LA DESPEDIDA DE SOLTERA

Lina, una jovencita de 19 años, rubia, delgadita, espigada y muy guapa, estaba en su despedida de soltera. Cuatro amiga cantaban: «Quien detiene palomas al vuelo… mujer contra mujer…» Lina sonreía a sus cuatro amigas lesbianas. Las otras quince les hacían la ola.

Estaban en el piso de estudiante de Mari Carmen. Llamaron al timbre. Mari Carmen fue a abrir. Lina esperaba que entrara en la sala un boy, cachas, para hacerles un streeptease. Entraron 3 chicas rubias con uniforme de policóa nacional. Traían a Mari Carmen esposada. Dos de ellas sacaron las pistolas y dijeron:
-¡Que nadie se mueva!
Lina dijo:
-Ya está ben de bromas. ¿Sois travestis?
-Una de las jóvenes le dio una bofetada.
-¡Travesti será tu padre! ¡¡En pie!!
Lina se levantó, la agente la esposó.y le preguntó a Mari Carmen:
-¿Dónde agachas la droga?
-En el trastero.
-Quedáis todas detenidas… A no ser que..
Lina que esaba cagadita, le preguntó:
-¿Qué?
-Que te coman el coño todas tus amigas.
-Ya sabía yo que no erais policías. Quítame las esposas.
La falsa policía la quiso besar. Lina rehuyó sus labios. Ella no era lesbiana.
Una de las dos policías guardó la pistola. Se puso detrás de Lina y la inmovilizó. La otra le quitó la falda y las bragas. Y señalando a las amigas de Lina le dio un número a cada una, al final, dijo:
-La número uno que pase a comer coño.
Anastasia, que era la número uno, le dijo:
-¡A tu puta madre le voy a comer yo el coño!
La policía de la pistola, apuntando a la ventana abierta abrió fuego. !!Pumb!! Luego le dijo a Anastasia:
-El próximo tiro te vuela la cabeza,
Anastasia, temblando, fue junto a su amiga y le comió el coño.
La de la pistola volvió a hablar.
-¡Todas en pelotas!
Se desnudaron sin rechistar.
La polícía que estaba al lado de Lina, mirando como Anastasia le comía el coño. le desabotonó los botones de la blusa, le abrió el sujetado y le comió sus grandes tetas, que ya tenían los pezones erectos.
La policía que la agarraba por detrás le giro la cabeza. Quiso meter la lengua en la boca se Lina y se encontró con sus dientes.
Tocaba cambiar.
-¡La número dos, a comer coño!
La número dos era Carla, una de las amigas lesbianas de Lina. No iba a desaprovechar la oportunidad de comer aquel coño que siempre deseó comer y por el que pensando que lo comía mil veces se había masturbado.
Lina no quería, pero no pudo evitar comenzar a gemir. La lesbiana sabía lo que hacía. La policía que estaba por detrás, le giro la cabeza a Lina, y ya fue la futura novia la que, derritiéndose, metió la legua en su boca. Las amigas al sentir sus gemido y ver como se perdía en la boca de la policía se pusieron cachondas, pero cachondas, cachondas de verdad. La de la pistola volvió a imponer su ley.
-¡Todo dios a masturbarse, a besarse y a comer coño!
No hizo falta que lo dijera dos veces. Las amigas de Lina se masturbaron., se besaron entre ellas y se comieron los coños.
A los pocos minutos, empezó un rosario de gemidos. Los dedos y las lenguas en los coños hacían este ruido.
-¡Chof, chof, chof, chof, chof…!»
Lina fue la primera en correrse, y después de ella se corrieron todas, menos laa policías. El piso de la habitación quedó llenó de charcos de flujo vaginal.
Las policías fueran tan reales, que a pesar de haber sido contratadas por las amigas de Lina, hubo momentos en que dudaron de que fuera lo que ellas contrataran, y Lina, Lina dejó al novio plantado. Había descubierto un nuevo mundo.
Quique.