy caliente, mejor, que mejor. Conmigo vas a aprehender mucho, te voy a enseñar todo lo que tienes que saber. Vas a ser un buen amante.Cuando terminamos el café. Me tomó de las manos y me pasó a la recamara.– Bueno como eres virgen. Yo te voy a decir que hacer, ¿estas de acuerdo?– Quitate los zapatos– Si esta bien. Le contesté. Ella me empieza a quitar el jeans que llevaba. Y yo la tomo por la cintura y acaricio la gran panza redonda. Cuando me quita mi calzón blanco. Me toma del pene y riendo me lo empieza a lenguetear.Riendo me dice. – Lo tienes duro como piedra, es por tu edad. ¿ Te gusta lo que hago?– Si me gusta mucho. Mientras me fui desabotonando mi camisa y me quite la camiseta.– Bueno, vamos a empezar, hace seis meses que no tengo un hombre y estoy ardiendo.Ella se sienta trabajosamente en la cama y se quita el vestido blanco, no trae bra,– Primero quiero que pruebes mi calostro.– ¿Que es eso?.– Me olvidaba que no sabes nada todavía. Es la primera leche que les sale de los senos a las parturientas.Ven mamame las chiches.Así, ahhhh…., mmmhhh… Míralo es la primera vez y lo haces como un experto. Te gusta.Yo saboreo su leche, me sabe raro, como dulce. No me desagrada– Si me gustó. Le dije sonriendole– Dicen que si te la untas en el miembro este se engruesa. También le llaman “Oro Liquido”. Y se saca unas gotas, de color amarillo, espeso y pegajoso. Ella toma con sus dedos las gotas y las esparce en sus dedos, luego se los lleva a la boca y los chupa, como si probara un dulce que acaba de preparar.Yo digo – Si me gustaría tenerla más gruesa.– Que bueno, pronto vas a tener mucha para eso. Dice riendo.Ella sigue sacándose leche, la que recoge con su palma izquierda, hasta que casi desborda. La unta como crema en sus manos y luego me las pasa por mi miembro.– Vamos a esperar a que seque y la absorba bien tu piel.– Ahora vamos a seguir con la clase.– A ver, quitame el bikini. Luego se acuesta de espaldas en la cama.– Le quita el bikini blanco, lenta y torpemente, pero ella me ayuda, está un poco humedo.– Huelelo, eso hacen los conocedores, para oler el aroma de la hembra. Es una prenda nueva, se nota en seguida.– Llevatelas te las regalo, serán tu trofeo. Te las haz ganado. Pero guárdalas bienSe abre de piernas, dejando al descubierto su velludo y negro monte de venus y me dice, – Ahora quiero que me beses en mi conchita. Ella se acaricia su clítoris, mete sus dedos en su vagina, y al sacarlos noto que están mojados, se los lleva a la boca y los chupa.– Estoy bien mojada, desde que salí de la escuela. Es por que me tienes bien caliente y excitada.Vuelve a poner sus manos sobre su clítoris y abre sus labios vaginales para que yo bese allí. La beso.– Ahora con tu lengua, quiero que trates de meterla lo más profundo que puedas y me lames aquí en mi clítoris. Y así lo hago, siguiendo sus instrucciones.Pongo mis labios en su coño y saboreo el liquido lechoso y salado que escurre de su vagina– Mmmmhhhhh, que rico, si así, mmhh….., muy bien, vas a ser un buen comedor de panochas. Ahora toma con tus dientes, con cuidado mis labios vaginales, chupalos y sigue con tu lengua lo que me estabas haciendo. Así, asiiii, mmmmhhh…. vas bien, así me gusta mucho, más…. mmmmhhh. Ahora vas a hacer lo mismo y me vas a morder mis labios pero suave con mucho cuidado. Asiiiiií…., mmhhh…. Aprehendes rápido, por eso me gustas, siempre eres un alumno aventajado.– Ahora quiero que con tus dedos anular y y medio. Y me toma la mano, doblandome el dedo meñique y el indice.– Si así, me lo vas a meter con mucho cuidado y suavidad en mi vaginita.– Así, mmmmhhhh…., ahhhh…. Si lo estas haciendo bien, doblalo un poco para arriba y presiona suavemente, si así, mmmhhhh, siiiii…., lo haces muy bien. Cuando no puedas hacerlo con tu miembro lo haces así y harás rendir a una mujer, puedes durar mucho tiempo, pero ella se rendirá de placer, recuerda esto y serás el mejor amante.– Ahora, mira te vas a colocar en la cabecera de la cama, quiero mamarte el pene, mientras tu me comes mi rajita. Ok. Está posición se llama 69, has oído de ella.– Si, he visto revistas. Y diciendo y haciendo, me coloqué como ella quería. Aunque me estorbaba su enorme panza. Pero con voluntad logré mi misión.– Mmhh….., que rico, sigue asiiiií……. !Naciste para esto. No cabe duda! ¿Será el instinto animal?Así estuvimos un buen rato como 10 minutos, ella estaba muy excitada.– Eugineee…… teee aaadoroooo, ya me he venido dos veces, asíii…. meee… vengoooo.– A que bueno, valió la pena arriesgarme. Me haz dado mucho placer. Y siges con tu polla durísima, increible– Ahora, sientate en aquel sillón y yo voy a sentarme sobre tu verga.Adopte la posición que quería y ella se sentó sobre mi riata. Ponía cara de extasis, ya que podía verla en el espejo de la habitación.
– Ahora lo vamos a hacer en la posición de cucharita. ella se fue a la cama y dobló sus piernas.– Tu te colocas detras a mis espaldas y me la metes por detras. Si así, vez no te cuesta nada de trabajo, verdad “cabroncito”.Yo seguía sus ordenes al pie de la letra, se lo metí como me lo pidió. Abrazándola del vientre– Mmhh…, asíiii……, me vengooooo……. Amooooor….. Bésame eres un ángel. En ese momento me vine dentro de ella– Ya no puedo más, me haz agotado. Levántate, quiero saborear tu leche. Y me empezó a chupar y mamar mi polla. Mira como se me escurre tu esperma. Ahora cómeme por favor. Y baje a comerme su vagina, con lo que escurría de su eyaculación femenina,mezclado con mi propio semen– Vamos a tener un bebé. Le pregunté.– No tontito, no. Mientras esté embarazada, no puedo tener otro bebe. No te preocupes. Amor. Y me dió un beso en la boca.Ahora abrázame y bésame. Sabes, cuando termines nunca te levantes, debes abrazar y apapachar a tu mujer y ser tierno con ella. Esa es la diferencia entre un buen amante y uno malo. No debes ser desconsiderado con tu hembra, en este momento. Así, dime cosas bonitas.Seguí obedeciendola y acatando sus peticiones al pie de la letra– Claro Laura, te amo, te quiero, siempre me gustaste desde que entraste al salón y te presentaste como nuestra maestra. Estas muy bonita con esa pancita.– Gracias, tu también me gustaste mucho, desde que te vi. Aunque aún no te sale la barba, me gusta el bozo que te sale en tu labio superior y el vello suave de tus mejillas. Pero nunca soñé con que serías mi amante. Me dice, mientras acaricia mi cara.
Nos seguimos viendo todo el semestre, me enseño mucho, lo hicimos en el cine, en el parque, en la calle. Me pago mi primera prostituta, y así seguimos nuestras aventuras, que después les contaré, hasta que tuvo su bebe. Después le perdí la pista. Yo creo que ella, pensando en mi bienestar, dejó de llamarme. Pero aún la recuerdo muy bien, y esa época fue para mi algo inolvidable. Es por eso, que las embarazadas me excitan tremendamente, hasta ahora.
Ese es mi relato de mi primera vez. Si les gustó dejen sus comentarios. Gracias.