Caridad, una morenita de 18 años, de estatura normal, de grandes ojos negro, y muy hermosa, paseando por el parque, le dijo a Freddy, un amigo suyo, bajito, muy guapo, que iba de gay para poder estar entre las jovencitas:
-…Me ves el chocho y no te puedes aguantar sin follarme. Eres un maricón de boquilla.
-¿Qué apuestas a que paso de ti?
-10 euros.
-Hecho. ¿Cuándo te pones en posición para tentarme?
-Vamos a mi casa que no están mis padres.
Se fueron a la casa de Caridad… La joven se puso en posición. Freddy sacó la polla, que no medía más de 10 centímetros y que era delgadita, y se la clavó. Caridad, exclamó
¡Perdiste!
Freddy la siguió follando. A Caridad le encantaba pero no para de decir:
-Perdiste, perdiste, perdiste….
Caridad se estaba empezando a correr. Freddy, se la quitó del chocho y se la llevó al culo.
-¿Quieres que te folle el culo?
-Así ganas tú.
Freddy le lamió e culo y jugó con su polla en la entrada del agujero negro… Caridad ya se iba a correr metiera donde se la metiera. Le vuelve a preguntar:
-¿Quieres que te encule?
-Ya puestos….
Fredy la enculó con mucho cuidado. Al rato se corrió dentro de ella. Caridad empezó
a temblar… De su chochito salió un torrente de aguadilla… Sus gemidos inundaron la habitación.
Las corridas que tuviern fueron espectaculares.
Al acabar, le pregunta Caridad a Freddy:
-¿Quien ganó?
Freddy sacó la billetera y le dio los 10 euros.
-Tú.
-¡Lo sabía! ¡Perdiste, perdiste, perdiste…!
Freddy guardó la billetera y la polla y se fue. Cuando llega a la calle, se dijo a si mismo:
-Lo que hay que hacer para que no te digan que la tienes pequeñita, Señor, ¡Lo que hay que hacer!
Quique.