Cuando dicen que las maduras son las que mejor caldo hacen, no sé por qué lo dicen. Somos mujeres, no gallinas. Yo argentina en concreto, y muy ardiente y caliente. Soy fogosa coma una rosa, y en la cama me desfogo. Con mi dildo de sexshop, cojo telefono erotico para un calentón. Solo tengo que hacer una llamada y mi concha se vuelve un volcán a punto de estallar.
Hablando con mi amante es lo que más me puede alterar, en mi cama y mi esposo fuera de casa, una buena charla porno me pone el conejo al horno. Morenita, buen tipo, tetas normales, y un coñito muy jugoso y sabroso.
Un dildo de tamaño perfecto para mi conejo circunspecto
Tengo un dildo que me va a la perfección, se me ajusta a mis paredes vaginales como un guante al leñador. Justo a mi medida, y mientras hablo por teléfono me toco y me masturbo.
Mi amante telefónico es muy guarro conmigo, cosa que se lo agradezco, porque de otra manera no podría ser. A veces lo imagino en mi habitación y sábanas, la imagen se hace realidad. Lefadas en mi cara, corridas de blanca Navidad adornan mi árbol de festividad.
Estas navidades las he pasado hablando horas y horas mientras él no estaba. Imaginando cómo sería la verga de mi amante del móvil, y mi esposo ajeno a todo, no se ha enterado de nada.
Un nuevo año 2019, una nueva vida y un sexshop para mi vagina
Ahora para final de año, me pidió que nos viéramos, no sé si podrá ser, pero la realidad es que me gustaría muchísimo.
Me habla tan cariñosamente y de forma tan brusca, que nunca sé lo que me va a decir. Me sorprende a cada momento, cosa que mi marido no hace. A una mujer, la sorpresa la pone caliente. La incertidumbre le desespera. Y con la duda, se la come cruda.
Como mi dildo preferido, color carne y aspecto crudo. De los mejores juguetes sexuales que pueda tener. Parece el de un hambriento leñador a media tarde esperando la cena de su patrona. Toda un estupor, prodigio y sorpresa de la naturaleza, tener esta verga de gran pieza. La mamo, chupo y rechupo imaginando que es suya; la de mi amante, mi leñador, mi telefono erotico con admiración, fascinación y estupor.