Metidos en harina

Pilar estaba desnuda frente al espejo, lo que veía no le gustaba, sus tetas que antes habían sido su orgullo ataban cabidas, eran unos buenos pechos, pero sus tres embarazos y amamantar a sus hijos habían hecho estragos en ellos, además había ganado unos cuantos kilos, en fin, pensó tendré que acostumbrarme son cosas de la edad, tenía ya 45 años.
Pilar siguió frente al espejo y se agarró las tetas, sopesándolas, bueno, no están tan mal, además, se de alguien a quien le encantan, dijo en un susurro y sonriendo.
Estaba pensando en Javi, su ahijado de 15 años y al que había sorprendido en más de una ocasión embobado mirándole las tetas, era un chico super tímido y ella había jugado un poco con él, se agacha a delante suyo para que viera el nacimiento de sus pechos y el canalillo, se sentaba enfrente suyo abría un poco las piernas para que le viese los muslos por debajo de la falda, en fin cosas inocentes que hacían que su ahijado saliera disparado a pajearse.
Bueno, me voy a vestir, pensó. Se dirigió a la cama donde tenía la ropa, cogió un sujetador negro y se lo puso, así sus tetas parecían mucho más firmes y apetecibles, suspiró. Cogió las bragas del mismo color y se las puso, Le asomaban unos pelos del coño y pensó que tenía que cortárselos, mañana lo haría. Cogió la bata que se ponía para trajinar por casa y la miró, decidió que no, hoy se iba a vestir de mujer.
Se dirigió al armario, abrió un cajón y eligió un Jersey color carne que le quedaba algo apretado y Le marcaba su figura y una falda negra que Le quedaba por encima de la rodilla, se puso las medias del mismo color y se dirigió de nuevo al espejo, lo que vio Le gustó más, sus tetas destacaban y parecían firmes, se las colocó y se dirigió a la cocina.
Decidió que iba a hacer un pastel, cogió os ingredientes necesarios y se puso a amasar, al cabo de media hora estaba toda sudorosa y vio que tenía todo el jersei blanco de la harina, se disponía a limpiárselo cuando llamaron a la puerta.
Abrió y allí estaba su ahijado, Javi, que últimamente iba a verla con cualquier excusa, al verlo se le ocurrió una idea.
– Hola, Javi ¿que quieres?
_ Hola, Pilar, me manda mi madre a por un poco de sal, ¿estás ocupada?
Cada vez se le ocurren excusas más tontas para verme, pensó ésta.
– Si, estaba preparando un pastel y mira como me he puesto, toda llena de harina.,
– Ya lo veo, dijo Javi dirigiendo su mirada hacia el Jersey y más concretamente a sus tetas.
– Venga, pasa y ayúdame a limpiarme y te doy la sal.
Pasaron a la cocina, Pilar se puso delante de Javi y se estiró el jersey.
– Venga, por favor, ayúdame a limpiarme, yo tengo las manos sucias y me voy a poner peor.
Javi empezó a limpiar la parte baja del jersey que al poco quedó limpia.
– Ahora la parte de arriba, dijo Pilar.
Javi pasó suavemente la mano por la parte de arriba del jersey, no sabía que hacer, debajo estaban esas tetas que tanto deseaba tocar, pero no se atrevía.
– Vamos, Javi, dijo Pilar, dale como a la parte de abajo, si no no vas a limpiar nada, no tengas miedo, que no pasa nada.
Javi puso su mano sobre el jersey y empezó un movimiento de arriba abajo, sentía los pechos de su madrina, estaban blandos, siguió ensimismado, sin darse cuenta lo que hacía, el movimiento de su mano se fue convirtiendo en caricia, hasta apretó un poco con su mano el lugar donde estaban los peones de Pilar, los notó duros, igual que se estaba poniendo su polla.
– ¿Pero que haces?, dijo Pilar sofocada, la situación se le estaba yendo de las manos.
– Nada, limpiarte el jersey, dijo Javi.
– Bueno, pues ya está limpio, espera que te voy a dar la sal.
– Vale dijo Javi, separándose de ella, voy al servicio.
Pilar supuso a lo que iba, ella se quedó en la cocina, estaba supercaliente, su ahijado Le había sobado bien las tetas, se lo tenía merecido por querer reírse de él, no sabía que hacer.
Casi sin pensarlo se subió la falda y se quitó las bragas, se dirigió al servicio.
Abrió la puerta de golpe y vio la corrida de su ahijado, una corrida enorme que fue a parar a la pared.
Pilar se acercó obviando la cara de sorpresa de Javi, Le cogió la mano, se levantó la falda y la puso en su mojado coño.
– Estás mojada, dijo Javi.
– Si, me has puesto así al sobarme las tetas.
Javi no daba crédito, su madrina se estaba comportando como una puta, nunca lo hubiera pensado. Empezó a mover la mano por encima del coño de Pilar, notando sus pelos y como se le abría la raja.
– Méteme la mano, chillón Pilar desesperada, métemela.
Javi no sabía que hacer era la primera vez que tenía un coño delante, Pilar desesperada Le cogió la mano y se empezó a restregar, suspirando fuertemente, Le agarró un par de dedos y se los introdujo en el chocho, empezando un mete y saca frenético.
_ Sigue así, Le dijo mientras ella empezaba a manosearse el clítoris.
Javi sintió su mano mojada, Pilar se había corrido y estaba derrengada, sentada en el suelo. Se levantó y se alisó la falda.
Javi se acercó a ella y la besó en la boca, la apretó contra la pared hasta sentir sus tetas en el pecho.
-No, Javi, no, no puede ser.
– Si, Pilar, lo peor ya está hecho, dijo Javi, quiero follar, quiero estrenarme y me encantaría que fuese contigo.
Pilar vaciló, miró la entrepierna de su ahijado y vio que ya estaba dispuesto otra vez.
– Venga, vamos le dijo, cogiéndole de la mano y yéndose hacia el dormitorio, pero de esto ni una palabra.
– No, Pilar, no, tranquila, pero espera que no puedo andar con los pantalones y los calzoncillos bajados.
– Quítatelos, no te van a hacer falta, dijo sonriendo.
Llegaron al dormitorio, Javi se sentó en la cama con la polla al aire y Pilar se quedó de pié delante de él.
– ¿Entonces eres virgen?
– Si, contestó Javi, me hago pajas desde hace tiempo, sobre todo pensando en ti, pero todavía no he follado.
– Vaya y quieres estrenar te con una abuela como yo, ¿no preferirías con alguien más joven?
– No, Pilar, no, siempre he soñado en follar contigo.
-Me siento halagada, dijo Pilar empezando a quitarse el jersey.
Javi no quitaba ojo, vio aparecer los pechos de su madrina dentro del sujetador y. Se empezó a tocar.
– Tranquilízate o te correrás antes de tiempo.
Pilar se soltó el sujetador y aparecieron las tetas con las que había soñado Javi, ¿son como esperabas?
– Si, dijo éste, pero pensaba que tendrías los pezones más pequeños.
– Yo lo tengo todo grande, por cierto que tu polla tampoco está mal, me vas a dejar satisfecha,a, seguro.
Pilar se acercó a Javi y Le cogió las manos, llevándoselas a sus tetas.
– Venga sóbamelas, cómetelas, haz con ellas lo que quieras, hoy soy tu puta.
Javi no se hizo de rogar, empezó a amasar las despacio.las apretaba con sus manos, pellizcó los pezones que estaban totalmente efectos.
– Ten cuidado, dijo Pilar, son muy sensibles.
– Tranquila, madrina, dijo y empezó a jugar con ellos con su boca.
Javi la chupó los peones, tocándolos con su lengua, Le maravilló lo duros que estaban, no cabía duda, Pilar, estaba disfrutando. Se acordó de una fantasía que tenía cuando se pajeaba pensando en ella y decidió llevarla a cabo.
– Venga, Pilar, acuéstate en la cama, dijo sacándose la teta de la boca.
– ¿Que vas a hacer, Javi? Pilar se quitó la falda, quedándose completamente desnuda.
– Algo que he soñado hacerte todos los días, dijo Javi, poniéndose de rodillas sobre ella y poniendo la polla entre sus tetazas. Tus tetas se van a convertir en un coño. ¿Te ha hecho esto alguna vez Jesús? (Jesús era su marido).
– No, nunca, pero te vas a agotar y quiero que me folles.
– Seguro que una puta como tú me pone otra vez en forma, ¿a que si?, dijo Javi apretándole las tetas y empezando a moverse.
– Aprietamelas bien, quiero sentir tu polla.
– Si, Pilar, si, te las voy a llenar de lefa.
-Venga, sigue no pares, córrete en ellas.
Javi aumentó el ritmo, estaba como poseído, estaba en la cama con su madrina, quien lo iba a pensar con lo recatada que parecía, cuando vio que se iba a correr sacó su polla de entre las tetas de Pilar y Le echó todo su semen pegajoso. Pilar no tardó ni un segundo en extenderlo sobre sus tetas.
– Seguro que es bueno para la piel, Le dijo a Javi que estaba acostado a su lado con la polla flácida.
– Mira que te lo advertí, te has quedado echo unos zorros, ¿y ahora que?
– Seguro que con una mujer como tú al lado, dentro de nada estoy otra vez dispuesto, dijo, con el pezón de Pilar entre los dedos.
– Venga, anda siéntate al borde de la cama, a ver que podemos hacer.
Pilar se acuclilló delante de él y se metió la polla en la boca, empezando a jugar con sus pelotas, Javi no se lo podía creer, pero que madrina más puta tenía.
Pilar notó como empezaba a crecer el miembro de su ahijado en la boca, era insaciable, pronto Le iba a desvirgar, estaba ansiosa por sentir esa polla dentro de ella, se estremeció solo de pensarlo.
Se sacó el falo de la boca y lo miró, ya estaba dispuesto.
– Venga, Javi tu bate que te vas a estrenar.
Javi se tumbó en la cama y vio como Pilar se ponía de rodillas sobre él, Le cogió la polla y la dirigió a su raja, esperó un rato., como indecisa antes de metérsela.
– Venga Pilar, suplicó Javi, no me dejes así.
– Si, vas a follar por primera vez y lo vas a hacer con tu madrina y se metió la polla de su ahijado hasta el fondo, estuvo un rato sin moverse,notando su coño lleno.
Mientras Javi suspiró, que calentito era un coño, pensó, además tenía las tetas de su amor a su alcance y cuando Pilar empezó a moverse y vio como se balanceaban las agarró con fuerza.
Pilar se movía despacio, arriba y abajo y a los lados, sin prisas, quería que su ahijado disfrutaste todo lo posible, que recordara su primer polvo, se notaba su falta de experiencia, pero lo morboso de la situación hizo que Pilar se corriera antes que él, la corrida hizo que suspira se profundamente y aceleró sus movimientos.
Javi a pesar de su nula experiencia sintió en su miembro la corrida de Pilar, se sintió bien, estaba haciendo disfrutar a toda una mujer, apretó más sus tetas y notó como el ritmo de Pilar aumentaba, se corrió dentro de ella, notó como su semen desbordaba su coño y moja a sus huevo, había sido la mayor corrida de su vida.
Pilar se tumbó a su lado, desmadejada, había disfrutado como hacía mucho tiempo.
Ahora si, Javi estaba agotado, entró en una especie de sopor.
Pilar se levantó al rato, se dirigió al espejo, se veía al fondo a su ahijado, medio dormido. Se miró en el espejo y se gustó mucho más que esa mañana, había rejuvenecido diez años por lo menos, hasta sus tetas parecían más firmes.

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