Mi forma de disfrutar el sexo es muy bizarra…bizarra pero placentera…y enfermiza. No lo negaré. En primer lugar, deseo dejar en claro que rehuso las prácticas sexuales violentas, con cortes, golpes y muertes. En segundo término, diré que disfruto inmensamente, de todo lo que sea relatos de violación o incluso ver, imágenes de violación.
Me explico:
Me masturbo y lo disfruto mucho, con simuladas poses de ultrajes sexuales, poses que realiza mi esposa. Ella se coloca sobre la cama, o en un sofá o en el piso, sobre la alfombra, con los pantalones bajados hasta los tobillos, los calzones hasta los muslos y con las piernas abiertas.
Si lleva vestido, la falda puede estar levantada algo, lo suficiente para verle los calzones.
Las tetas no me preocupan mucho…Si se le ven, bien. Si no, no me importa.
También me gusta mucho fotografiar esas imágenes, como si fueran escenas de un crimen. En mi mente retorcida, es de gran valor sexual y me inflama la líbido y el pene se me erecta mucho.
Lo que más me hace gozar de todo esto, es que yo actúo como el victimario o a veces como alguien que se encontró con la escena de la mujer ebria, inconsciente o sin vida y que al estar solo con ella, puedo hacerle lo que se me ocurra y me venga en gana.
Así las cosas, a mi esposa la manoseo. Le toco todo. La giro y le meto el pene en la boca. Total, está «muerta». Le chupo su vagina, el ano, las tetas. Le hago inmundicias infames y obscenos deseos sexuales son mi placer saciado.
Cuando usa botas de taco alto o zapatos de taco alto, el placer es más intenso.
Verla con su cuerpo indefenso, semidesnuda y con ese calzado que evoca provocaciones y autoridad, a mi entera disposición, es más de lo que puedo soportar…Me pajeo y termino por eyacularle los glúteos, las tetas o la boca.
Después, la dejo ahí…toda chorreada. Y le vuelvo a tomar más fotos.
Es delirante.
También le hago fotos por secuencias.
Ella está «inconsciente» o «muerta».
Y la voy desvistiendo de a poco.
Le bajo los pantalones y foto.
Le corro o bajo los calzones y foto.
Le abro la blusa y foto.
Le subo el vestido y foto.
Le abro las piernas con los calzones bajados hasta los muslos y foto.
Le abro las piernas y los calzones bajados hasta las rodillas y foto.
Le abro las piernas y los calzones bajados hasta los tobillos y foto.
La coloco en cualquier posición humillante, para una mujer muerta o víctima de un ataque sexual…y foto.
Y reitero, siempre le meto el pene en la boca…y foto.
También le hago fotos tipo upskirt, es decir, viéndole los calzones. Cuando usa vestido o minifalda.
Llevamos más de 22 años casados. No tenemos hijos y hace muchos años que no se lo meto en la vagina. No puede soportar el dolor de la penetración. Creo que es algo patológico. Antes podíamos, pero en un momento dado, ya no se pudo y nunca quiso ir a la ginecóloga.
En fin.
Así disfruto del sexo.
Ella, por otro lado, accede a mis peticiones enfermas y a veces también se excita. Normalmente se masturba con mi pene y se corre rico. Pero no la puedo penetrar. Ni remotamente.
A veces, para optimizar, vemos pornografía de lesbianas y así se e endurece el pene, ella se excita y lubrica y así, cobel mi miembro duro, se lo frota muchas veces, con harta fuerza, sobre el clítoris y se va cortada, con un muy buen orgasmo. Este le llega intensamente y tras unos quejidos y jadeos, queda extenuada y a mi voluntad…y ahí es mi turno. Ahí comienzo a manosearla, a abrirle las piernas, a bajarle los pantalones, los calzones, subirle el vestido, según sea y a tomarle fotos. Todos los pasos que doy en este sentido, son fotografiados por mí, religiosamente.
Ah…y lo otro. Cuando ella se masturba con mi pico, debo procurar no eyacular. Bajo ninguna circunstancia. Si lo hiciere, yo perdería la erección y ella no podría correrse. Mi pene duro es vital para su paja.
Gracias y saludos.