Madres tetonas, puritanas com celo y en celo, calientes y exigentes, en la playa y en la calle, desnudas y empapadas. Solteras y casadas,salidas y desinhibidas, discretas y sinceras.
Una tetona madre en la playa espera al hijo que vuelve del agua, mientras yo al lado de la sombrilla la miro y remiro, me gusta y le gusto. Menudas berzas, tetas y melones tiene la madre de cojones.
Yo la miro, me casi excito y ella lo nota, le pela la fruta al marido, pero piensa en la pelada de mi manzana, la que tengo entre las piernas. Una mamá golosa, ansiosa y juguetona.
Ahora miro a otra madre, abuela casi ya, tetona, rubia y despistada, no sabe dónde ha dejado la toalla, yo paseo, me acerco y la magreo. Ella sola y abandonada, no hace otra cosa que sentir mi mano mojada.
Mamás puritanas en la playa, no me creo nada
Para finalizar Rita la ama de la casa, antes de entrar en la frutería, me regala una sonrisa, a mi no me da la risa, pero los dos bultos que tiene son de requesón de mil colores, de mileroticos, de mil tetazas. Me mira y la miro, pero sé que no va a pasar nada, porque la noto con rapidez y estrechez. No sin antes, calentarme un poco acercándose y cebolleándome las gordas tetas de mamá enjaulada. Querría una buena cubana, hoy no podrá ser, pero mañana puede que sí, y en su propia cama sin su pijama.
