Una tarde lluviosa de otoño, Sábado, la televisión tediosa, sentados en el sofá, aburridos, hablamos de ver una película porno por internet, mi chica empezó a buscar y la conectamos a la tele grande, así más cómodo, como hacíamos muchas veces, nos preparamos un vino espumoso.
El ambiente se fue templando, viendo la peli nos metíamos mano, ya calientes hablamos de ducharnos y después disfrazarnos. La ducha fue un buen preámbulo nos lavamos mutuamente por todos los sitios sin dejar ningún rincón al azar, nos dimos crema por todo el cuerpo, la piel suave y nos fuimos a ver que nos poníamos, tenemos disfraces de varios tipos, yo no llegaba a decidirme por nada en particular, y mi chica me dijo, déjame hacer. Hoy quería tener una experiencia nueva y me quiso vestir de chica para tener una aventura lésbica.
Decidió por un vestidito de vinilo negro, abierto en los lados y cerrado por cintas, me puso un sujetador rojo con relleno y un tanga. Como soy delgado, uso talla 36 de chica en los pantalones, me sentaba muy bien y ajustadito, acompañado por un panty negro abierto para facilitar la penetración. Tengo el pelo castaño oscuro largo hasta los hombros, me alisó el pelo y me dejo una melena que daba envidia.
Mi chica traviesa con el culo empinado
Ella se puso un body corse rojo y negro con medias rojas, con diadema roja de flores adornando su pelo rubio.
Así preparados nos dispusimos a cenar algo acompañando con el vino, preparamos canapés y nos sentamos a cenar mientras veíamos una peli de lesbianas, el ambiente cada vez mas caliente me dijo que las lesbianas no tienen polla y que hoy no la podría meter al menos de momento. Me empezó a sobar los muslos el pecho cogiendo de las tetas mientras me decía hoy vas a ser buena y vas a obedecerme, serás mi zorra por un día, me estaba poniendo muy ardiente y le decía si a todo, me levantaba la faldita y me tocaba por todos los sitios menos el prohibido hoy, me tenía a reventar, me tiro boca arriba en el sofá, imitando a la peli que estábamos viendo, se sentó a horcajas encima de mi vientre y empezó a estrujarme las tetas, apretando las suyas contra las mías, me las metió en la boca “ chupa zorra mama mis pezones”, los tenia duros como piedra, se dio la vuelta y me puso su coño en la boca, “abre el body y cómemelo puta”, le abrí el body y empecé a comerla los labios estaba muy mojada, ella me tocaba por los muslos el vientre el culo, todo menos lo prohibido, utilizamos el sirope de chocolate se puso una gran cantidad por las tetas y el coño, “límpiame con tu lengua zorra” (nunca la había visto así de salvaje), empecé besándola la boca y el cuello, baje a las tetas mientras le lamia, ella se masajeaba las tetas con mi pelo, la mordía y quería más, jadeaba de modo increíble, limpias las tetas llegue al coño, el chocolate mezclado con sus flujos era un sabor inolvidable, limpiando por fuera fui entrando la lengua aquello parecía un vaso de elixir, me apretaba la cabeza contra su coño como si quisiera metérsela, “chúpame el culo puta” , sumiso le obedecía en todo, abierta de piernas le lamia desde el ano hasta el coño, apretando con la lengua, se iba abriendo cada vez más, la lengua al fin se centró en su clítoris duro y erecto, lamiendo y mordisqueando hasta que aquello explotó con una gran corrida que me llenó la boca y cara, “trágate todo puta” mientras me apretaba tirando del pelo contra su coño, “sigue y no pares hasta que te lo ordene”, seguí chupando su clítoris, se corrió de nuevo, hasta tres corridas seguidas. “Ahora te toca a ti puta, siéntate sobre mi y mastúrbate”, la obedecí, me hice una paja y me corrí sobre sus tetas.
“Ahora lávame todo”, volvimos al baño y la bañe de nuevo, “vamos a la cama quiero descansar un poco” me dijo, “y sigue vestida de zorra”, nos acostamos y ya estaba casi dormido cuando empezó a sobarme por todo el cuerpo, “ que quieres ama” pregunte, “déjate hacer y no hables zorra” me dijo mientras me seguía sobando, buscó unas cintas y me ato de pies y manos a lo ancho de la cama, permitía un cierto movimiento pero no demasiado, volvió a sobarme las tetas, los muslos, el culo, abriéndome las nalgas, “que vas a hacer” pregunte, “ calla puta” fue su respuesta, sobándome por la próstata, y dando vueltas por el ano, me estaba calentando, me puso una almohada en el vientre levantándome el culo, siguió tocando el culo y metiendo un dedo (no era la primera vez que me metía un dedo) a ese dedo le acompañó otro, eso era novedad, pero entraba, con la otra mano me acariciaba las nalgas y la próstata, al poco con gel metió tres dedos, “eso si era nuevo, sigue me estas follando como a tu puta”, saco el consolador que teníamos para jugar de 24×4, “ que vas a hacer” pregunte, mala pregunta sabia la respuesta, se colocó el consolador entre las piernas y se acercó a mi boca, “ chupamela zorra” me lo metió en la boca hasta dar arcadas “ te gusta mi polla puta”, a punto de vomitar me la sacó y me apunto el consolador en mi ano y empezó a moverlo y entrar despacio, aquello dolía pero entraba, “no metas mucho, no sé si aguantaré”, “aguanta puta te voy a follar duro”, fue metiendo el consolador aquello me rompía y me gustaba, “me estaba dando por culo”, siguió el mete saca, no veía cuanto y pregunte, “puta tienes un culo tragón”, “sigue me estás dando algo nuevo”, durante un buen rato siguió despacio, ya se puso justo detrás de mí y el consolador como si fuera su polla, “sabes cuanto entra?”, “dime ama”, “tienes dentro todo puta y te voy a follar duro”, empezó a dar unos empellones que me movía todo, entraba y salía con facilidad, “ COMO ME ESTAS FOLLANDO “ NO PARES”, al menos por una hora me folló por el culo, hasta que me corrí como nunca antes, con la polla flácida y una gran polla en mi culo.
Me pasé una semana con el culo escociendo y teniendo que ponerme una compresa. Mi chica se reía y preguntaba “ que tal el culo pedazo de puta”.
Después de hacerlo más veces, hemos comprado un consolador doble, imaginar para que. Y también quiere sacarme a la calle vestido de putita, ¿ que haré?